martes, 9 de diciembre de 2025

Atraco al Banco Español de Crédito.

 

                                                             


  

     Corría el año de 1982, cuando el martes día 2 de marzo, dos individuos encapuchados, perpetraron sobre la una y media del mediodía a mano armada de punta de pistola, un atraco en la sucursal del Banco Español de Crédito de este pueblo, ubicado en la calle Esperanza, número 68, y tras reducir a los empleados, se apoderaron de un botín de 912,000 pesetas se dieron a la fuga en un coche Renault 9, con matrícula H–8838-G, que tenían estacionado en las inmediaciones, del banco citado. En la entrada del local los ladrones levaban la cara cubierta por una capucha, y en su huida, los atracadores fueron interceptados por miembros de la Guardia Civil que se dirigían al lugar de los hechos, entablándose un tiroteo (en la hora que los niños estaban recién salidos de la Escuela, y muchos de ellos fueron testigos mudos de los hechos). Los ladrones hicieron caso omiso de la orden de detenerse y respondieron con otros. No obstante, los atracadores continuaron con la fuga en el citado vehículo, que tuvieron que abandonarlo al ser alcanzado unos de las ruedas por los disparos de la Guardia Civil. Posteriormente, los delincuentes se internaron en el campo donde fueron localizados, cercados y reducidos tres horas después a las 4,45 en la zona conocida como el “Coto del Villar” entre Bonares y Rociana. ´

   El primero de los atracadores responde a las iniciales V.M.M. es oriundo del vecino pueblo de Niebla, persona muy apreciada y conocida por muchos jóvenes locales, ya que llegó a regentar un conocido Bar-Pub en la esquina de la Plaza de los Peros, frente al cine local. El segundo es vecino de la villa de Almonte, responde a las iniciales A.T.P. este hombre estaba recién llegado de Nicaragua, tras haber participado como mercenario en las guerrillas de los “Contras”, pagado por los dolores norteamericanos para combatir a los miembros del F.L.N.

    Resumiendo, los hechos de nuevo sobre estos dos hombres, que entraron de golpe brusco en la en la entidad bancaria armados con una pistola y una escopeta de cañones recortados. Una vez dentro, los atracadores amenazaron a todos los empleados del banco, donde obligaron a su director a hacerles entrega del mencionado botín, para luego emprender la fuga a toda prisa.

     Fue el momento de dirigirse hacia el coche, que tenían aparcado en el llano, de lo que es hoy la actual Plaza de Andalucía, es cuando fueron interceptados por una patrulla de la Guardia Civil. El vehículo citado anteriormente con matrícula de Huelva, pertenece al cuñado de unos de los atracadores.

      Según un vecino local, se encontró como testigo presencial, cuando este hombre se dirigía a la oficina para realizar una operación bancaria como pudo observar, antes de entrar en el banco, que las personas que se hallaban en su interior tenían los brazos en alto y dos individuos de espaldas parecían amenazarles con alguna arma, por lo que supuso que estaban atracando el banco y se apresuró a toda prisa avisar a la Guardia Civil de lo sucedido. Fue entonces cuando se encontró con un miembro de la Policía Municipal el cual alertó a una pareja de la Guardia Civil que se encontraban de patrulla por el pueblo.

    Enseguida el coche de los ladrones fue interceptado cuando intentaban la huida, y hacer estos casos omisos al alto, es cuando se establece un tiroteo entre los guardias civiles y los malhechores, en el que, según testigos presenciales, uno de los atracadores resultó alcanzado en el hombro por unos disparos.

También en opinión de los testigos allí presentes incluidos niños, a la orden de detenerse por parte de los guardias civiles unos de los ladrones respondieron con un disparo, que estuvo a punto de alcanzar a unos de los civiles, con lo que tuvo que replicarle.

    Sin embargo, los atracadores consiguieron darse a la fuga y la patrulla de la Guardia Civil se dispuso emprender la persecución para darle alcance. Posteriormente, los dos delincuentes tuvieron que abandonar el coche en el que intentaron la huida al haber sido alcanzado, en el momento del tiroteo, unos de los neumáticos y el cristal trasero del coche.

   A partir de este momento, los miembros de la Guardia Civil de este pueblo alertaron a las patrullas de su mismo cuerpo de Almonte y de Rociana para intentar detener a los atracadores que se habían internado en el campo. Los medios desplegados por la Guardia Civil, muy efectivos, acordonaron el lugar para que a las 4 y 15 de la tarde, apresaron a los delincuentes en la zona conocida como el “Coto de Villar”.

    El botín recuperado asciende a 744,000 pesetas, cantidad que no coincide con la del Banco Español de Créditos declaró que fue de 912,000 pesetas, aunque es muy probable que los responsables de la entidad bancaria no realizaron el recuento debidamente, fruto según ellos del estado nervioso de los mismos tras producirse el atraco. (cuando la Justicia firma el inventario del dinero robado, resulta que hay 17,000 pesetas de más en la cuenta, que era propiedad de uno de los gafes atracadores).

    La Policía no descarta la participación en otros atracos en el mismo pueblo de Bonares en la Caja Provincial de Ahorros, otro en Punta Umbría y en Hueva capital, que sigue las investigaciones sobre ellos, mientras estos ladrones pasaran de inmediato a disposición del Juzgado de Guardia.

José García Díaz, y del Huelva Información.

 

 

viernes, 5 de diciembre de 2025

Apuntes y notas sobre la matanza del guarro.

