miércoles, 27 de agosto de 2025

Cuando la S.U.A. apostó por introducir el cine en su local.

 

                                                         


     

 

    Corría el año de 1981, cuando la Junta Directiva acuerdan la compra de un proyector cinematográfico Súper 8 mm. Conocido en aquellos días como cine familiar, ya que unos cuantos vecinos lo tenían en propiedad para su uso particular, donde se observaba que podía ser de gran utilidad emplearla como una nueva actividad cultural para este centro.

   En el mes de agosto, a propuesta del directivo Diego Barriga expone a esta Junta, que se va de vacaciones unos días, acompañado de su amigo Juan Mantero (que descanse en Paz los dos) con destino a Melilla, por donde podían comprar allí el citado proyector, a bien le informaron del mejor, que en aquellos años existía en el mercado, con un coste de 22,500 pesetas, tras el pago de la Aduana, (este modelo costaba en la Península, 34,000 pts.).

                                               


                    

   El proyector comprado era el Eumig Mark 710 D. donde lo ubicamos en unos de los mejores sitios que disponía este local, la bonita y entrañable en el recuerdo juvenil como era su discoteca.

   Para su estreno, recurrimos al Cine-Club más famosos e importante que había en Sevilla, sobre el cine súper 8 y 16, el conocido como Claret Film, en manos de una Orden Católica, donde nos aconseja su director, un cura progresista que alquilemos la película rusa el Acorazado PotemKin, seguidas de estrenos, como la “Asignatura pendiente”, el Diputado, ambas de José Sacristán, etc., etc. Por donde los asistentes colaboraban con una pequeña cuantía voluntaria, para sufragar los gastos que conllevaban el alquiler de los citados estuches con sus películas, con costes que suponían unas 1500 pts., más los gastos de sus traslados para traerlas y llevarlas.

  Un año después, se abre un nuevo cine-club en la vecina Huelva, donde siguió prestando servicio a esta Sociedad Unión Agraria.

   José García Díaz.

 

 

 

martes, 26 de agosto de 2025

La Guerra de Sucesión, en el Condado de Niebla.

 


                                                                  

 

       Ocurrida entre los años de 1702-1713, según los documentos alojados en el Archivo Municipal de Niebla, donde encontramos una breve documentación, dentro de lo que fue un conflicto internacional por la sucesión del trono de España tras la muerte de Carlos I, que duró los años citados,  y que supuso la entrada de la dinastía de los complicados Borbones en el trono español, poniendo fin al Gobierno de los Austrias, implantando una nueva etapa  de poder, para ser esta misma una copia de la que tenían los franceses, ya que tuvieron mucha suerte, dado que en este País español no se implantó la guillotina.

   Dentro de los documentos encontrado en el A.M.N. en el apartado sobre la Sección de Gobierno, junto con Ayuntamiento Pleno, Actas Capitulares y Quintas que, es donde se encuentra los años que determinaron el tiempo que perduró este periodo de guerra, por donde se dan cabida a los citados documentos bien digitalizados personalmente, por obra del historiador nieblero Pelayo Castillo Palacio, junto con Antonio Bonilla y demás miembros que forman el equipo de investigación de esta ciudad, ya que se encuentra dividido en fondos históricos y administrativo.

     La primera carta viene dirigida desde Cádiz, cuando esta se encontraba sitiada por la flota inglesa junto con la holandesa, en la conocida como la batalla de Cádiz, en el día 23 de agosto del citado año de 1702, firmada por el Capitán General de Andalucía, el Marqués de Bay para el Consejo de Justicia y Regimiento de la villa de Niebla, el Regidor de este Condado don Francisco Pérez Crespo. Pidiendo a todos sus lugares de jurisdicción que aporten un nuevo reclutamiento de levas, que se encuentran en el expediente de Quintas, así como la venta de bienes de propios, pero sobre todo ayuda económica para colaborar a financiar la guerra citada.

   Sobre el reclutamiento forzoso, se escogerán soldados entre los vecinos de este lugar, dentro de cualquier condición que se encuentren, a partir de tener los veinte años cumplidos, deberán tener obligación sin poder poner pretexto alguno para librarse de ello, seguidos también de los hombres casados. Solo  serán excluidos como siempre los nobles e hidalgos, los ministros de la Inquisición, los fiscales, los curas y sacristanes, aquellos menores de veinte años y los mayores de cincuenta ya que se les dicen encima que estos soldados reclutados contarán con la bendición Divina.

