martes, 1 de noviembre de 2022

El hijo del Patuo y las Quintas.

                                                                            


                                                                     

     En la villa de Bonares, a las nueve de la mañana reunidos en la sala de sesiones de esta casa, bajo la presidencia de don Pascual María Carrasco, (uno de los mayores hacendados locales, abogado e hijo de José María “El Patuo”, ejerció como Diputado provincial por Bonares en la Diputación, donde quedó suspendido por falta de asistencia y multado con una cuantía de 800 reales el día 22 de abril de 1881).

    Su familia era los mayores exportadores del vino local, que lo comprendía cada año entre todos los vecinos juntos unos 4.000 bocoyes de vino, según la Administración de Aduanas. Sus tres cuñados de los Vizcaínos de Valverde del Camino, ejercían de abogados de la Compañía Minera de Río Tinto.

  Cuando el día 24 de julio de 1896, fue aprobado por el Senado el proyecto de construcción de ferrocarril desde Carrión a la Rábida por una empresa alemana, por donde el citado proyecto lo hacía pasar por el término de Bonares, delante de la casa de Clemente bordeando la rivera del Río Tinto, el señor Pascual y su padre “El Patuo” ejerció todo la imposición posible hasta conseguir evitar la citada empresa en favor de las compañías mineras inglesas afincadas en Huelva, que eran las promotoras de esta difícil misión ya que luego le fueron bien recompensados.

   Los siguientes miembros que forman la corporación son el teniente primero el señor Rodrigo Feria Vázquez, como segundo teniente el señor José Coronel Pérez y el cargo de Regidor Síndico don Julián Suarez Coronel, fueron los responsables de elaborar el siguiente expediente sobre los quintos del reemplazo de las quintas del 1897 y el 1898, metidos de lleno en la Guerra de Ultramar y exigido por el Gobernador militar de la plaza de Huelva el señor Cano Coronel y firmado por don José María Camacho y Ortega como secretario de este ayuntamiento.

  Contando con la presencia del cura párroco de esta villa don Antonio Sánchez Florido y los vecinos que ejercen de talladores, Ildefonso Cerezo Hilazo y Juan Luís Moro Pérez.

   Se da la paradoja, que el señor alcalde juntos con los dos tenientes de la Corporación local fueron excluido del servicio militar, bajo el pago de la rendición de unas 1.500 pesetas por cada uno. Mientras el Regidor Sindico alegó ser corto de vista aportando un certificado médico, lo que lo mantuvieron lejos de la guerra colonial.

    Relación de los quintos de este pueblo que fueron investigados:

 Dado cuenta del recurso de alzada interpuesto por José Fernández Caballero, padre del mozo Fernando Fernández Velo, número treinta y seis del actual reemplazo y por el cupo de este pueblo, contra el fallo de la Comisión Mixta de Reclutamiento de esta Provincia, que declaró soldado a su citado hijo, el Ayuntamiento ha acordado según dicta la Ley, que el recurrente es pobre, además de tener un hermano varón menor de 17 años; por donde el mozo Fernández Caballero por su estado debe de ayudar a su padre en las labores del campo, que es a lo que se dedica, quedando excluido del servicio militar.

   El segundo expediente está instruido por el mozo Diego Coronel Rodríguez, hijo de Felipe y Salomé número 26 del sorteo de este año para justificar su exclusión después de declarado soldado y preguntado a dicho mozo, dijo de haberse aprobado su padecimiento de falto de respiración, pasado a reconocimiento por el facultativo, se declaró inútil, según certificado el Ayuntamiento en conformidad con el Síndico Regidor, resolvió su exclusión para el servicio militar.

   Francisco Díaz Moro, hijo de José y de María Dolores, que su caso quedó pendiente en la sesión de días anteriores, dado que solicita la pobreza y ser hijo único de padre que tiene que tiene otro de servicio en el Ejército y habiendo presentado el expediente justificado del alegato.

