domingo, 20 de septiembre de 2015

!Salvemos el río Tinto!

                                                                             


                      

          “Hay vida en el río Tinto”. Fue el título de la conferencia que el catedrático Ricardo  Amils ofreció sobre este río, en la Sede Iberoamericana de la Universidad de la Rábida.

El día 4 de Junio de 1996.

   El rector de la Universidad de Huelva, don Francisco Ruiz Barraquero, fue el encargado de presentar al conferenciante. También intervino el presidente de la fundación, José Rodríguez de la Borbolla, quien se refirió a las actividades turísticas que se desarrollan en la zona, así como el proyecto “de ampliación de la línea férrea hasta  Niebla.
    El director de la Fundación Rio  Tinto, José María Mantecón, sirvió como anfitrión, un prestigioso equipo de diversas universidades españolas y extranjeras ha visitado la Cuenca Minera, invitados por esta institución y convocados por la sociedad Española de Microbiología (SEN), las universidades de Huelva, Autónoma de Madrid e Internacional de Andalucía, así como la Fundación Ríotinto, el grupo de Taxonomía biodiversidad y filogenia ( uno de los muchos con los que cuenta la SEN, se reunieron durante tres días en la sede de la Rábida para intercambiar impresiones sobre el complicado mundo de la microbiología.  
  Ricardo Amils es el responsable de estar llevando a cabo unos de los estudios más interesantes de los últimos años sobre la biodiversidad microbiana del río Tinto, un curioso caso de “contaminación natural”, posiblemente único en el mundo. Ya que el problema de la Microbiología es el tamaño de los organismo que se estudian” y recuerda que esta ciencia se encuentra en mantillas realizando principalmente una labor de “entender lo que tenemos”
    Sobre la aplicación práctica  de esta ciencia, opina el microbiólogo de la Universidad Complutense de Madrid reflexiona en voz alta:” Si no sabemos la diversidad que hay en el río Tinto nunca sabremos las posibilidades de los microorganismos que allí se encuentra”.
    Estos microorganismos tienen un sinfín de aplicaciones que van de la medicina a la producción industrial. Hoy en día, en países como chile, el 50 por ciento del cobre se extrae por bíominería realizada por estos organismos  diminutos. Otra aplicación importantísima es la utilización de las bacterias como las seudomonas para la descontaminación de las aguas. Plásticos biodegradables o fibras sintéticas son otros  campos donde los microorganismos están presentes con gran éxito.
  Tanto Ricardo Amils como otros  microbiólogos españoles se lamentan que la industria nacional no aproveche las investigaciones hechas por los microbiólogos.
   Otro destacado científico que participo en estas conferencias, tenemos al catedrático  de Microbiología de la Universidad de Barcelona, que pertenece a un grupo de investigación diferente al que se reunió en esta ocasión en la Rábida. Ricardo Guerrero, puso de manifiesto la importancia de la SEN, unas de las asociaciones científicas más importantes de Europa, contando con más de 2.000 investigadores en toda España.
  La reunión de La Rábida tuvo como ponentes a autoridades mundiales en el campo de la Microbiología, como es el caso del profesor H. Trüper, de la Universidad de Bonn, o Estackebrandt, de la Deutsché Semmlung von Mikroorganismen und Zellkulturen, que disertó sobre la importancia de la biodiversidad en la biotecnología o del profesor A. Lazcano, de la Universidad Autónoma de México que pronunció la conferencia final de las jornadas.
   Tras una amplia sesión de conferencias y charlas científicas, dedicaron un día de visita al zona minera de Ríotinto, donde los microbiólogos pudieron observar las viejas instalaciones mineras inglesas.
  El día siguiente se aprovecho parte de jornada a una reunión organizativa del grupo de Taxonomía, Biodiversidad y Filogenia de la SEN, en el que el presidente de dicha Sociedad dio lectura del acta de la sesión anterior así como la nueva dirección del grupo, adaptación de los estatutos y renovación del cargo.