      El Alcalde de este lugar y Presidente de las Hermandades, se quejan a este Consejo de Niebla, sobre las aportaciones de vecinos para los soldados, que solo puedan dar para esta campaña dos mulos y un jumento como animales de carga, junto con cebadas y pajas. Ya que se tienen en este Regimiento de Niebla, un Capitán de Guerra Juan García Domínguez junto a  un Cabo con tres ballesteros.

   Este Regimiento, “marcharan a la playa” para incorporarse al de Gilbraleón para trasladarse por la costa hasta la de Cádiz. (Todo esto dentro mi poco entender de las lecturas de las caligrafías, sobre los citados documentos, que se encuentran con mucha suerte en buen estado de conservación).

                                                           


   No tardó mucho tiempo después, cuando la vecina Portugal se alinean con los enemigos de España, por donde de nuevo otra parte del Regimiento de Niebla, tiene orden de trasladarse para Ayamonte para mantener vigilancia contra la frontera portuguesa, y ponerse bajo las órdenes del Capitán General Marqués de la Florida.  Además, se recibe una Real Orden desde Sevilla, una carta sobre la prohibición por parte del Condado de Niebla, para que, todos los pueblos de su jurisdicción, no mantengan ninguna actividad comercial con la vecina Portugal, so pena quedar detenido y puesto a mano de la Justicia. La fuerte presión mantenida por el Ejército español, con la frontera portuguesa evitó el confrontamiento entre ambas naciones.

   El erudito historiador gaditano, escribió en 1880 sobre esta complicada guerra ocurrida en su tierra: Tras la orden del Capitán General de que las milicias estuvieran “prontas para marchar a los parajes donde se le señalare para resguardo y seguridad de las costas de Andalucía por los recelos de que las armadas de Inglaterra y Holanda vengan a estos mares”, de poco sirvió para aguantar la embestida de los cercadores, acompañado de bélicos aparatos, para quedar solo en estruendo de armas, con mucho ruido de guerra y todo diversiones de paz, pero para el peligro que amenazaban, se quedó solo en eso, en un simple amago, y se fueron para Vigo con todo la rapiña y saqueo que hicieron por algunos pueblos costeros, mientras en Galicia le esperaban el oro proveniente de las Indias.

José García Díaz.

viernes, 22 de agosto de 2025

Cuando en la S.U. A. implantó la primera revolución cultural en este pueblo.

 



    Siendo responsable de la Comisión de Cultura, José García Díaz.

   Esta actividad, se realizó el sábado 26 de junio de 1981.

martes, 19 de agosto de 2025

La película prohibida "Rocio"

 

                                                 


        

      Curioso caso de secuestro en plena democracia, de todas las copias de la película “Rocío” publicado el día viernes 12 de agosto de 1981, tras la aprobación de la Constitución de 1978, una vez que se había terminado la censura franquista impuesta al cine.

      MADRID, día 11, según Efe. - Por donde el titular de Instrucción del Juzgado número dos de Sevilla, es que ha ordenado el secuestro citado de todas las copias de la película “Rocio” del director Fernando Ruiz Vergara, y producida por Vicente Pineda. Dicha orden afecta a todo el territorio nacional.

   El film se exhibía actualmente en los cines de Madrid, Valencia y Malaga. En la sala madrileña Pequeño Cine Estudio, se recibió en esta tarde, un telegrama del Juzgado sevillano. La proyección de la tarde fue suspendida de inmediato, y el texto del telegrama ha sido instalado en la puerta de la sala. Se encontraba filmada en los años de 1976 y 78 en formato de 16 mm. Para que luego estrenarse en las pantallas de cine en 35.  Pero lo más curioso de este documental es que fue seleccionado por el Ministerio de Cultura, para el Festival Internacional de Cine de Venecia de este año de 1981.

   Mientras en Málaga y Valencia no han recibido hasta al momento, sin notificación alguna, por lo que su proyección ha sido en principio normal, pero luego tras salir publicada su secuestro, junto con la información ofrecidas por la radio y la Televisión Española, incitaron a muchos asistentes a presenciarla.

    En Huelva, como consecuencia de una querella presentada por una conocida familia de Ayamonte contra la citada “Rocío”, el Juzgado de Instrucción número dos de Sevilla, obligó que no se presentara la película en lo cine de Sevilla, Cádiz y Huelva.

    Quedando a la espera, de que la Audiencia Provincial viera la causa, este documental empezó a exhibirse en el resto de los cines de toda España durante un par de días.