 

                                                     


          

     La matanza casera del cerdo tiene en toda España una gran costumbre sociocultural, derivada de su papel en la alimentación de la conocida clase media rural.

       Las raíces de este significado pueden buscarse en el Paleolítico, según el historiador y sociólogo alemán Arnol Hauser y otros especialistas cuando se observan las pinturas rupestres una magia de índole utilitaria, creada por el hombre con el exclusivo fin de asegurarse el alimento, siendo estos los primeros actos rituales en relación con el ciclo alimenticio humano que encontramos en las páginas de la historia, sin considerar otros ritos dudosos muy anteriores.

      Con el transcurso de los milenios, las actitudes del hombre a propósito de sus fuentes alimenticias van cambiando, merced a la introducción de nuevas tecnologías, que en el Neolítico-domesticad a los animales- despegan espectacularmente para que el mundo alcance una población social y comience a presidir el devenir histórico.

     Por lo que respecta a la matanza como factor alimenticio. En la Hispania romana se harán célebres por todos el Imperio los jamones cerretanos – del Pirineo-, de los cuales ya hablaba con entusiasmo Estrabón. Conservarán su importancia asta finales del siglo III, ya que figuran en las listas de productos, precio y salarios -Edictum rerun venalium- que en su organización general del Imperio público Diocleciano. Tenemos también documentación para la Sierra de Aracena, las matanzas en la época visigoda, naturalmente sin los datos necesarios para reconstruirlas hasta el nivel deseable.

    La invasión musulmana de zona (711-1239), constituye un corte cultural decisivo para las raíces de costumbrismos matanceril, pues sabido es que los musulmanes no utilizan el cerdo como alimento. Hay que esperar a la Reconquista y subsiguientes, para ver de nuevo implantado –e importado- el hábito de las matanzas caseras en la Sierra de Huelva, y ahora, con tal empuje que llevará a Jabugo, Aracena y Cumbres Mayores a los primeros puestos mundiales en cuanto a productos derivados del cerdo.

     Siendo pues finales del siglo XIII y principio del XIV la introducción de la matanza, nos haremos eco a continuación de la sugestiva teoría que nuestros amigos de los Romeros-Jabugo- entre ellos el “poeta de la Sierra” están tratando de documentar, según la cual, unos Rumeo del Pirineo cátalo-aragonés –recuérdense los jamones cerretanos- habrían llegado a principios del siglo XIV a un principios del siglo a un paraje próximo a Jabugo (el actual Los Romeros), estableciéndose allí para dedicarse a la matanza del cerdo.

      Los argumentos que poseemos, en el estado actual de esta investigación, aconsejan por ahora tal hipótesis, ya que todos los elementos, vocabulario, usos y costumbres de la matanza –el cerdo, el hogar, los utensilios y el sacrificio propiamente dicho-, apuntan una vez más a orígenes leoneses, no exentos de influencias bajo extremeñas para esta “fiesta de la alimentación”.

                                                         


   

    De los cerdos o gorrinos, se dice que cuando están mamando son lechones (Los Marines) o pirinos, (Valdelarco, Navahermosa). Si no crecer lo debido respecto a su edad, se les llama agostizos (Fuenteheridos), galaflantes, o que sean quedado como cuínes.

En las zahúrdas o porcina, se crían y engordan los cochinos. El estierco que producen se aprovecha como excelente abono. Comen en el dornajo donde se hartan de rollón, agua, pringa y desperdicios. Para cebarlos se usarán luego castañas, maíz, bellotas, pero caídos y lo corriente hoy – piensos artificiales. Antiguamente, cuando estaban estirando el lomo, iban en piaras al campo conducidos por el porquero o concejil. Este, mientras estaba guardando guarros, los gobernaban dándoles jurrios y golpes con una varita fina de acebuche o de adelfa que cimbreaba.

     Si el guarro carece de rabo o lo ha perdido, se le llama curto. Cuando se quiere evitar que rocen el terreno o jopeen en la puerta de la cuadra, se los coloca una anilla en el hocico y si tiene plaquitas blancas en la papá se les llama marmellados. Sus enfermedades más corrientes. –aparte la terrible peste africana para cuya erradicación tantos esfuerzos la sanidad española, además la morriña, la pesuña, llamada también como la pizota y la triquinosis, triquina, trichina o trianchina, sólo detectable al microscopio del veterinario. Para el engorde se suelen capar, hoy por titulados, antaño también por los capadores.

    Una vez gordos, cuando pesan de 10 a 12 arrobas, más o menos están listos para la matanza. En la casa que se va a matar un guarro, se tiene preparado ante todo un buen lacho de candela; los avíos deben encontrarse en perfecto estado junto a la chimenea: las atenazas, o bien los muelles, el morrillo, un buen tueco de encina sobre el que descansan los palos y las taramas; los llares de las que cuelgan el caldero, en la que el agua hierve a borbotones, el asador para el tocino granilloso, las castañuelas o castañetas, las pajarillas y otras presas que se pueden asar el mismo día de la matanza.

    Las espartillas y la espumadera tendrán también su oportunidad, completando las es trébedes y el badil el ajuar del fuego, que chisporrotea alegremente dando calor a los que van ayudar en la matanza, durante las gélidas tardes del invierno serrano.

    En el patio, o corral -según la casa-, esperan los lebrillos vidriados, los tableros, el banco, el cubo de hojalata para la sangre, los ganchos de abrir y los casos, o bien unos hierros para despellejar llamados respetas. No faltan en el escenario un par de haces de carquesa o de abulagas para chamuscar al guarro, y por supuesto, las herramientas como el cuchillo, el hacha y la chaira.