(Del Huelva Información; 2-5-1996. Autor: Fernando Quiroga,)

     Domingo 19 de septiembre de 1999. Del mismo periódico por el profesional Rafael Moreno.
    Un proyecto que ronda los despachos del Ministerio de Medio Ambiente, La Junta de Andalucía y la Confederación Hidrográfica del Guadiana pretende compatibilizar el uso hídrico de la cuenca del río Tinto con la investigación internacional. Para ello se estudia una modificación de su cauce original que salvaguarde la parte contaminada de forma natural, con intención de unos 25 kilómetros de la reconversión hidrológica de la cuenca.
                                                                

   El equipo de científicos que dirige el catedrático de Microbiología de la Universidad  Autónoma de Madrid, Ricardo Amils, solicitó hace años y medio a la organización de Naciones Unidas para la Ciencia la Educación y la Cultura (Unesco) que declare el río Tinto como Patrimonio de la Humanidad. La institución aún no ha respondido a esta petición que de momento no ha contado con el respaldo unánime de los partidos políticos y organizaciones sociales.
    Sin embargo, según ha desvelado el profesor Domingo Carvajal Gómez, adscrito al área de Ingeniería cartográfica, geodésica y Fotogrametría de la universidad de Huelva, que existe una negociación entre la Junta de Andalucía, el Ministerio de Medio Ambiente y la confederación Hidrográfica del Guadiana que busca una alternativa viable a la conservación de las aguas del Tinto tal y como nacen. Es decir que mantenga las características de sus entrañas.
     El río Tinto guarda un misterio sin desvelar pues posee un sistema autoorganizado de vida fuera del equilibrio lógico. Una población de bacterias que logra subsistir en un ambiente tan hostil como supone un 2,2 de Ph y altísimas concentraciones de hierro. Esto unido a la presencia de la luz del sol le convierte en un sistema similar al del planeta Marte. Si hubo vida en Martes, ésta pudo desarrollarse de la misma forma que lo hace hoy en el Tinto.
   En un principio el proyecto de investigación del microbiólogo Ricardo Amils y el interés de la Agencia Espacial Norteamericana por las condiciones de la vida en el río estaba amenazado por la limpieza de la Cuenca del Tinto, un proyecto que la junta de Andalucía tiene en cartera desde hace años y que incluso ha sido llevado al Senado en varias ocasiones y otras tantas ante el anterior Ministerio de Obras Públicas.
    A raíz del trabajo de investigación de Amils, de la visita pasada primavera a la zona del máximo responsable de la Nasa, Daniel Goldin, y del científico onubense y astrobiólogo Juan Pérez Mercader, el proyecto de limpieza de la Cuenca del Tinto se quedo paralizado enseguida, en todas las administraciones.
  Teniendo proyectado de complemento una presa para el abastecimiento de los pueblos, como la de zona de regadío.
  Puesto que una vez separado el río original de la cuenca matriz, los afluentes de agua de lluvias procederían a la limpieza natural, según apuntó el profesor Carvajal tras participar en el congreso que la Asociación Internacional del Agua  en la Minería celebró la última semana en Sevilla.
      El profesor Carvajal expuso antes expertos de cuarenta países la importancia para la investigación del río Tinto. Diciendo que “si este río estuviera en los Estados Unidos sería a buen seguro un polo de atracción como loes hoy el parque de Yellowstone o el Gran Cañón del Colorado”.
      En su ponencia, Carvajal Gómez apuntó que en vista de lo resultado de la analítica obtenida, el descenso de los niveles de concentración de metales  pesados en las aguas del río se hace cada vez más acusado tanto se avanza desde su nacimiento hasta la desembocadura. Esta peculiaridad propiciaría su limpieza aguas debajo de la cabecera.
   La ponencia de Carvajal hace referencia a que la parte superior de río Tinto constituye la mayor concentración de mineralización de sulfuro del Mundo.
     Tuvimos que esperar con inquietud esta grandiosa noticia que ocurrió el martes día 14 de Diciembre del 2004.

  Se declaran Paisaje Protegido los tramos altos y medio del Rio Tinto.”