   La denuncia presentada en los juzgados sevillano, la expuso los hijos de la familia de don José María Reales Carrasco, un exalcalde y terrateniente del pueblo   de Almonte, acusando al documental de difamar a su padre, y de ultrajar la romería del Rocío, dado que abordaba la religiosidad y el latifundismo que existían aun, por aquellos años en toda la Baja Andalucía criticado fuertemente a través del citado reportaje; los denunciantes confirmaron que era un grave ataque a la Iglesia, y a las élites asociadas a la romería. Se centraba principalmente, en la represión tomada por los franquistas en los primeros meses de la Guerra Civil contra los vecinos republicanos de este pueblo, aquellos trabajadores sin tierras, pendiente siempre que el señorito de turno le hicieran falta para sus labores, mediante un pequeño salario, que terminaron con la muerte de 100 almonteños, bien reflejado en la película con testimonio de los nombres de los falangistas que cometieron tales atropellos, en aquellos tristes días.

                                                   


     

   La censura, junto con la sentencia de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, sirvió para el arresto de dos meses de cárcel, y 50,000 pesetas de multa, al director del documental Fernando Ruiz Vergara, más pagar una indemnización de 10 millones de pesetas, en concepto de responsabilidad civil, por delito de injurias graves contra la familia Reales.

   Cuatro años después la película volvió a los cines españoles, con fragmento censurados, para que poco tiempo después apareciera en video en un conocido local de distribución de este pueblo.

   Con el tiempo se supo que detrás de esta Sentencia había una mano negra, muy negra con mucho poder e influencia en las más alta instituciones Cinematográfica madrileñas.

        Donde, dentro las mayores responsables en aquellos días, como vocal de la Junta de Clasificación y Censura de Películas Cinematográfica del Ministerio de Información de Turismo. Ejerciendo además la Jefatura del Departamento de Cine de la Comisión, y Conferencia Episcopal Española, representando a esta Institución en diferentes organizaciones católicas relacionada con el séptimo arte, entre otras muchas y grandes influencias sobre los festivales de cine como el de San Sebastián, Berlín, y Venecia.

   Esta influyente señora, era doña Rafaela Rodríguez Raso, que nació en Bonares el día 25 de abril de 1922, y murió en Madrid el 22 de octubre el día de su Patrona en el año 2006. Historiadora, periodista y critica del cine español, se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad de Madrid.

   Señora, que, como buena católica de este pueblo, ejerciendo en aquellos años su influencia en el mundo del cine; yo no puedo juzgar lo que tuvo que ver con la censura de esta película, por si acaso me denuncian a mí también.

José García Díaz.

 

 

miércoles, 13 de agosto de 2025

El triste final del monumento del Rey Sabio.

 

                                                       


 

 

     Así quedó publicado por parte del erudito cronista oficial de la vieja ciudad de Niebla, don Ramón Ortega Euguerrola hace ya más de cuarenta años, cuando ejercía como corresponsal local del Diario Odiel.

   Era el 15 de mayo de 1981, cuando en las páginas de este citado diario rescatamos el siguiente artículo dentro del apartado titulado como las “Cosas de Niebla”. “Derribo del monumento erigido al Rey Sabio, y en su lugar la construcción de un obelisco”.

       La triste desaparición del citado monumento donado por el Ayuntamiento de Huelva en el año de 1970, por el entonces Alcalde señor don Federico Molina Orta, con motivo de conmemorarse el sexto centenario de la creación del Condado de Niebla por el Rey Enrique II de Trasmatara, que sería erigido en la plaza del Generalísimo Franco, (también conocida como la Plaza de los Peros), donde se terminó de llevarse a efecto esta decisión por parte de la Alcaldía de nuestra ciudad, por haber sido muy afectada en sus cimentaciones por cierta desviación mirando hacia el río.

   Las placas que la adornaban el mismo y los leones, (unos de los símbolos de nuestro estandarte local), han sido depositadas en el local de la Cámara Agraria; como nos teníamos y así lo hacíamos constar en dicho trabajo: “… toda vez que por su volumen y su empaque artístico debe restaurarse con todas las garantías necesarias para evitar cualquier accidente y rotura del mencionado monumento…” “…como así también de otros materiales más dúctiles y livianos, estos daños se han causado y lo que quedado del mismo, las placas, si tendrán que ser arregladas de tal forma, que no quede fisura alguna.