 Leonardo Muñoz Martín hijo de Juan y Salomé, justificando la pobreza y tener un hermano prestando servicio en Cuba, presentando expediente antes el señor Regidor Síndico y antes la Comisión mixta.

   Juan Manuel Cintado Pavón, hijo de Juan y de Constanza, pendiente de la presentación del expediente de pobreza y de y de acreditar que es hijo único de padre pobre sexagenario, teniendo además una hija menor de 17 años. Tomando la palabra por parte del segundo alcalde, que hizo constar los datos sobre el estado de riqueza del referido quinto Juan Manuel Cintado Pavón, resulta que tiene una tierra de un millar de cepas más o menos en el paraje del Villar, donde en la actualidad es una viña de primera calidad.

   Sebastián Padilla Velo, hijo de Sebastián, solicita alegar ser hijo de padre que tiene otro hermano sirviendo, presentó pase con licencia del Comandante jefe del Primer Cuerpo del Ejército del soldado del Regimiento de Infantería de León, nº 38 José Padilla Velo, segunda Compañía, segundo Batallón en Cuba; presentado al Sindico Regidor y a la Comisión Mixta.

   Cesar Rodríguez Moro, alegando pobreza y encontrarse cuidando a su pobre padre sexagenario, presentando su expediente justificado ante el Síndico Pregonero, que lo dejó excluido.

   Juan Antonio Gómez Hilazo hijo de Juan y de Juana, justificando ser huérfano y tiene que mantener a sus hermanos menores y tener otro hermano llamado Juaquin y se encuentra sirviendo en el Batallón de Policía Rural 2º Compañía de la 1ª Sección en las Islas Filipinas, justificando su alegato quedó excluido.

    Modesto Martín Querido, hijo de José y de Ana, justificando pobreza además de mantener a su pobre padre sexagenario, donde el Síndico pregonero lo declaró como soldado condicional.

   Gerónimo García Coronel, hijo Juan y de Ana, alegando pobreza y ser hijo único de viuda pobre a quien debe de mantener, quedando excluido por la Comisión.

    Felipe García Romero, hijo de Francisco y de Catalina presentando justificación de los alegatos por ser hijo de padre pobre, antes el Regidor Síndico para dejarlo como soldado condicional.

  José Toro Molín, hijo de Ildefonso y de Ana. Afirmando y acreditando ser pobre estando impedido, lo que tomó la decisión el Regidor Síndico dejarlo como soldado condicional.

                                                                        


   Reemplazo nº 22.- Por donde el expediente instruido por Antonio Domínguez Martín, padre del mozo José Domínguez, del reemplazo citado, certificando que no le queda ningún otro hijo mayor de 17 años que le ayude en las faenas del campo, quedando en situación de pobreza, por lo que el Síndico lo declara soldado condicional.

      Recurso de alzada, interpuesto por  José Fernández Velo con el número 36 del actual reemplazo y por el cupo de este pueblo contra el fallo de la Comisión Mixta de Reclutamiento de esta provincia, que lo declaró útil para el servicio.

   Manuel García Bueno natural de esta villa, tallado con un metro setecientos veintes centímetros, reconocido por el médico resultó útil; preguntado si tenía algo que alegar alguna cosa dijo, que era hijo único de padre sexagenario y que tiene un hermano sirviendo en el Regimiento de la Reyna de Caballería en Alcalá de Henares llamado José; por donde el Síndico Pregonero, lo declara acto.

    Manuel Carrasco Cabet, hijo de Francisco y Encarnación, preguntado que tenía que alegar, dijo que es cojo; pasando el reconocimiento médico resultó ser inútil, por lo que el Ayuntamiento junto el Síndico Pregonero, decidió excluirlo temporalmente.

  Juan Romero Martín, hijo de Juan Y Luisa que alegó ser hijo de padre e impedido; pasando el reconocimiento médico el padre de dicho mozo resultó inútil para el trabajo, por lo queda soldado condicional.