Tras el sacrificio, el cerdo, ya desangrado y raspado, se tiende boca arriba y mientras varios hombres lo sujetan por las cuatro patas, el matador procede a abrir, rasgando el cerdo de uno a otro extremo. Enseguida se extrae la hiel- que hasta eso se aprovecha del cochino, pues colgada y seca tiene propiedades curativas- Luego se van dando cortes con habilidad, hasta sacar todas las tripas, que van al tablero grande o artesa, donde comienza ir a lavar las tripas al arroyo, o al barranco. Al lavarla se encallan con sal y naranjas y después se hierven en la caldera. El cerdo, ya desprovisto de las vísceras se deja partido en dos mitades en el suelo de la bodega durante 24 horas, para que se enfríe y esté bien tieso al otro día, en el que, de nuevo el carnicero en casa, procede a deshacer, separando jamones y paletas, cortando en trozos el tocino (de papada, panceta y tocino blanco) junto con el espinazo, que sale adherido al rabo, y descuartizando en fin todo el animal. Como las mantas con las costillas, etc.

       La cabeza se deshace también, y se extrae la sesada, con el pectoreo y las orejas.  (como en Bonares y en su Comarca). Toca el turno ahora la operación de picar carne. Esta se realiza bien a mano –a cuchillo, por varios hombres, que revelan la singular destreza de trinchantes-. Las primeras morcillas que se hacen en la matanza son las de los pueblos de la Sierra; luego las de sangre, los chorizos, la morcilla de entraña, el salchichón, el chorizo-lomo en blanco, y el rico lomo embuchado. Para embudar chorizos y morcillas, que se usan en este pueblo desde el medievo, la máquina de embutir, se llama el porro. Su estructura de madera, sus embudos de chapa, su larga palanca y el émbolo de roble o encina le confieren un aspecto de armatoste de otras épocas. Hemos conseguido documentar la aparición de este artefacto, lo más al Norte, en la Sierra de Gata (Cáceres) donde es conocida con el nombre de masón, por donde en la Sierra de Huelva, es donde se utiliza actualmente. En la zona celebres de matanzas más al Norte, como en la Alberca (Salamanca) es desconocida.

    Con hacer de las empellas la manteca blanca y colorada a través del pimiento molido y los chicharrones; luego hay que colgar la chacina de la talanquera para que escurra y freír la higadera o asadura que se conservará en manteca o aceite de oliva, sólo nos falta salar los jamones en la bodega para considerar terminada la popular matanza.

 Por Rodolfo Recio, en Alajar en 1981. José García Díaz.

 

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lunes, 1 de diciembre de 2025

El misterio de las minas de fosforitas.

 

                                                                             


   

 

     Una de las tres de ella, se llamó con el nombre “San Pascasio”, y fue tan singular y curiosa como el nombre de su bautismo.

       Dentro de las grandes aportaciones y curiosidades, que ha presentado la vida local de este pueblo es algo original, la mayor parte del terreno de su término ha sido conocido como “los barros, están formado por yacimientos de "caolita" de 1ª categoría para la elaboración de cerámica y materiales de construcción como ladrillos, tejas etc.

    Además, tenemos, algo de “tierras raras” cono así lo califica la Consejería de Industria, Energía y Minas de la Junta de Andalucía y la determina de la siguiente manera:

    Las conocidas como “Arenas de Bonares”, es una formación geológica del periodo Plioceno superior, que se encuentra cerca del pueblo de Bonares. Y no son las arenas de una playa moderna, sino depósitos de sedimentos marinos de esa época que quedaron expuestos con el tiempo, caracterizados por su composición arenosa y, en ocasiones, por la presencia de conglomerados y óxidos rojizos, que la encontramos en la parte altas de los cabezos locales, encima se reservan el valor económico que podrían tener actualmente su explotación, si es que fueran necesario.

          La incógnita mina llamada “San Pascasio”.

             Gobierno Civil de la Provincia de Huelva.

   Expediente de la concesión minera de Fosfato de fosforita el 22 de febrero de 1892.

     Don José Pérez de la Vega y Coto vecino de la ciudad de Huelva, con cedula que ya tengo presentada, me dirijo a usted señor Gobernador, con el debido respeto, expongo que en el término de los pueblos de Bonares y parte de Niebla, conocido con el nombre de Hilo de Piedra, cuyo propietario del terreno es de don Rafael Prieto Carrasco, y hermanos vecino de Bonares, linda al Norte con el Carril de los Moriscos, y con el camino que va de Niebla a San Juan del Puerto y por los terrenos nombrado Bermejal perteneciente a don Joaquín Carrasco vecino de Niebla.

                                                       


  

              Al Sur con don José Vega Carrasco vecino de Bonares, al este con las estacadas de olivo en tierra de don Juan García Molín, y de nuevo con don José Carrasco Vega, y al Oeste con terreno de don José García Pulido y de don Diego Guzmán, es por donde deseo adquirir, treinta y cinco pertenencias mineras con el nombre de San Casiano, para la extracción de fosfatos de cal y otros metales que me propongo descubrir.

       Verifico la designación registrada anteriormente, situada junto de la piedra conocida como “La Pisada del Caballo de Santiago” tan querida y apreciada por los vecinos locales.