   No ha sido afectados hasta ahora han sido los leones, pero sí el monumento entero que ha desaparecido, (dado que hay que reconocer que el material empleado no era el más indicados), como así también las dos placas que adornaban el mismo, como decimos anteriormente, donde una de las cuales, donde se reproduce parte de la Real Carta de población y concesión de Fuero, dada por el Rey Sabio (en el año de 1300, Era Hispánica, año de Cristo,1262), ha sido partida en un buen trozo en una de sus esquinas; la otra, la de la efigie del monarca castellano, aunque también partida, no afecta para nada al rostro del mismo; confiamos que con un efectivo retoque por persona entendida y competente, puedan quedar bien para volver a ser colocadas en los sitios donde se encontraban en el anterior monumento.

  Esta obra, declarada monumento en su día de gran valor, y con trazos de bellas líneas fue obra del arquitecto don Joaquín Moreno Daza.

   Mientras, el “obelisco” citado que se está construyendo por los albañiles de esta población y dirigidos por el maestro de obras de este Ayuntamiento, Carlos Gálvez Peña (el mismo que dirigió las obras de colocación anterior), ha sido diseñado por el pintor avecindado en esta población, Geraldo Vidal, da una idea de lo que puede ser este monumento al nieto de doña Berenguela, que irá rematado, según nos comunica el teniente alcalde, Manuel Feria García, bien por una bola de cristal u otro adorno, ad-hoc, iluminado en color.

   El material que se está utilizando en esta obra es a base de adoquines pequeños, ladrillo y piedra caliza. Llevará una zona verde, una fuente e ira todo él iluminado; un detalle que no nos gusta, y es que los leones aparecen de espalda al busto del Rey, cuando en realidad deberían ir en sentido contrario, hacia donde mira el conquistador de Niebla.

    Comenta el señor Egurrola, la gran satisfacción que se ha tenido a una propuesta, que se llevó a cabo en el mes de enero del año actual, sobre un pergamino existente en este Ayuntamiento, que deseaba mucho que desear de su conservación, dado la importancia del citado documento histórico.

                                                         


         

   Dado que hace unos días, no ha llamado a su despacho el alcalde señor Gonzáles Moreno, para darnos cuenta, que el viejo marco existente en el edificio del viejo Ayuntamiento que mantenía alojado el pergamino histórico, ha sido sustituido y enmarcado por otro nuevo, habiéndolo construido por Juan Manové Jiménez, vecino local, cuyo marco es de forma sencilla pintado de caoba en madera llamada de “Londres”, procedente de Guinea, cuyo cuadro ha sido colocado en el salón de sesiones, como estaba en el anterior y viejo Ayuntamiento.

   Nos felicitamos de que nuestra idea haya sido tomada en consideración por la Corporación Municipal, y se haya dado a este pergamino el lugar idóneo para su exhibición, donde podrá ser admirado por cuanto vecinos asistan a las sesiones plenarias.

   La historia de otro curioso pergamino, comenzó once años antes 15 de noviembre de 1970, cuando Niebla celebró con gran solemnidad la clausura del VI Centenario de la Creación del Condado de Niebla.”

 Por donde el domingo, salió la procesión por las calles la Patrona, Virgen del Pino, donde su novena la predicó, juntamente con el Cura Váquez Castillejo, el Arcediano de la Catedral de Huelva don Luís Pardo Gil. 

  Los actos celebrados el lunes por la tarde, sobre la inauguración de este monumento del Rey Sabio, comenzó con unas palabras por parte de don José María Segovia, donde a continuación el Alcalde de Niebla en aquellos días, don Manuel Molina entregó a don Federico Molina Orta Alcalde de Huelva, un pergamino agradeciendo la atención de la Corporación onubense. Para terminar, hablando de la Historia de Niebla el señor Egurrola, dejando una gran conferencia fuertemente aplaudida.

  Terminamos, este artículo denunciando por parte del citado señor Egurrola, los destrozos en el monumento a los mártires de Niebla. Dado que hace unos dos años, el monumento que se erigió a nuestro Patrón San Walabonso y su hermana Santa María en la Puerta del Buey. En junio de 1969, al comienzo de los actos de la celebración del sexto centenario de la creación del Condado de Niebla, se encuentra descarnado de la leyenda que lleva el mismo y destrozado casi por completo el pequeño jardín que lleva a su alrededor.

   Reconstruido en el año de 1977 por el anterior Ayuntamiento, se ha vuelto a deteriorar con mayor daño para el mismo, debido, no al tiempo sino al abandonado que se ha tenido aquel lugar y a los niños y algunos mayores que se dedican a destruir todo cuanto de bello y artístico existe en Niebla, dándose una prueba fehaciente de su incultura y falta de civismo.