M Manuel de Vega Carrasco hijo de Pedro y María, alegando ser hijo de viuda por la que tiene que mantener; presentando su oportuno expediente. El Ayuntamiento lo pasó al Sindico Pregonero que lo dejo excluido.

    Manuel Fernández Huete, hijo de José y Francisca que alegó tener padecimiento del  brazo izquierdo y ser hijo de un padre que tiene otro hijo sirviendo llamado Agustín residente en Madrid en el Regimiento de León; reconocido dicho mozo resultó útil, no presentando expediente justificativo y este acto y se manifestó por el padre que tenía otro hijo llamado Francisco, regresado de Cuba y que pertenecía a este Regimiento citado de Cuba Nº 5, quedando pendiente concederle un plazo de tiempo determinado.

   Manuel Pérez Molín, hijo de Luís y de Manuela, alegando que padece de corazón y ser hijo de viuda pobre a quien tiene que mantener. Reconocido por el médico resultó útil para el servicio militar, dejándolo como soldado condicional.

   José María Dominguez, hijo de Antonio y Encarnación, alegando ser hijo de padre pobre impedido por parecer dolores nervioso en la cabeza. Reconocido por el mozo por el médico declarado útil y el padre reconocido también lo declaró apto para trabajar Por donde el Ayuntamiento y el Síndico Pregonero lo declaró soldado.

Andrés Barriga Vega, hijo de Diego y Andrea, alegando padecer de la vista, pasando a reconocimiento resultó útil para el servicio.

 Todo esto expedientes, fueron remitidos al Gobernador Militar.

  José García Díaz.

 

 

 

 

martes, 4 de octubre de 2022

El último obispo de Niebla.

 

                                                          


  Toda la gente que tiene un poco de cultura, sabe que la antigua Niebla, en tiempo de los invasores visigodos, fue una famosa sede episcopal y tuvo entre otros los siguientes obispos conocidos como a Restituto, el Basilio, Juan, Servando, Geta, Papulos, quedando dos más, el famoso y longevo “Vincomalo” hijo adoptivo de la villa de Bonares, cuyo su último domicilio conocido era la Basílica de los Bojeos, y devuelto de nuevo a la vida por medio de un grupo de amigos, al mando de José María el barbero.

   El segundo conocido, por su hermosa lápida sepulcral “Murensis” encontrado y rescatado por el vecino Pepe Gómez, junto cerca de la tumba citada anteriormente en el mismo paraje.

   Pero pocos, muy pocos, según el ilustrado el señor Ramón Egurrola, son los que conocen el nombramiento de Eximo. Y Reverendo señor don Luís Almancha Hernández, obispo dimisionario de León, como obispo titular de Elepla. Hace tiempo que queríamos dar conocer esta noticia por la Prensa a todos los interesados, pero nos quedaba pendiente con otro trabajo de la misma historia, nos hemos demorados; ya comenzado el mismo, vamos a adelantar un reducido espacio sobre quien es nuestro obispo titular de Elepla.

    El nuevo obispo de Elepla, es un cargo honorífico otorgado por el Pontífice Pablo VI, es natural de Orihuela, provincia de Alicante, nació el 14 de octubre de 1887 y fue ordenado sacerdote el 17 de 1910.

   Del Anuario Pontificio de este año de 1971 y en su página 613, sección de Sedes Titulares, aparece la siguiente nota con relación a este nombramiento:

   “ELEPLA (Niebla); ELEPLEN (SIS)- ESPAÑA. Luis Almarcha Hernández, ordenado sacerdote el 17 de julio de 1910; elegido obispo de León el 10 de julio de 1944; trasladado (- nombrado obispo titular de Elepla-) el 14 de abril de 1970 (asistente al Solio Pontificio).