    La mina cerró un mes después, el 30 de marzo, debido a su bajo rendimiento económico, pero lo más curioso que a tan solo cincuenta metros de esta, en el mismo mes se abre y explota otra del mismo material de Fosfato de cal de fosforita, por otro fuerte industrial de Minas de Huelva, como era don Manuel de la Corte Delgado, encima la bautiza con el nombre de la mina  "Calle de la Amargura” para cerrarla 8 meses después el 17 de diciembre de este año de 1892.

     Pero es que, en otros cincuenta metros, ya se había abierto la primera mina de fosfato en enero de 1867, que perduró por tiempo de 12 año, ya que cerró en 1872, que portaba el nombre de “Fortuna” por su gran rentabilidad económica para el industrial don Francisco Pinto del Valle. Todo estas actividades sobre el Fosfato de cal, se debía al alto rendimiento que ejercía en el sembrado del trigo y demás cereales como abono fertilizantes gozando de buen precio en aquellos días, ya que lo que se utilizaban normalmente era el estiércol como guano.

     Como es posible que esta zona minera de este pueblo, alojada en el paraje conocido como “La Cantera” podían contener en sus terrenos hasta la explotación de 16 minas de minerales, que comenzaba en el puente de la autopista de Bonares a Niebla, para terminar en el puente sobre el Río Tinto.

No cabe duda alguna que esto solo pasa en este pueblo.

José García Díaz.

 

   

viernes, 28 de noviembre de 2025

La mina de hierro "San Rafael".

 



                                                                    

         La curiosa mina de hierro, que se encuentra a 500 metros del casco urbano, y desconocida por la mayoría de los vecinos de esta villa nombrada "San Rafael".

  En las oficinas del Gobierno Civil de esta Provincia en 1899. Dentro del expediente nº 8442, aclarando lo siguiente:

   “ Don José Martín Querido, vecinos del pueblo de Minas de Río Tinto, provisto de la célula personal de 11º clase con el número 4.593, que solicitado en el día 4 de noviembre ha solicitado permiso para el proyecto de la mina siguiente: Que en el término del pueblo de Bonares, en el sitio llamado la “Zahurdilla” propiedad común de este municipio, que linda al Norte con los pinares de Propios, al Sur con la huerta de don Ildefonso Prieto; con el Saliente, también con la huerta citada, juntos con terreno municipales; con el Poniente con el camino rural de Bonares a Niebla; por la cual solicita 12 participaciones de mineral de hierro de la 3ª categoría, con el nombre de “San Rafael”.

     Verificada esta designación en la forma siguiente que exponemos: Se hará como punto de partida el citado terreno, en el cual se extrae arena para las obras del pueblo para mezclarla con cal. (Esta zona de montes arenosos, mantenían hasta siete hornos para la elaboración de cal, contando con la esquina, situada enfrente de lo que era el campo antiguo de futbol, contaban con los dos expresados hornos, propiedad del industrial Lucas Coronel, cuya actividad empresarial perduró hasta los años ochenta del siglo pasado).

 Demarcación, por parte del Cuerpo Nacional de Ingenieros de Minas, del Distrito de Huelva, don Domingo Jiménez Fuente como Ingeniero, acompañado del auxiliar temporero don Ricardo Caballero Delgado, me organizo en el paraje de la Zahurdilla del común de los vecinos del término municipal de Bonares, para proceder a su demarcación de doce aportaciones para el registro San Rafael.

   Comenzando el acto con el interesado, que se encuentra presente, y habiéndose obtenido resultado del reconocimiento del terreno, se da comienzo a proceder a efectuar la operación en la forma siguiente.

                                                         


     

    Se toma por punto de partida, la parte más alta del terraplén, cuya entrada del camino del pueblo, tiene como puerta el camino vecinal de la casa dela huerta de don Ildefonso Prieto, marchando al Sur veinte y cinco grados treinta minutos al Este, al camino de la casa de campo de Braulio Montes, en el Oeste veinte grados Sur, camino de la casa Paneti en la de Oeste cuarenta grados Norte.

    Quedando de esta manera, partiendo del referido punto de partida se medirá cincuenta metros al Este por donde se colocó la primera estaca en campo municipal. De esta se medirá cincuenta metros al Sur y se colocará la segunda como las dos siguientes en terreno de Pablo Carrasco. De aquí se medirán cien metros al Oeste. De estos cien metros al Sur y tercera. De estos otros cien metros al Sur y cuarta. De estos cien metros al Oeste y quinta estaca próxima al camino de Bonares a Bollullos. De estos doscientos metros al Norte, y esta como las dos del Norte, en terreno de los herederos de José Fernández, demarcadas en cuatro pertenencias con una superficie horizontal de cuarenta mil metros cuadrados que lindan por todos con terreno franco.

    El limbo de la brújula en que se operó esta división en trescientos sesenta grados, siendo su declinación de diez y seis grados cuarenta y cinco minutos al Oeste.

  A los Sur ciento cincuenta metros; al Saliente cincuenta metros; y al Poniente doscientos cincuenta metros, que toda cantidad unidas, formarán las doce pertenecías. Por lo suplico a usted señor Gobernador, para que se me haga ser admitidas esta instancia.