  Parece ser, según nos manifiesta el citado edil, que será también restaurado, tanto en la leyenda, como el pequeño jardín. No dudamos que una vez restaurado, se mantenga una mayor vigilancia. Sobre todo, en las horas punta del día y de la noche, pues, de lo contrario, volverá a repetirse la destrucción por estos inciviles. Por Ramón Ortega Egurrola, dentro de sus últimas publicaciones al citado diario.

 José García Díaz.

 

viernes, 8 de agosto de 2025

Bonares en la Vicaría de Niebla.

 


                                                                 

 

     Corría por el año de 1750, cuando la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Asunción de esta villa, era la identidad más influyente en la vida social local, tanto políticamente como económicamente, junto a la siguiente Hermandades: las de las Ánimas, las del Santísimo,  de la Vera Cruz y de la Santa María Salomé, seguido de la Fábrica Parroquial de Bonares, cuyos Mayordomos eran a su vez los Regidores locales, que tenían la capacidad de nombrar cada año a los dos Alcaldes Pedáneos entre ellos, o bien persona adepto al sistema implantado.

     Seguido de aquellas órdenes religiosas que tenían propiedades arrendatarias en este término por los vecinos locales, y aquellos de otros lugares, siendo la mayor de ellas las pertenencias que tenía la Fabrica Parroquial de Niebla, y las Religiosas del Convento de Santa Clara.

    Que, para la recaudación anualmente del diezmo eclesiástico, debían de disponer de los medios necesario para esta labor, que se encontraba alojado en la Vicaría de la vecina Niebla, y esta a su vez se debía al Arzobispado de Sevilla, en donde el vecino que dejase de cumplir con este deber, quedaría bajo la pena de excomunión.

    La Vicaría de Niebla, se encontraba clasificada dentro de la vereda morisca, y la formaba las siguientes Parroquias: la de Santa María, la de Santiago, la de San Martín, la San Miguel y la de San Lorenzo en esta villa, seguida la de Palma, Villarrasa, Villalba, Bollullos del Condado, Almonte, Rociana, Bonares y Lucena del Puerto en su Condado.

     Por donde este pueblo recaudo en este año la suma del diezmo de 3,150 reales, donde ya por si se queda el Cura Párroco con el 30 por %, el Hospital de la Misericordia se queda con el 12, el resto para el Duque y al Arzobispado, la misma cuenta se aplicaba a las 5 parroquias de Niebla, que recaudaban más de 20,000 reales todo un capital en aquella época, donde sin duda los grandes beneficiados eran los veintes eclesiásticos de la Catedral de Sevilla. Mientras la casa de Medina Sidonia, también había cobrado una buena parte de las tercias reales a dos novenos del pueblo de Bonares, juntos con toda las Vicaría de Niebla.

     Quedando otra singular y curiosa pensión procedente de las rentas eclesiásticas, que se daba temporalmente era la “la prestamera” o becas destinadas a los estudiantes pobres, y aquellos que luchaban contra los infieles de la morería, impuesta según alguno estudioso por parte del Rey Sabio, pero la Iglesia que ya por aquellos años, era conocida como Santa y Pecadora, aprovechó que al correr el tiempo se apropió de ella hasta convertirla en beneficio eclesiástico. Por donde la citada “prestamera” pasó a mano de los prelados, donde temporalmente se le abonaban los gastos de los nuevos curas, o aquellos que militaban al servicio de la Iglesia.

     Cuando esta prestamera, se concedía a ciertos individuos como pensión con carácter vitalicia, se le exigía bajo juramento que, dentro de los rezos de las horas canónicas diaria, debía hacerlo con cinco Padrenuestro y cinco avemarías.

      La cuantía, que debía de pagar este pueblo a la renta anual de la citada prestamera, es la misma que se abonó en las rentas pontificales, que supone otro 3,150 real para el buen servicio de la Iglesia Católica y de sus acólitos.

    La fábrica de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de esta villa, junto con sus Hermandades recaudaban unos beneficios económicos como arrendatarios de sus campos agrícolas, juntos con las aportaciones que prestaban y servían a sus feligreses, era la suma de 1,700 reales, donde se quedaban solo con el 11 por % de las llamadas tercias de las fábricas, para gastos de mantenimiento y compra para sus necesidades eclesiástica.