     Ha regentado la diócesis de León durante 25 años, realizando una inmensa labor cultural y religiosa; una tarea gigante ha sido su obra; la construcción de la Escuela de Magisterio de la Iglesia, de la Escuela Social de la Mujer, de la Escuela de Capacitación para la Mujer, de las Escuelas de Asistencia Social y de Técnicas Sanitarias; la creación del Centro Superior de Estudios Teológicos, creando la revista “Studium Legionense”; las disposiciones sobre el Arte Sacro, el Instituto Juan de Ávila y el Convictorio de San Isidro; aparte de otras obras, sobresale la gigantesca y creadora del Centro de Estudios e Investigación “San Isidoro” con su Archivo Histórico Diocesano y su filmoteca, la Cátedra san Isidro, la Escuela Superior de Arte Sacro, la reorganización de la Imprenta Católica y numerosas instituciones religiosas y culturales, como hemos dicho.

                                                               


   En la comunicación que le dirige el anuncio apostólico de España Excmo. Y Reverendo, señor don Luigi Dadaglio, aceptando por el Santo Padre su renuncia por su edad, había hecho de acuerdo con la prescripción del Motu proprio “Ecclesias Santae”,renuncia espontánea que presentó el 20 de septiembre de 1966, entre otros párrafos, les dice “El Augusto Pontifece asigna a V.E.Rvdma, la Diócesis titular de Elepla, a cuyo título puede agregar, si le place, el Dimisionario de León.

    Al comunicar a los fieles de su diócesis leonesa la aceptación por el Papa de su renuncia, firma “Luis Almarcha, Obispo Tit de Elepla. Dimisionario de León”.

   Tenemos en nuestro poder una fotocopia de la Bula de Pablo VI haciendo el nombramiento de obispo de Elepla, que en su día daremos a conocer, así también de su nombramiento como obispo de León y obispo asistente al Solio Pontificio, como asimismo de cartas y otros nombramientos, por su vastísima labor en favor de la Iglesia y de sus fieles.

   Este nombramiento causó en Niebla la natural emoción y satisfacción, pues así se reconocía, de manera terminante, la importancia que tiene esta ciudad de Niebla en el aspecto religioso, como lo fue en el guerrero y en el arte, estando llena su historia de hechos tan importante, dada a su buena situación geográfica en las anteriores épocas ibéricas, fenicia, griegas, romanas, visigodas, árabes y cristiana.

Ramón Ortega Egurrola.

  José García Díaz.

 

domingo, 2 de octubre de 2022

Huelva dolménica.

                                                                             


   Cartas desde Madrid. Sobre los dólmenes de Huelva.

   Recuerdo con nostalgia -ahora que piso nieve alemana – las innumerables excursiones que he hecho durante años por los más apartados parajes de nuestra provincia. El impresionante paisaje que se contempla desde El Cerro de Andévalo compensa con creces loas fatigas de su persona subida. Allí en lo alto quedan los empedrados de antiguos caminos, muros fortaleza y restos quizá de un discutido templo de dios Endovélico. También en el Cerro de Cogullos, defendido por su propia naturaleza escarpadas, se conservan en solitario las ruinas de antiguas fortificaciones. Pero de todas nuestras excusiones arqueológicas, las más pintorescas son las que hemos hecho para buscar “tumbas de moro·”.

         El campesino no entiende de cronologías prehistóricas ni dataciones mediante el carbono radioactivo. Para el los dólmenes son siempre ·tumba de moros”, en los que se guardan enormes riquezas. Recordamos -quizá no al pie de la letra – un dicho que recogió nuestro amigo Cerdán a propósito de los dólmenes de El Pozuelo:

                                                     Antón Gil, Anton Gil

                                               !cuánto oro y plata hay aquí!

    Lo cierto es que los dólmenes no hay ni oro. Ni plata, ni moneda, ni nada que pueda satisfacer la codicia de un buscador de tesoros. Sin embargo, casi todos nos han llegado saqueados desde la antigüedad.