    El 24 de marzo de 1899, queda admitida las pertenencias de la mina de hierro, por el cual se le notificará al señor Alcalde de Bonares, después de cumplir con las Leyes vigentes, como es tener este edicto expuesto durante dos meses en el tablón de anuncio colocado en la Secretaría de este citado Cabildo

   La mina finalizó su trabajo en marzo de 1907, para pasarla meses después en junio de 1908, a régimen de alquiler de su explotación a un vecino de este pueblo, que la mantuvo activa hasta el año de 1943, por donde podemos entender con buenos resultados en sus momentos, dado que mantenían un grupo de 5 a 6 peones, para rebajar y palear en la carga de los dos carros que disponían, para bajar la Cuesta de la Venta de Isidro el Manco, para hacerlo girar a la izquierda por el camino del Puente de Hierro, pasando las tierras del Encinasola, buscando el embarcadero del ferrocarril del industrial don Buenaventura Rivas, que aún perduran su  buena conservación para su traslado a las minas del Río Tinto.

José García Díaz.

 

lunes, 24 de noviembre de 2025

Buscando oro en el río, sufragado por Minas Río Tinto..

                                                                                 


    

                                                                  

     Corría el año de 1981, cuando el jueves 19 de noviembre, recogía la siguiente noticia en el diario Odiel: Buscadores de oro en los ríos de León, como se hacía en la mina de “Arena Aurífera” de este pueblo de Bonares, hace 120 años atrás en el Río Tinto de este término.

     Donde cada día se batea trescientos Kilos de tierra del río para dejar siete kilos escogidos de los que se extrae un gramo de oro.

     De momento no resulta rentable el trabajo, pero confía en encontrar más cantidades mayores de oro.

   El nombre de esta persona es de Antonio, y es uno de los pocos bateadores que aún queda en España. Durante ocho horas diarias en batear toneladas de tierra con una criba que más bien se asemeja a un sombrero chino, con el objetivo de encontrar pepitas de oro; donde hay que dejar trecientos kilos de tierra en solamente en siete. El resultado es, de momento, poco rentable dado que solo se saca un gramo de oro al día.

       Alguien podría haberse imaginado, aquí nos encontramos en las lejanas tierras del cine americano, contemplando a un aventurero que ha buscado riquezas. Nada de eso, nos encontramos en Castrillo de la Valduerna, a veinte kilómetros de Astorga, la capital de la Maragatería leonesa.

      En la foto tenemos expuesta, el hombre que vemos en la foto de este diario hace la labor de un “técnico”, un bateador con muchos años de oficio, contratado por la empresa Río Tinto, que lo ha traído a León desde sus tierras cordobesas para buscar oro.

    Tampoco está solo, ocho hombres de la misma empresa lo acompañan con contrato de seis meses, más dieta de traslado para su alojamiento, aunque a todos les guía un cierto afán de aventura al elegir un trabajo en que la técnica y la suerte se guiñan de frente.

   De cualquier forma. Al llegar a las instalaciones a uno le asalta la duda de un posible retroceso en el tiempo, Las técnicas de prospección es la búsqueda del oro no son diferentes, a primera vista, de lo que todos hemos visto en el citado cine americano. Una vez separadas las piedras de la tierra, ésta se deja caer por un canalillo de madera por el que discurre un reguero de agua. Este viejo sistema utilizado por los romanos hace dos mil años en estas mismas tierras. La tierra y piedras han sido arrancadas dejando unos hoyos de hasta cinco metros de profundidad, hasta que se encuentran las arcillas rojas, bajo las cuales no hay posibilidad de riqueza.

     De todo el pozo, varias toneladas que se extraen con excavadoras, se obtiene en el canalillo un concentrado de minerales pesados que suponen unos doscientos kilos. Antonio será el encargado a continuación de batearlos en el río Duerna.

   Se desconoce la cantidad, pero oro existe. La demuestra las minas y diversas excavaciones que dejaron los romanos en la Sierra huelvana, como en la zona del río citado de Duerna. Sino en Las Omañas, e Eria, el Sil, etc. La Legión VII romana, que después daría lugar el nacimiento de la capital leonesa y su nombre al asentarse entre los ríos Esla y Barnega, levantó su campamento en Astorga y recorrió palmo a palmo el terreno, de río a río, construyendo explotaciones de “arenas auríferas” en toda la geografía de la zona.

                                                   


                   

     Mientras observamos el proceso de búsqueda del oro, se encuentra una pepita de ciento diez miligramos, valorada en unas ciento cuarenta pesetas. Pero estos nueve hombres no se desaniman. Se trata, en principio, de meras prospecciones.

     Los cinco kilos en que Antonio ha dejado convertido los doscientos kilos de minerales son llevados al laboratorio, donde se les añade agua y mercurio, removiendo la mezcla en un recipiente. El mercurio tiene la propiedad de absorber el oro que se libera de todas las impurezas que le acompañan.

   Se separa esa mezcla de mercurio y oro, conocida como “esponja de oro” y se introduce en un crisol para ser fundida dentro de un horno pequeño. Donde se le pone encima  plomo para que al fundirse arrastre todas las impurezas que aún quedan y que serán chupadas por los poros del crisol. El resultado de todo este proceso será una bolita redondeada de un gramo: es oro. El trabajo de un día entero.

    La cantidad es pequeña, naturalmente. Pero se tiene la esperanza de que algún día estos trabajos puedan ser rentables.

Hace unos años, cuando este metal valía a 35 dólares la onza, era una aventura sin salida, y por esa razón se abandonaron unas primeras prospecciones iniciadas en 1970. En enero de 1980 pasó su precio a 800 dólares la onza y en la actualidad se ha colocado a pocos más de 400. Todavía puede ser rentable la investigación.