                                                       


          

   Los Curas Párrocos primero de los cinco que había, tenían el derecho de hacer cada año el padrón de sus feligreses, dado queda vecino se le conoce como responsable de tributar, cuando es persona de comunión, es decir que ya ha cumplido la edad de los siete años y se encuentra obligado a confesarse y tomar comunión, ya que en beneficio de la Iglesia se cobraba dos reales por los bautismos, lo mismo con los casamientos que se hacían en las casas de los desposados, y de igual cuantía los funerales.

  Cuando además les quedaban a los Curatos de esta villa, las conocidas “primicias”, que consistía en donar al clero local los primeros frutos quedaban el campo, en canasto por cada cura de la parroquia, las primeras brevas, las uvas, los higos, las granada y demás frutos que daba la temporada, que estuvieran acondicionada a la inclemencia del tiempo, para cobrar además el diezmo sobre las cosechas de los cereales trigo y cebada, todas las semillas, legumbres, carne de cabritos, pollo, gallina, pichones, palomos, huevos, cera, mitas de miel, de las huertas todo lo que produce la tierra, uva, vino y pasas, lana, queso, aceite y aceituna, , bellotas y las tejas y ladrillos, estos impuestos era los considerados como los personales.

      Quedando, aquellos que siembran por primera vez las tierras de baldíos, y tienen además en su propiedad, becerros, vacas, potros, borricos, mulas y caballo. A pesar que este año citado de 1750, este pueblo, junto con toda Andalucía estaba pasando por una fuerte sequía, donde una parte de jornaleros con sus familias pasaron hambre y miseria, tuvieron que colaborar obligados en este año con la aportación de 896 reales.

   Incluso algunos Curas también llegaron a pasar hambrunas, como así se explicaba el Vicario de Huelva, don Antonio Jacobo del Barco “¿Podrá acaso considerarse sin dolor que al tiempo que parecen hambre 30 o 40 clérigos de un pueblo, se enriquezcan 3 o 4 forastero que por favor o fortuna consiguieron las piezas simples que hay en él? Pues a este abuso, digno de toda consideración a V.M. solo se puede ocurrir haciendo beneficiales y pilongos los curatos”.

     Dado que esta situación de pobrezas y miseria que pasaban en ocasiones los Curas, eran sin duda motivado por el mal repartimiento de las rentas impuestas, pero nada comparado con aquellos vecinos braseros que, sin trabajo por falta de jornales, no podían llevarse el pan a su casa para mantener a su familia.

  Dado que en aquellos años el, concepto que había con el “diezmo eclesiástico era una décima parte de todos los frutos, justamente adquiridos, debido a la voluntad del Dios Todopoderoso, en reconocimiento de su universal y su supremo dominio, para que se entreguen a los ministros de la Iglesia”.

    Por este motivo la Iglesia Católica reconocía, a Dios como Donador y Supremo Señor de todos los bienes, teniendo como su gran obra el mantener a los citados ministros de Dios, y después el sobrante para ayudar en el socorro de los pobres.

     En los Archivos de la Catedral de Sevilla, en la Sección II, Mesa Capitular, donde en concepto de productos de la huerta, encontramos las siguientes rentas destinadas al Arzobispo, de los  productos locales, como son las coles, lechugas, rábanos, todos tipos de cebollas, tanto de porretas como de cabeza, llantas o berzas, vinagreras, zanahorias, pepinos o cohombro, todo tipo de calabazas verde o seca, berenjenas perejil, culantro, hierbabuena, nastuerzo, toda clase de ajos, verde o de cabeza, albérchigas, melocotones, brevas, mora, manzanas y ciruela.

  Utilizando fuentes escritas de don Manuel Martín Riego.

José García Díaz.

 

 

lunes, 4 de agosto de 2025

Notas sobre el año de 1600.

 


                                                              

   Tras la Reconquista de Niebla, no se restauró su sede Episcopal, por donde el Rey Sabio, como recuerdo del antiguo obispado mozárabe, nombra en su lugar al primer Arcediano de Niebla, al doctor Fernando Díaz de Toledo, persona que perteneció a una familia de judíos conversos que floreció en Castilla la Nueva, seguramente expulsado mediante la persecución que fueron sometidos en 1391, se cree que nació en la importante Toledo, prestó juramento en la Catedral de Sevilla el cual debió de traer el encargo Real, de formar Niebla en cuatro parroquias, situadas siguiendo un esquema cruciforme. Este Arcediano, era además médico, erudito, hombre de negocios, sus primos hermanos eran los mayores arrendadores de las rentas reales.