                                                          


 Sin deslumbrarnos con fantasías, que empeña toso su esfuerzo- como decía Gómez Moreno- en honrar a sus muertos. Y precisamente en estos enterramientos el rito funerario de un pueblo generoso, que empeñaba todo sus esfuerzo-como decía Gómez Moreno- en honrar a sus muertos. Y precisamente aquí, en la provincia de Huelva, donde la Naturaleza sonreía generosa a las más antiguas culturas, los megalitos adquieren un desarrollo insospechado. Han transcurrido ya cuatro mil años y todavía quedan en pie sus enormes piedras en centenares de ellos.

   El más conocido es el de “La Lobita”, cerca de Trigueros. Otros en San Bartolomé de la Torre, Valverde del Camino, Niebla, Aroche, Aracena, Zalamea la Real, etc., se alzan solitarios y cubiertos de matorrales, sin otra visita que la del cazador que se refugia en ellos durante una lluvia inesperada. ¿Cómo es posible que nadie se sienta se sienta atraído a visitar su imponente grandeza? Los monumentos arqueológicos- me decían un amigo hace poco - no deben ser patrimonio exclusivo de los arqueólogos.

 Precisamente en un futuro muy próximo, nuestro museo exhibirá con orgullo una variadísima colección de hachas de piedra, puntas de flechas de piedra. Puntas de flechas y cuentas de collar. Son los ajuares de “El Pozuelo”; una auténtica “ciudad de los muertos”, que quien lea estas líneas posiblemente no habrá visitado nunca.

   La abundancia de dólmenes en la provincia de Huelva no es comparable con la de ningún lugar en la Península Ibérica. Pero todos se ocultan en parajes poco accesibles y sólo algunos son conocidos por un puñado de especialistas. Sientan al menos en el fondo, quien se considere onubense de corazón. El orgullo de poseer uno de los tesoros prehistóricos más importantes de Europa.

   Por don José María Luzón Nogué. En abril de 1971.

  José  García Díaz.

 

jueves, 22 de septiembre de 2022

El San Serafín.

                                                                      


         En el diario La Provincia, del jueves día 23 de febrero de 1916.

     Nos comenta lo siguiente, sobre el violento temporal que desde ayer se está desencadenado sobre Huelva y su provincia, ha sido sin duda la causa de una terrible desgracia en la que ha perdido la vida cinco hombres.

  Al medio día de hoy comenzaron a circular los rumores por la capital de haber naufragado en la barra un barco de vela cuyo nombre y matrícula eran de momento desconocidos, como igual suerte corrida por los tripulantes. Entre la población marítima se produjo gran alarma.

   Al llegar a este diario dichos rumores, nos encaminamos a la Comandancia de Marina en la que nos manifestaron que conocían la noticia, pero que carecían de detalles.

  En vista de esto, nos dirigimos al muelle donde pudimos recoger, de los informes facilitados telefónicamente por el vigía de la barra y un marinero, hermano de uno de los supervivientes del naufragio, los siguientes detalles.

   El naufragio ocurrió próximamente a las 11 y media de la mañana de hoy.

El barco naufragado era el laúd “San Serafín”, el mayor de los de la matrícula de Ayamonte siendo sus propietarios los señores Pérez Hermano, de dicha población. El laúd procedía de Cádiz, siendo su cargamento arroz y barriles de aceite. La tripulación se componía de un patrón y siete marineros.

   Las causas exactas del naufragio, así como la forma en que ocurrió este, no se conocen concretamente, pues a la hora en que escribimos estas líneas, los supervivientes no han podido hablar a causa del estado en que se encuentran por la terrible sospecha con las olas.

   De algunas palabras pronunciadas por ellos y por lo que manifiestan algunas personas que se hallaban a gran distancia del lugar de la catástrofe, se deduce, que el laúd, ya dentro de la barra, perdió el gobierno, siendo arrastrado hacia fuera por el viento y la marea que descendía en aquel momento.

    El barco fue empujado sobre los bajos de la Matilla y de Juan Limón, frente a la costa de Mazagón, donde se fue a pique. Donde cuatro tripulantes, desaparecieron casi de inmediato bajo las aguas.