    La otra cara de la historia está en las gentes de este pueblo de Castrillo de la Valduerna y, en general de estos pueblos maragatos, medio abandonados por el fenómeno de la emigración de los primeros años de la pasada década. Para ellas es todo un acontecimiento tener buscadores de oro en sus calles y en sus bares. Todos los pueblos han visitado ya las instalaciones en alguna ocasión y, aunque apenas alguno conoce sus nombres, todo saben en cada momento qué lugares investigan y los resultados. No hay que preguntar por los hombres de Río Tinto.

Pregunte, si desea visitar la zona, por “los hombres del oro” ¡Ah! Están ahí cerca, pasando el puente, le contestarán.

Por Fernando Aller.   José García Díaz,

viernes, 21 de noviembre de 2025

Las minas de Bonares.

 

                                                     


        

         Dentro de la historia local de este pueblo, cuando nos referimos a minas de minerales, debemos de tener en cuenta, que  si hemos tenido algunas muy curiosas, pero sobre todo yacimientos que llamó mucho la atención tanto, que fue recogida por los diarios de aquella época como una gran noticia sobre la mina de petróleo, y en eso quedó debido con poco tiempo después no era rentable; también curiosa fue en su día la explotación del yacimiento de las arenas de la Zuhardilla, para su traslado a las minas de Río Tinto.

       Pero sin duda, la más importante, la que ha formado parte de la economía local, durante cerca de 2000 años ha sido los yacimientos de barro, donde estuvimos que esperar en marzo de 1974, cuando suena por primera en el diario Odiel, un yacimiento romano en este pueblo contando con un Mosaico, donde yo pude verlos de cerca, y recuperado por el Arqueólogo don José María Luzón, donde ya afirmaba y daba entender, que era una pequeña villa romana, junto con el arroyo que se encuentra, a la derecha del Cementerio, y observando restos superficiales de hornos para fabricación de cerámica.

        Casi 30 años después, aparece por este pueblo un profesor del Área de Arqueología de la Universidad de Huelva, don Juan Aurelio Pérez Macía, con un gran proyecto consigo, que fue elaborar la “Primera Carta Arqueológica de Bonares, que lo costó muchos años para ello. (Ya que pocos pueblos de Huelva, y dentro toda Andalucía la dispone para su estudio local, hasta terminar su investigación sobre el año de 1500, donde a partir de esta fecha, lo poco que se resalta de la historia de Bonares, es lo recogido en este humilde Blogger de “Pinceladashistórica”).

       Dentro de sus muchos, e interesantes trabajos sobre Bonares en tiempo de los romanos de este profesor, tenemos que recurrir a una publicación de una revista francesa sobre Arqueología, bajo el titulo de los talleres de cerámicas y la producción de alfarería, en los olivos de “Pínguele” junto al Río Tinto, en el paraje de las “Gagas” de este término de Bonares. Donde aparece los restos superficiales de miles de ánforas, destinada al transporte de vinos, aceite y las famosas salsas del pescado, dejando muy claro que era un sitio industrial de primer orden, contando con la gran cantidad de restos hornos que se encuentra por los alrededores.

                                                             


 

     Mil años después en el centro del pueblo, en el lugar conocido como “La Barrera” junto el barrio del “Nuevo Arenal”, es donde el citado profesor, lo califica en su trabajo titulado como “El poblamiento hispano musulmán en la campiña de Bonares” dejando, calificados los cabezos citados de la Barrera, una zona de fuerte implantación industrial, teniendo como materia prima la cantera de barro, además en  su subsuelos se encuentra llenos de cuevas de silos almacenes, que han salido apareciendo con los años para decir que, en todas las atalayas locales, se encuentran restos de estos silos almohades.

      Son siglos y siglos, donde las minas del barro de este pueblo, han dado una forma de vida, a generaciones de vecinos locales para dar por terminada en su mayor abandono, y la ruina en su totalidad dentro de una parte de la economía local.

      En el A.P.H. encontramos otra singular mina dentro de las curiosidades de este pueblo, y dada de alta en el Gobierno Civil de esta Provincia el día 18 de mayo del año de 1858, Presentada en estas oficinas siendo las 10 de la mañana, al Oficial de la 1ª Sesión B, Cabañas haciendo constar lo siguiente:

     “Don Eluterio Pérez, de cuarenta y cuatro año de edad casado natural de Isla Cristina, vecino de la Palma, fabricante de aguardiente, y don Juan Tallafer, vecino y natural en la misma citada anteriormente. Su representante en este distrito es el señor don José Carrasco, de veinte y ocho años de edad, estado casado natural y vecino residente en el pueblo de Bonares, que ejerce como propietario. A los que debidamente exponen: que desean adquirir con arreglo a la Ley de Minería, dentro de la Real Orden del 6 de julio de 1850, la propiedad de dos pertenencias de las minas de “Arenas Auríferas” (Esta mina y su explotación, donde mejor queda explicada, es cuando vemos las películas americanas de Oeste, donde los gringos buscan oro, en los ríos de Montana, o bien en Canadá). Situada en el paraje conocido como “La Gaga” cerca del yacimiento de los “Olivos de Pinguele”, y de los de “Manuel el Petaca”, teniendo cerca el arroyo del Vervig, frente el Río Tinto dentro del término municipal del referido pueblo de Bonares, nombrado para ello el derecho de propiedad por el tiempo del citado permiso oficial, para el establecimiento del beneficio de la citada mina”.