  Niebla fue declarada por parte suya como Vicaría, de la que dependían las aldeas del Condado, dado que Arcediano de Niebla era la máxima autoridad con cargo eclesiástico, que tenía la función del control, vigilancia y administración dentro de esta Vicaría, que, dentro del año de 1572, se establece en siete Vicarías, la de Niebla. La Palma, Triguero, Almonte, Rociana, Bonares y Lucena.

   En 1630, el Arcediano Fray Juan de Corral, autoriza y concede licencia a Cristóbal García de Dios como Alcalde, y demás Regidores de este lugar, y sobre todo al Capitán del Regimiento de Niebla, Cristóbal Sánchez Coronel, colocar el techo de la Iglesia Parroquial, a pesar que el perito del Arzobispado le dijo que dichos gastos le resultarían el doble de lo estipulado. (R.Nicholas).

   No fue hasta el año de 1693, cuando se publica un nuevo censo local, que nos da una población reducida de unos 85 vecinos, (A. Domínguez.) careciendo de pocas noticias la vida local, ya que, en estos años, algunos historiadores la calificaron como un estacionamiento demográfico en todo el Condado de Niebla, debido a las crisis de epidemia, los continuos reclutamientos, los impuestos para sufragar las guerras, ya que esta aldea tuvo prestar muchos vasallos para este fin bajo el mando del Conde de Medina Sidonia, para conducirlos frenar la rebelión en Barcelona, para luego bajarlos para tenerlos más cerca de sus casas, motivado por la independencia de Portugal, es por donde la Milicia de Niebla mantenía a tres Capitanes de este lugar, dado que un tal Borrero, era además Alguacil Mayor del Concejo de la citada Niebla. Pero la mayor parte de las desgracias de este pequeño lugar recaían, sobre todo en las cosechas insuficientes, se harían notar negativamente en esta población.

    También, hay constancia que en esta aldea había varios arrendadores de las tierras locales para pan, el vino y el aceite, lo mantenía primeramente la fábrica de la Iglesia, y su Hermandades parroquiales, para luego el resto quedaban en manos de los Regidores locales, que ejercían como los encargados de los bienes comunales y de propios, y como encargados de los pocos señores hacendados locales, para mantener a los labradores en el laboreo de las tierras y demás como es la recolección y preparación del vino y del aceite, junto con los demás cereales, ya que eran los mejores vecinos que disfrutaban en el salario y en saber vivir.(Ganes). 

      Además, se recogen datos, de cómo el trigo en este Condado, en unos años subían el doble del precio establecido, donde el pobre labriego y su familia les hacían pasar hambre y calamidades, encontrando algo de bienestar económico ingresando en las filas del Ejército del señor Conde, acompañados a veces con su familia.

                                                   


               

  Tuvimos que esperar casi un siglo, para que las familias que forman esta pequeña aldea rural se transforme, y se aglomeren con sus casas para tomar nombre legal de pueblo o villa de Bonares, ya que en 1713 esta villa contaba con 519 habitantes, para tener el doble casi 30 años después en 1752 mantenía una población de más 250 vecinos formando unos de 1,250 habitantes dentro de la medida de aquellos años, que daban 3´5 habitantes por cada casa, ya que manteníamos el sitio 35 en toda la Provincia. según el Catastro del Márquez de Ensenada, que empezó por lo que sería una reforma fiscal bajo el reinado de Fernando VI, con un impuesto único por motivo de los gastos de guerra, que dio como resultado el de siempre el pobre seguiría en igual estado de miseria, pero en cambio el rico lo sería aún más, puesto que sabían cómo defraudar al Duque dentro de las leyes establecidas, como se hace actualmente y se ha hecho en todos los momentos entre los siglos en este pobre y sufrido País.

     En estos años, es cuando comienza elaborarse los interrogatorios locales mejores elaborados y explicado en documentado, para saber el estado económico de este pueblo.

  El primero el citado Catastro de Ensenada comentado:

    “En el lugar de Bonares, hacemos las prácticas de las diligencias presentadas en la procedente providencia, en el examen de las preguntas Generales antes el Señor don Josehp Martín de Mendoza y Guzmán, como uno de los Visitadores Generales de Rentas Provinciales de los sitios Propios de Andalucía, y subdelegado de Intendencia de la única contribución del Partido del Condado, en que comprende este lugar –comienza la falta exposición del documento, sobre este asunto en el Archivo General de Simanca´- .. Ocupa el término de levante a Poniente tres cuartos de legua, de Norte a Sur lo mismo y de circunferencia la forma tres leguas, que se anduvieran en cuatro horas. confronta con el Levante con el término del lugar de Rociana, con el Poniente y Norte con el de Niebla, y al Sur con el de Lucena”.