  Los otros cuatros, entablaron una lucha titánica con las olas que, tan pronto los llevaba hacia la costa, como los internaban en el mar.

  Por fin, tres de ellos consiguieron arribar a la playa, cuando ya de fuerzas iban a parecer. Otro de los náufragos, que se había agarrado a uno de los palos del barco, se sostuvo a flote durante unas dos horas. En su lucha con las furiosas olas. En su lucha con la s furiosas olas, y a consecuencia de los golpes que recibió al tomar tierra en el bajo de la columna vertebral y resultó con graves heridas en la cabeza.

   Fue recogido por los carabineros de la playa, el torrero del faro del “Picacho” y un obrero del Puerto.

                                                               


   La imagén pertenece al pintor Egidio Linnig, con el título "salvando a los marinos naúfragos.1857.

   El desgraciado dejó de existir a las dos y media de la tarde. Otro de los marineros que consiguieron salvase, se encuentra también herido, aunque no de importancia. Al medio día, salieron en el vapor “Rábida”, personal de las Obras del Puerto y el médico don José Quintero, con los elementos necesarios para asistir a los náufragos.

   Por la Comandancia de Marina se han adoptado también las medidas necesarias para auxiliarles. Si su estado lo permite, llegaran probablemente esta noche a la capital. Los supervivientes de la catástrofe que estamos relatando son los siguientes:

   Patrón, Francisco Romero Moreno y los tripulantes Antonio Moreno y los tripulantes Antonio Vázquez Moreno y Antonio Pereira, primo y yerno respectivamente del patrón. Los desgraciados marineros que han parecidos ahogados en el naufragio son, Pablo Moreno Arenas y Cástulo Villegas. Además, el cocinero, cuyo nombre se ignora por el momento. El marinero que falleció a consecuencia de las heridas se llamaba Fernando Arenas.

   Al día siguiente en el mismo diario amplia los detalles, visitando en la misma mañana a dos de los supervivientes del naufragio.

   Estos marineros A.V.M. y A.P. los cuales llegaron anoche, a las once de la noche y media a la capital. El patrón había quedado convenientemente asistido en la casa de vigía de la barra, pues su estado no permitía trasladarlo a Huelva.

   Cuando estuvimos en la fonda “La Perla”, donde ha sido alojados los náufragos, la habitación se encontraba ocupada por varios marineros de Ayamonte, parientes y amigos de los accidentados, que habían acudido a interesarse por ellos.

   También vimos allí a los señores don Laureano Sousa y don Antonio Repiso, que por encargo de los armadores del Laúd “San Serafín”, señores Pérez Hermano, han facilitado a los supervivientes toda clase de auxilio, ya que ha sido verdaderamente horrible y las fatigas pasadas por los supervivientes solo pueden comprenderse viéndolos.

   El San Serafín, venía de Valencia con dirección a Ayamonte. Antes de ayer estuvieron en Cádiz, de donde salieron con tiempo medio bueno. Pero al doblar la Barra, una violenta ráfaga de aire y fuerte marejada les advirtió el peligro en que se encontraban. Siguiendo navegando, capeando el temporal y en vista de que este arreciaba y el aspecto del mar era imponente, decidieron arribar al puerto de Huelva a cuyo efecto pusieron proa a la barra.

   Cuando ya estaba dentro de esta el laúd toco fondo con la popa, no pudiendo tener timón. Al mismo tiempo, una terrible ráfaga de aire rompió la vela mayor.

   Los tripulantes del “San Serafín” procuraron resistir con los foques y la vela de mesana, pero el barco fue arrastrado hacia fuera, hasta embarrancar en el bajo de la Matilla, donde se rompió la popa a causa de los golpes de mar. Estos sacaron del bajo de la Matilla, llevándole al de Juan Limón donde embarranco de nuevo, de proa a popa, cayendo entonces el palo mayor sobre uno de los lados, agravando la situación de los náufragos, ya demasiado comprometida.

   Las cinco victimas de la catástrofe, eran todos casados dejando con su muerte en la mayor miseria a sus esposas e hijos, que suman en total 22.