     La mina solicitada, llevará el nombre de “La Vivera”, (debemos de creer o suponer que sea vinculado a la ribera del Río Tinto).

   El terreno donde se encuentra, es de varios propietarios todo el contorno, dado que linda por el Este, con tierras del Convento de Santa Clara de Moguer, al Oeste con otra Capellanía, cuyo beneficiario es vecino de Villalba, al Norte con el río Tinto de Niebla, y por el Sur, con tierras de Fernando Santos.

    Por lo tantos los de aquí, los tres presentes suplicamos se sirva la presente, la solicitud para que esta mina pase a su Registro, demandando el oportuno resguardo de apremio, los tramites en la Ley y reglamento del ramo, para su Expediente al Ministerio de Fomento, para que se nos haga la concesión de esta citada mina, para que se no expida el título de propiedad. Para que de esta manera se proceda en justicia para esta labor.

   Sobre la búsqueda y extracción del apreciado oro, hay varias documentaciones sobre el tema, dentro del A.P.H. uno de ellos tiene el expediente 18450, siendo una sugerencia redactada a máquina en el año de 1934, donde el Ingeniero Jefe de Minas de la Provincia, se dirige al ilustrado Ingeniero de Minas, de este pueblo don Ildefonso Prieto Carrasco, sobre su opinión de los restos de piritas, que se encuentra en los bordes del cauce del Río Tinto, desde el término de Bonares hasta la estación del ferrocarril de “Gadea” en Villarrasa, para saber la rentabilidad sobre ello.

    No encontramos documentos, sobre la opinión de la observación superficial de parte de don Idelfonso Prieto, sobre la citada sugerencia, antes los difíciles y complicados años de 1934, del siglo pasado.

José García Díaz.

 

domingo, 16 de noviembre de 2025

La vida local en este pueblo en 1882.

 

                                                     


        

 

      En la villa de Bonares, siendo sábado día 5 de enero de 1882, reunidos en el Ayuntamiento en su Sala Capitular, bajo la Presidencia del señor Alcalde don Mariano Suarez Martín, proponiendo a esta Corporación, la necesidad de abonar los gastos hechos por el Comandante del Puesto de la Guardia Civil, relativos, al montaje de la oficina, junto con sus utensilios necesarios para esta nueva Casa-Cuartel, cuyos importes pasarán con cargos a los presupuestos municipales.

    Luego se atiende a la reclamación, presentada a esta Corporación por don Pascual Carrasco Guzmán, sobre el pago de ochenta y siete reales, procedente de hierros que suministró para la compostura que se le hizo al reloj público, en el año de 1878, el Ayuntamiento le responde, que de momento no tiene constancia de este hecho, realizada por el Ayuntamiento anterior donde podrían tener justificante; la Corporación no acepta el pago de esta reclamación, hasta que no se presente el justificante necesario.

    Igualmente, se nombra al Concejal José García Coronel como recaudador del canon de la Dehesa de Propios, durante el corriente ejercicios.

     En primero de febrero, la Corporación acuerda contratar a un nuevo facultativo dado que el titular don Francisco Mota se encuentra actualmente convaleciente y no puede atender a los enfermos. Por lo tanto, se acuerda contratar a otro médico en la mayor brevedad posible.

     En el apartado de la Beneficencia, se atiende a la instancia presentada por el vecino de esta localidad José Coronel Barroso, donde pide ayuda para atender la lactancia de una niña, que se le ha quedado huérfana, a consecuencia de haber fallecido su esposa Josefa Carrasco de Toro, y carece de auxilio para ello, el Ayuntamiento enterado de los expuesto, y tras realizar las averiguaciones necesarias entre los vecinos, acuerdan no atender dicha solicitud, dado que este padre, dispone de los recursos necesario para contratar una nodriza y de su mantenimiento de la expresada niña.

     La segunda instancia la presenta otros vecinos, Diego Ramos Rebollos, pidiendo de nuevo otra solicitud a la Corporación, rogando que se le ayudaran con alguna pensión, a fin de poder ayudar a la mantención del cuidado de su padre, por el cual le es imposible hacerlo; la Corporación emocionada, por la tal petición, averiguando que tiene tres hijas más que debe de mantener.

  El Ayuntamiento por mayoría, acuerdan abonarle la suma de veinte y cinco pesetas diarias, dado a cuenta que, dentro de una semana, y a partir de ella entra marzo donde del primer día, puede usar la citada pensión durante el periodo de un año.

       El día 28, se improvisa una “Sesión Extraordinaria”, para dar lectura de la Orden Circular del Gobernador Civil de la Provincia, dando comunicación de la llegada de su M. el Rey a la capital el día 2 del próximo marzo para dirigirse a las Minas de Río Tinto.

 Por el cual este Ayuntamiento, ha nombrado una comisión, compuesta por el 1º Teniente Alcalde, don Pedro González Rodríguez, junto con los Concejales don José López Medina y José García Coronel, que felicitaran a S.M. en la Estación de Niebla cuando pasen para las Minas.

   Al mismo tiempo, se acuerda preparar una gratificación económica, destinada a la Banda de Música local que pasarán a los gastos de los fondos municipales, debido a la gran importancia que van a tener el toque musical, en cuando pare el tren y baje S.M. para que sea recogida en la Historia local.

    También se ha dado cuenta que, tras haber fallecido el Concejal Regidor Interventor, don Juan García Molín después de una larga enfermedad, se nombra en sustitución al Regidor Síndico don José García Coronel, para que preste atención al haber algunos libramientos anteriores, que no se ha podido realizar debido a la citada enfermedad del fallecido.

