El 20 de septiembre
de 1981, hacía casi una semana, que la prensa en Huelva recogía la noticia de
la visita del capitán general de la II Región Militar don Manuel Saavedra
Palmeiro. Era en aquellos días era un gran acontecimiento en la vida local.
Traía la misión de
inspeccionar las fuerzas destacadas y el proyecto para la instalación de una
base de misiles antiaéreos, en el Médano del Oro en Mazagón, todo ante la
deriva que iba tomando el gobierno marroquí, pidiendo para ellos Ceuta y
Melilla.
Se preparó todas las
medidas de seguridad que requería en aquellos momentos los militares de esa
responsabilidad. Pero en los últimos momentos, se tuvo que cambiar en parte el
protocolo ya que don Manuel Saavedra, pedía realizar una visita al Dolmen de
Soto y al Museo de Huelva, dada su vocación por la historia.
El señor don Manuel
Saavedra Palmeiro, contó como cicerone al director del Museo Provincial don
Mariano del Amo.
El Dolmen se
encontraba en la cuarta reparación que había sufrido a pesar que estaba
declarado monumento nacional desde el 3 de junio de 1931 donde debieron
organizar a toda marcha una parte que quedaba de arreglar el camino con gravilla.
El otro arreglo se
realizó en el verano de 1972, donde a través de los fondos del Ministerio de
Cultura es cuando se arregla la parte final de la bóveda del techo para dejarla
colocada.
Teniendo en cuenta
que anteriormente el mismo don Armando de Soto, ha estado pendiente de corregir
algunos daños que salieron improvisadamente, como la ocasión del hundimiento de
varios ortostatos de la cubierta sobre la cámara mandó a construir una
bovedilla de mampostería, que ha sido quitada en una de las últimas
intervenciones de la restauración en este dolmen por el Ministerio, que
dirigida por el arquitecto restaurador don Ismael Guarner.
De hecho, la
bovedilla citada, fue sustituida por la placa de hormigón, donde técnicamente resultó
del todo satisfactorio por parte de los técnicos que participaron en lo que se
llamó la “Carta de Restauro” del año citado de 1972.
Anteriormente en los años de los 50 del siglo pasado, es cuando se supone que
me dijeron que se colocó en la entrada la reja de hierro forjado ya que se
estaba utilizando el dolmen para guardar el ganado cabrío por parte del pastor Pedro
“El Panecito” oriundo de la vecina Niebla, veterano trabajador de la dehesa “La
Lobita” comenzando desde niño cuando se encontraba esta regentada por el
ganadero hasta los años 20 don Manuel
Morón, en que cada año hacían el herradero de añojo, donde se invitaban a casi
todos los profesionales del mundo del toreo huelvano, como el Litri II, Álvarez
etc.
Nunca podremos saber como era el suelo original, dado que todas las
excavaciones realizadas en el dolmen no se han encontrado nada que lo
verifique. Por lo que en esta ocasión se ha decidido echarle uno de gravilla
con el fin de evitar el lodazal que se forman cuando llega las lluvias. Ya que
anteriormente el suelo se trataba con albero, donde en ocasiones era una gran
aventura pasar por el sin tener un resbalón.
Seis años después, a
primero de año del 1987, la delegación de Cultura y Hacienda de la Junta de
Andalucía, han firmado la escritura de compra de los terrenos del dolmen de
Soto, ya que es calificado como uno del conjunto megalítico más importante de
toda la Comunidad Autónoma, dentro de la campaña para la protección del
patrimonio arqueológico. Dado que son muchos los dólmenes importantes y conjunto
dolménico de primera fila que no están todavía bajo control de la
Administración.
En septiembre de
1973, se celebró en Huelva el XIII Congreso Nacional de Arqueología, en donde
se concentraron en el Dolmen los mejores arqueólogos de todas España, junto con
algunos extranjeros con M. Almagro, L. Pericot, F. Kalb, J. Carriazo, Garrido
Roiz, J. Luzón, etc. Que después de visitar la ciudad de Niebla, se marcharon a
la finca de la Lobita, donde fueron invitado a una fraternal fiesta campera,
por quien era en aquellos momentos el actual dueño el señor don Tomás Prieto de
la Cal y Divildo, que después del almuerzo asistieron a la plaza tendero para que
se torease una vaquilla.
El Dolmen de Soto,
recibió una fuerte publicidad por parte de la prensa nacional. Al
mismo tiempo se aprovechó los días siguiente la ocasión para inaugurar lo que
es el extraordinario Museo Provincial de las Bellas Artes, de la mano del
Ministro de Educación y con el erudito Director General de Bellas Artes, el
aracenero, don Florentino Pérez Embid.
En noviembre de 1987,es en donde estos terrenos que se encuentran en la finca de la “Lobita” se han pagado cerca de dos millones de pesetas de aquella época. Esta parcela de formación plana la forma unos veinte mil metros cuadrados y se encontraban las mayorías del año arada; se hallaba representada por don Federico Molina Orta, el antiguo alcalde de Huelva. Contaban con unos 13 árboles de eucalipto y varios pequeños recogidos por los alrededores de la casa y de lo que fue una plaza de tendedero de ganado bravo, que actualmente se encuentra destruida. Y desde el año pasado, en el mes de octubre ya se cuenta con un guarda para las visitas.
José García Díaz.
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