  José García Díaz.

 

martes, 20 de septiembre de 2022

El navío de la María Toledo.

 

                                                                    

  Cuando el Felipe II accedió autorizar a la noble sevillana María Toledo, el pase para viajar a las Indias para encontrarse allí con sus hijos mayores. El permiso se le otorgó por Real Cédula, sin duda por la gran cantidad de ruegos y clemencia en nombre del Señor.

  En el “Catálogo de pasajeros a las Indias” queda registrada la partida de la viajera, donde queda probada que es la mujer legítima del fallecido Comendador el señor Jerónimo de Cabrera y Zúñiga.

  Embarcaron en el puerto de San Lucas de Barrameda el jueves el 6 de octubre de 1558, bajo el mando del maestre Alonso Martín Morejón, hicieron vela con rumbo a Panamá, para quedarse en el distrito de Santa Isabel de la provincia de Colón, que se llama Nombre de Dios, que en aquella época ejercía como un importante puerto del comercio colonial español, y principal centro de abastecimiento de toda Tierra Firme.

                                                              


  El navío destinado para este fin fué La Trinidad, cuyo propietario era el guipuzcoano Esteban de Aquerza de 120 toneladas.

   Pero ya metido en corto tiempo de navegación en las costas de las Arenas Gordas, se levantó un gran temporal de viento y lluvia que quedó el navío completamente destrozado, yéndose a pique entre la desembocadura de los ríos Tinto y Odiel. El cadáver de María Toledo, junto a dos de sus hijos pequeños Juan de cinco y Nicolasa de nueve años junto con un paje, un mozo y tres doncellas que formaban parte de su séquito aparecieron arrojados en la playa de Moguer, contando además con 21 persona ahogadas más.

  Según Efrain Bischoft, comenta lo ocurrido de la siguiente manera: “crujió el maderamen del casco, rompiéndose como una cáscara de nuez y el agua entró torrencial, arrastrando al mar a pasajeros y tripulantes, entre alaridos, ruegos e imprecaciones. De allí quedaba la noble doña María de Toledo, terminó de una desesperada agitación por querer salvarse con sus retoños, quienes también le siguieron en su fatalidad.

A.G.I. Indef.Gene.1965.

  José García Díaz.

 

lunes, 19 de septiembre de 2022

Naufragios.

 

                                                         


   Con este título, mi estimado amigo don Claudio Bonifacio publica este artículo recogido por un diario de Huelva, cuyo nombre no me quiero acordar, el jueves 23 de agosto de 1996.

   Dice así: “El estudioso de las navegaciones entre España y América Claudio Bonifacio, de origen italiano, ha asegurado a Efe que los documentos históricos certifican que hay medio millar de barcos con tesoros o carga valiosas naufragados en las costas andaluzas, o próximas a ella.

   Estas riquezas sumergidas ascienden a 120. 000 toneladas de plata y 800 de oro, según los datos presentados por Bonifacio, quien a dedicado más de quince años al estudio de los documentos relacionados con las navegaciones de la época colonial española, fundamentalmente en el Archivo de Indias de Sevilla, aunque también en archivos portugueses.

   A estas cantidades hay que añadir las joyas, porcelanas y piedras preciosas que transportaban los buques hundidos y la diferencia de las cargas declaradas a las autoridades de la época y el contrabando o sobrecarga de oro y plata que, como demuestra el rescate de cientos galeones, podía ser el doble de lo registrado oficialmente.

                                                             


  Bonifacio ha localizado fuentes documentales que atestiguan la existencia de 850 barcos en las costas andaluzas y Guadalquivir arriba, hasta Sevilla, si bien las fuentes históricas señalan que fueron quinientos lo que iban cargados de tesoros en el momento de se su hundimiento o naufragio, matiz fundamental ya que el término de “naufragio” lo emplea para designar a lo barcos que se encuentra a menos de 16 metros de profundidad cerca de la costa.