       Este espacio natural ocupa una franja de 57 kilómetro a lo largo de diez municipio de Huelva y uno de Sevilla que suman 16.956,79 hectárea.
     Además de salvaguardar los valores paisajísticos de este curso fluvial, ligados durante siglos a la actividad minera, la decisión adoptada supone también otorgar una protección específica a las 12.636 hectáreas del término municipal del Berrocal que resultaron afectada por el incendio del pasado mes de Julio.
   Este es el segundo que se declara como Paisaje Protegido en toda Andalucía, previsto por la legislación estatal para recuperar los valores ecológicos y culturales de zonas con fuerte intervención humana, después del  Corredor Verde del Guadiamar, hasta ahora el único territorio con este régimen de protección en Andalucía.
   El río Tinto, en cuya cuenca alta se sitúa el mayor yacimiento minero  a cielo abierto de Europa, conforma un enclave único en el mundo, tanto como por sus belleza natural como por sus extraordinaria condiciones ambientales, según destacó el portavoz del Gobierno, Enrique Cervera, en la conferencia de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno.
     El mismo Cervera recordó que este lugar fue elegido por la agencia espacial norteamericana NASA para estudiar sus formas de vida, debido a la probable parecida entre sus condiciones ambientales y las que podrían darse en el planeta Marte.
   Otros objetivos de la declaración del Río Tinto como Paisaje Protegido se dirigen a conservar las riqueza geomorfológica originada por la actividad minera; regenerar los espacios más degradados sin alterar la singularidades del curso fluvial y su entorno;  ampliar la dotación de instalaciones de uso público, y fomentar el desarrollo de programas de investigación y educación ambiental.
   En cuanto a la fauna y flora, la gestión del nuevo espacio protegido prestará especial atención a especie amenazadas como el llamado brezo de las minas, planta endémica de Huelva en peligro de extinción, y distintas variedades de murciélagos que anidan en las cavidades y canales de los enclaves mineros.
      Además de la declaración de Paisaje Protegido acordada hoy, La Junta de Andalucía tiene previsto completar la protección de los valores históricos y culturales de la Zona Minera de Ríotinto y Nerva con su reconocimiento como Sitio Histórico, una figura con la que la Consejería de Cultura garantizará la salvaguarda de los distintos bienes arqueológicos, etnográficos, industriales y arquitectónico que componen el patrimonio de la comarca minera.
   Con la declaración del Paisaje Protegido del Río Tinto, son ya 146 los territorios y enclaves incluidos en la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía, que con sus 1´70 millones de  hectáreas son los más extensos de Europa.

José García Díaz.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

sábado, 19 de septiembre de 2015

Notas Nº 3. sobre el río Tinto.

                                                                                  
                                                               

     

      Estamos siguiendo del artículo anterior, que con el título del “El trasvase del río Tinto al río Odiel”. Por parte del ingeniero Isidro Pinedo Vara.

     En todo caso, trasvasar el río Tinto al río Odiel en cabecera, al nacer, no es igual que si trasvasara al final, o sea echando al Odiel el caudal y los aterramientos de toda la cuenca del río Tinto, pues insistimos que el trasvase se hace en la parte más alta del río Tinto, al nacer éste, y sabido es que los nacimientos de todos los ríos en general, suelen ser un pequeño arroyo, que incluso se seca en verano.

  En el trasvase del Tinto no será grande el caudal del río en sí, pero habrá que trasvasar a otra aguas superficiales y vertidos, Estamos convencidos que la empresa minera prestará su inestimable colaboración para resolver bien la recogida y trasvase de las aguas sucias, cual fuere su origen, al igual que estimamos que la Administración debe otorgarle, sin regateos, las concesiones de nuevos caudales de aguas limpias, para el mejor desempeño de los proyectos agrícolas y mineros que piensa llevar a cabo.

   Terminamos estas líneas, alertando a la Administración y al público en general, de un grave riesgo, cuyos efectos se atenuaron con las obras del trasvase y aprovechamiento de las aguas limpias de la cuenca del río Tinto. El riesgo que vamos a señalar, podría malograr o retrasar mucho el arrollador progreso de Huelva en las tres actividades básicas: Gran industria, turismo de playa, y modernas agricultura a base de riego localizado.      Dicha las tres actividades precisan de mucha agua y, sobre todo, la continuidad del suministro, sin fallos. Una gran avería en verano, que privara por unos días o semanas de aguas a las tres actividades citadas, podría significar una tremenda ruina. Y eso es muy posible porque vivimos en una región sísmica. Bien sabemos que esto traería risa o sonrisa a los jóvenes.

      Pero si Huelva no tiene  memoria, si tiene en estos momentos algunos viejos que con bolígrafo en mano podemos hacerle saber que los últimos veinte y cuarenta años hemos sufrido dos o tres fuertes sacudidas, que la  iglesia de la Milagrosa y la Catedral de la Merced hubo que cerrarlas por los daños sufridos y que cerradas siguen. También pueden preguntarse porque no hay en Huelva ni en Palos edificios, murallas o castillos, no reconstruidos, que tenga varios siglos.