   Que las especies de tierra del término con arreglo para hortaliza y de secano, y las sembradas de viña, olivares, arbolados frutales, pastos, monte bajo y alto con matorrales y Pinares junto con alguna sembradura, que da una cosecha al año.

   Quedan las tierras de regadíos que son de primera calidad, mientras en la de secano, la forman de las primeras calidades, de segunda y tercera, que algunas están plantadas de olivares, frutales como alcornoque y encinas.

    Que los frutales, olivares y pinares se hallan en tierra de tercera calidad y montes alto de primera y tercera. Que los olivares están bien plantados junto con los demás árboles con ella ocupando todas las tierras baldías, los barbechos son sembrados de cebadas y trigos. Que las medidas de tierra de este término son las normales del campo.

 Que los frutos que más se cogen en este término, son el trigo, cebada, lino cáñamo centeno habas, garbanzos, vinos, aceite, hortaliza, fruta y legumbres.

  Esto es lo poco que se encuentra sobre esta villa, y sobre su cartografía para configurar su término municipal, junto con el cuestionario de 40 preguntas a cada vecinos sobre su estado social y económico, cuantos animales hay de cada clase etc. Elaborado en el año de 1753.

   Tuvimos que esperar más de 30 años, para que se elaborase un nuevo interrogatorio, esta vez por un geógrafo en 1785, don Tomas López, que hace la primera ocasión conocer la vida de este pueblo, de la mano de una de las personas más ilustrada de esta localidad, el Cura Párroco don Diego Garrido.

    Comentando lo siguiente:

   “Esta villa no tiene convento alguno, dentro de su población, pero tiene dos Ermitas. La Santa Misericordia – donde existe Hermandad de crecido número´- y San Sebastián, fuera del pueblo, tiene la Ermita Santa María Salomé.

                                                           


        

    Tiene dehesa boyar poblada de encinas y alcornoques en tierra de monte bajo. Cuentas con varias huertas de particulares con diversos árboles frutales, con naranja chinas, limones, manzanos, peras, membrillos etc. Su producto principal son las brevas y la uva mollar, cuyo valor estimado es 200,000 maravedís. Mientras, la producción de trigo y cebada alcanza entre 8000 a 9000 fanegas.

    Tiene diversas fábricas; 6 hornos de cal de piedra caliza, en cada año labran 3600 cahices, que abastecen la ciudad de Moguer y las villas de San Juan del Puerto, Bollullos del Condado y Almonte.

 Asimismo, hay 4 fábricas de aguardiente, establecida por vecinos de este lugar. Tiene una fábrica de jabón blando, establecida por el industrial don José López, de este vecindario que labrará cada año 600 arrobas de las que surte a otros siete pueblos, que tiene arrendado al Duque de Medinaceli, como dueño de este privilegio, hay tres fábricas de ladrillos de los vecinos locales que labran cada año unos 50,000 ladrillos, así como 60,000 de canales establecida por un vecino natural de Sevilla.

    Es lugar pedáneo de Niebla. En lo gubernativo y económico ejerce la jurisdicción, ordinaria. Hay escuela de Primeras Letras, con enseñanza gratuita a los niños. También existe un Hospital próximo cerca de la Ermita de la Santa Misericordia, donde se recogen a los pobres transeúntes.

   La enfermedad más común son las tercianas, remediadas con la quina. Según quinquenio, ha muerto cada año 55 personas y nacidos según dicho expresado quinquenio 74, tras haber fallecidos 19 de ellos.

  Está, este pueblo cercado por varios cabezos, que viniendo del Norte o camino de Niebla, está nombrado como el Pino, distante de este pueblo como dos tiros de balas y es voz común, tiene dicho nombre por haberse criado en él un pino muy grande y dicho Cabezo, viniendo de Niebla a este pueblo, es nombrado su principio o subida la cuesta del Verbis, cuya altura a juicio prudente será de 400 pasos. El cabezo del Sur se nombra el Campillo, en cuya altura que será de 500 o más pasos, está "un molino de viento". Entre dicho viento y el Levante, está otro que está la Ermita de Santa María Salomé. Y en el otro que está norte y poniente, se hallan seis calvarios donde se reza el Vía Crucis en tiempo de Cuaresma".

 José García Díaz.