  La ciudad de San Lucas de Barrameda (Cádiz), la de Doñana en (Huelva) y en el mismo Guadalquivir son los lugares de mayor concentración de barcos hundidos entre 1496 y 1823, periodo estudiado por Bonifacio.”

  Las costas de Huelva desde el Guadiana al Guadalquivir, tiene recogidas en sus entrañas la historia documentada de unos 193 naufragios.

                                                             


  Siendo el primero y el más conocido, por resucitar de nuevo en los primeros días de marzo del año del 2008, en la playa del Partil. En donde la primera versión de algunos estudiosos se recae en el navío “El San Medel y Celedón”. La segunda que los restos es al final es de un barco holandés del siglo de XVII. Pero consultando en los Archivos de India encontramos toda documentación de esta singular nao como fue la San Medel y Celedón que naufragó cuando venía de vuelta en febrero de 1545 en el Portil. Al mando de su maestre Juan Lubelza del navío citado, y sus fiadores apelaran al Consejo la sentencia dictada por los jueces de la Audiencia de la Contratación en el pleito que contra ellos han seguido Juan Francisco de Vivaldo y otros mercaderes en las mercancías que traía dicha nao, y que se perdió cuando venía de vuelta de la Nueva España, sobre el importe de dicha cargazón. (Bonifacio APN Oficio XV. Libro II).

  José García Díaz.

viernes, 16 de septiembre de 2022

El agua en Doñana.

                                                                             

                                                                           

       El 29 de julio de 1970 desde Paris. (del corresponsal de Pyresa).

     Descubierta una bolsa gigante de agua bajo los eucaliptos de Almonte con una capacidad cuatro veces superior a la mayor presa de España.

 Las marismas del Guadalquivir en las tierras almonteña, puede convertirse en una nueva Holanda gracias a los estudios llevados a cabo por los hidrogeólos de la F.A.O. (Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la Agricultura). En un trabajo de Pierre Marie Doutrelant, que publica el suplemento económico de “Le Monde”, se dan toda clase de detalle sobre el gran hallazgo científico; una gigantesca bolsa de mil ochocientos noventa kilómetros cuadrados, situada bajo los eucaliptus de Almonte que contiene unos cuatro mil millones de metros cúbicos de agua, es decir cuatro veces más que en la mayor presa que hay en España.

   Con sólo una parte insignificante de este yacimiento se pueden regar diez mil hectáreas de terrenos de siembra. El autor de este trabajo después de enumerar los estudios llevados a cabo por los expertos de la F.A.O., a petición del Gobierno español que considera el problema social del campo andaluz.

  A este respecto, resalta el hecho de que dos millones de hectáreas o sea el treinta por ciento de la superficie cultivable pertenece a tres mil quinientos propietarios. La más pequeña de estas propiedades tiene una superficie de doscientas hectáreas y la mayor de unas tres mil y hasta más.

                                                               




   Esta gran obra que engendraría la irrigación de una vasta superficie planteará una situación totalmente nueva que rompería con la “tradición” y daría paso a una situación distinta, tanto en lo referente a la propiedad como a la explotación agrícola. En todos sus aspectos estos trabajos de los técnicos de la F.A.O., ofrecen una nueva y trascendental fase a la agricultura española y al futuro de la situación agrícola andaluza particular.

           Días después en el diario madrileño “Arriba” comentaba la noticia, en relación con el descubrimiento de la bolsa de agua subterránea en el término de Almonte (Huelva), un portavoz del Ministerio de Obras Públicas, ha indicado a un periodista de la agencia “Piresa” que todavía es demasiado pronto para hablar de realidades. Tanto en esa zona como en otras muchas de España se hacen prospecciones, en las que colaboran los Ministerio de Obras Públicas, Industria y Agricultura, Instituto Geológico y Minero de España y técnicos de la F.A.O. Según el citado portavoz, no hay en este momento base alguna para concretar la posible importancia de la mencionada bolsa de agua.

 José García Díaz.