    El 20 de marzo, a propuesta del señor Presidente para nombrar una comisión que entreguen a los quintos, dentro de una semana a la Caja de Reclutas de la Provincia en Huelva, por lo que nombra para este cometido al Secretario de este Ayuntamiento don Emilio Avalos Soto, abonándoles los gastos que conlleven y presente.

                                                           


     

       Igualmente, el señor Presidente que, tras tener una reunión con la Junta de Sanidad, acerca de las muchas quejas dada por los vecinos de la localidad sobre la asistencia facultativas, del actual Titular don Francisco Revuelta; que a su juicio solo era motivada al numeroso vecindario, que aporta muchos enfermos que, viven en esta localidad, dado que solo en dos días ha tenido que atender a 500 pacientes, dejando al facultativo el deseo de igualarse con el vecindario, como se expresan de los trámites legales.

  La Junta de Sanidad, en vista lo expuesto y recogidas las reclamaciones por el señor Presidente, manda que se delibere la cuestión, sobre contratar a otro médico más en la cuantía de quinientas pesetas anuales. Pero atendiendo la necesidad de la falta del titular, y la responsabilidad que conlleva, el Ayuntamiento convoca una improvisada Asamblea, con los miembros de la Junta, invitando a los mayores propietarios locales a participar en esta convocatoria, donde se expuso cuatro de ellas, quedando aprobada por la mayoría que fue la definitiva, como era la de contratar de inmediato a dos médicos, con el salario de quinientas pesetas anuales a cada facultativo, cuya información será enviada al señor Gobernador Civil, para su publicación en el Boletín de la Provincia.

      En el mes de agosto, recibe este Ayuntamiento una orden de parte del Gobernador Civil de la Provincia, donde se declara cedido los contratos, celebrados la semana pasada, sobre el arbitrio del pan blanco y el pescado; el Ayuntamiento, acuerda con sacarlo a subasta, formándose nuevos pliegos de condiciones con arreglo a la instancia vigente.

   Debiendo de tener en cuenta, la clasificación si el pescado es de río de Huelva o de mar, no obstante, a que todo el que consuma se venderá a los precios que tiene los tenderos estipulado por este Ayuntamiento, para proveer a los vecinos locales.

       Seguidamente, el señor Presidente informa a la Corporación, de la mala situación que están pasando los jornaleros locales, con motivo del año tan secano y calamitoso, se tomen todas las medidas necesarias para aliviar la situación de los braceros. La Corporación acuerda, que se dirija Oficio al señor Gobernador, para que, de los fondos de Calamidades pública, se le conceda la suma de “cinco mil pesetas”, con las cuales se podían contratar gran parte de los trabajadores locales, para arreglar los caminos vecinales de esta población. (En aquellos años, el Gobernador Civil supervisaba y controlaba todos los ingresos y gastos de cada pueblo de esta provincia).

     Días después, esta Corporación recibe una instancia aportada por el Maestro de la Escuela Completa, don Antonio López Pulido, junto con la de Maestra de niña, María Rocío León, el primero pide ciento cincuenta y tres reales, con veinte y ocho céntimos, que se le debe por el complemento de material, más otros quinientos reales de atrasos anteriores, ya que le es muy difícil sobrellevar esta triste situación que padece económicamente.

    Mientras la propuesta de la Maestra María Rocío León, es por igual complemento. La Corporación acuerdan, abonarles a los dos Maestros, la parte correspondiente a la deuda que mantienen con esta Alcaldía desde que tomaron posesión de ella, pero queda comprobar la deuda que tuvieron con el anterior Alcalde don Cristóbal Castillo, y no hacer su debida reclamación en su tiempo.

    En primero de octubre, como teniendo próximamente la fiesta de nuestra Patrona Santa María Salomé, la Corporación acuerda el nombramiento de la Comisión que ha dirigir los festejos, que son don Pedro Conejo Domínguez que ejerce como 2º Teniente Alcalde, don Pascual Carrasco Guzmán, don Rafael Prieto Carrasco, don José Carrasco Pérez, don Ildefonso Prieto Carrasco y don Cesario Saíz y Caos. Pidiendo al Interventor de Cuenta de este Ayuntamiento don Pedro García, inspeccionar todas las cuentas a los mayordomos de la Santa, desde el último que haya presentado las suyas respectivas, y estas hayan sido aprobada dando cuenta de su gestión a este Ayuntamiento para lo que se proceda, antes de fijarlas a las cuentas municipales, disponiendo los citados Mayordomos tres días para realizar esta operación.

    Dado que, para este año, se ha dispuesto ampliar los fondos recaudados junto con el sobrante de año interiores destinados en la reparación de las obras de esta Ermita, que se encontraba en bastante mal estado; creyéndose que las cuentas que se disponían entonces, podían cubrir los daños de las reparaciones, pero no fue del todo bien, ya que se tuvo que pedir ayuda a los fieles devotos, junto con la participación de este Ayuntamiento, como ha requerido el señor Cura Párroco.

  Igualmente, el Presidente hizo saber a la Corporación, que el profesor de la Escuela primaria, don José María Carrasco Bautista, le había dicho que el local de la Escuela pública, no se podría continuar para prestar este servicio, dado que el propietario del local quiere habitarlo para su provecho; la Corporación queda enterada, quedando en buscar otro sitio, en óptimas condiciones para este servicio.

   José García Díaz.