Mucho hemos perdido en nuestra malograda contienda con los yanquis; pero, aun siendo grande y siempre llorando el quebranto que ha sufrido la integridad nacional, todavía queda algo, cuya pérdida sería tanto o más sensible que la de Cuba, que la de Puerto Rico, que la del Archipiélago Magallánico.
Ya lo dijo el inmortal Cisneros en esta elocuente frase: Nuestro porvenir está en África."
Situada ésta en el extremo de una lengua de tierra que avanza hacia el centro del Estrecho, es la verdadera llave del Mediterráneo.
La importancia de esta plaza marítima fue ya reconocida por los árabes, allá por el siglo VIII, en que. por la traición de un conde godo, pasó a dominio de los infieles.
Sin la plaza de plaza de Ceuta, jamás los musulmanes hubieran invadido la Península. En ésta organizaban sus expediciones para ir a guerrear con los cristianos. Tumba fue de un sultán, cuna de otros posteriores; los magnates la elegían como punto delicioso para pasar su existencia.
La consideraban como una joya, por lo cual, las obras de defensa y fortificación adelantaban tanto que la hicieron inexpugnable. Así lo justifica la magnífica fortaleza del monte Hacho, cuya muralla, altísima por su considerable perímetro es una obra colosal.
Tras los árabes vienen los portugueses, que consideran, como aquéllos, la alta importancia militar y marítima de Ceuta, los cuales continuaron las defensas con arreglo a los últimos inventos conocidos, y de aquel trabajo gigantesco nos dejan a los españoles como recuerdo la muralla real y el foso navegable, dos obras evidentemente colosales.
Triste era el estado en que se hallaba Ceuta hasta hace 18 años, que a instancias de militares de arraigado sentimiento patrio, se han hecho algunos adelantos en la defensa de la plaza.
Desde dicho tiempo se han construido bastantes baterías, y en ellas se han emplazado cañones de distintos calibres. Con motivo de nuestra lucha con los yanquis, antes el temor de que vinieran a atacarla, pues parecía ser que también entraba la posesión de ésta en sus planes, las defensas han recibido un vigoroso impulso.
Sin embargo, considerando el monstruoso poder naval de nuestros falsos amigos, los sajones, a juicio de personas muy competentes en fortificaciones y defensas, la plaza de Ceuta necesita todavía más artillados con cañones de los más potentes.
El hacho, por ejemplo, gracias al celo y actividad del que actualmente desempeña el cargo de gobernador en dicha fortaleza, a experimentado notables mejoras.
Anchas y suaves carreteras la cruzan por todas las partes; han desaparecidos los basureros que antes se notaban en los sitios más públicos; causa del aire mefítico que se respiraba; ha hecho cuantos arreglos caben dentro de sus facultades, hasta el extremo de que aquel que hace cuatro años saliera de esta fortaleza y hoy volviera a ella, la encontraría grandemente desconocida.
Una sección de penados a sus órdenes son los que llevan a cabo las obras que constantemente se realizan en este castillo.
Los edificios todos han sido reformados, se han montado tres estaciones telefónicas; una que está a cargo del cuerpo de Artillería, y comunica con casi todas las baterías de la plaza; otra la del Observatorio del Vigía, y, por último, la del señor gobernador, que comunica directamente con la Comandancia general.
El cuerpo de Ingenieros ,comprendiendo la utilidad de la paloma mensajeras en caso de un asedio, está levantando sobre las ruinas de un antiquísimo edificio un vasto palomar, en el cual, una vez terminado, podrán albergarse centenares de dicha aves. En la actualidad hay 45 palomas de casta belga.
Dícese que el mismo cuerpo, que tantas pruebas está dando de patriotismo en esta plaza, trata de instalar en el Hacho un potentísimo foco eléctrico que radia hasta Gibraltar y Tarifa.
El artillado no ha sufrido variación. La causa de esto lo ignoramos, conformándonos con asegurar que, si la plaza de Ceuta, justamente con Algeciras y Tarifa, sería la verdadera llave del Estrecho, el Hacho potentemente artillado sería un baluarte inexpugnable que impediría toda entrada en la ciudad o la permanencia del enemigo en ella, si lograse hollar con sus plantas este hermoso suelo.
Bastante henos perdido en esta triste y siniestra jornada.
Sigan, pues, con toda actividad las obras de fortificación y defensa de Ceuta, que en ella, como dejo dicho, repitiendo la frase del inmortal Cisneros, "está nuestro porvenir.
Emeterio Arraís.
José García Díaz.