   Además de recordar el peligro sísmico, que no es el único, esbozaremos, a grandes rasgos, nuestras conducciones hídricas, que hoy forman un conducto lineal con los embalses en un extremo. Es una red ingeniosa, que así por las circunstancias lo impusieron. Pero que nosotros la creemos frágil  con muchas zonas de peligro, provenga éste de una explosión de envenenamiento involuntario, por caída de alguna cisterna… y sobre todo por algún trastorno sísmico, de los que se producen varios cada siglo, cuando menos se esperan. Comienza esta red con qu8e toda o una gran parte del agua hay que elevarla unos metros por medios de bombas y tuberías. Luego atraviesa un largo túnel hasta entrar en la presa del El Piedra. Largo canal de hormigón y tuberías de gran sección por un puente de los más largos de España le permite llegar a Huelva, el mayor  centro urbano de la provincia, El puentes antes citado está sobre la ría del Odiel y para llevar el agua  a la zona industrial, que en su mayor parte se encuentra localizado en el término municipal de Palos, hay que cruzar las tuberías por otro gran puente.

   El sistema distributivo del agua en esta zona repetimos que lo encontramos frágil, y por lo tanto, con mucho riesgo de un colapso. La atenuación al mínimo de estos riesgos requiere una solución en triángulo o cuadrilátero, es decir, con los dos o tres embalses estratégicamente situados, teniendo en cuenta la situación de los centros de mayor consumo y que los cortes de suministro pueden  producirse por rajas en presas y canales, obstrucciones en los túneles y cortes en los puentes sobre las rías.

  Es indudable que el aprovechamiento de agua del río Tinto contribuiría a disminuir dicho riesgo.

  Del sábado 12 de Agosto de 1993. Bajo el artículo, firmado por M.J.G. (En el Huelva Información). Teniendo de cabecera el siguiente título: La Junta iniciará en otoño las obras de saneamiento de los ríos Tinto y Odiel.

    Anunciado por el consejero de Cultura y Medio Ambiente, Juan Manuel Suárez Japón, quien clausuró ayer las jornadas sobre humedades desarrolladas en la Rábida, y donde abogó por “políticas activas de intervención” para conservación de estas zonas.

  Las diversas actuaciones que incluye este proyecto de saneamiento de los ríos Tinto y Odiel se dirigirán, según el explicó el consejero, a la corrección de los vertidos “de ácido y de todos los elementos de las  explotaciones mineras de la zona. Las obras empezarían el próximo otoño, que tendrá un presupuesto de 1.200 millones de pesetas, que serán financiados conjuntamente con la CE. Quien aportará entre el 30 y el 70 por ciento del coste total.

  Según estimó el consejero, este proyecto de saneamiento junto con el de restauración de las balsas de yeso de la cuenca baja de ambos ríos, en el Polo Químico. “serán fundamentales para poder decir a la sociedad de Huelva que los ríos Tinto y el Odiel han dejado de estar contaminado”.

  En este mismo año, en el día 20 de Octubre, y en portada la siguiente noticia: El ministro de Obras Públicas, don José Borrel, dijo ayer que su departamento va invertir más de 13.000 millones de pesetas en el saneamiento de las cuencas de los ríos Tinto y Odiel.

   El ministro contestó a una pregunta del senador socialista Antonio García Correa sobre las actuaciones que se realizan en estas cuencas de Huelva para la descontaminación y posterior aprovechamiento de sus aguas. Previsto en la primera fase del proyecto de directrices del Plan Hidrológico II de la Cuenca del Guadiana, con un coste de 13.000 millones de pesetas. 

 

José García Díaz.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Notas 2ª sobre el río Tinto

                                                                            


                                                                      

   “Una gran obra andaluza, el río Tinto limpio”, es como el ingeniero de minas don Isidro Pinedo está resaltando estos artículos periodísticos desglosados en varias notas de páginas.
    Añadamos, también, que la masa lago, en cuya cueva nacía el río Tinto, al preparar los ingleses su extracción a base de pozo y de galería inferior de arrastre, se secó, yendo las aguas “pozo abajo”. ¡Adiós  nacimiento del río Tinto!  Las aguas van a los canaleos  a precipitar su cobre. Esas y algunas otras aguas van o vuelven al río Tinto, pero ya no son aquellas aguas del manantial contaminado, si no que se trata de un “indiscutible vertido”.
   Los ingleses compraron la mina y el término municipal de Ríotinto en Febrero de 1873, creando una enorme explotación típicamente colonial, hasta que en 1956, se hizo cargo la empresa española que amplió las labores de los cobrizos y metales preciosos, creando en Huelva la mejor industria química de Andalucía, y quizás  de toda España. Fue lástima que se cargara el proyecto del INI, bastante estudiado, en el que la pirita era y sería la protagonista, y que su ministro de Industria les concediera, de hecho, el monopolio.
   El fuerte endeudamiento en dólares y las subidas de los cambios, creemos que la arruinaron, Aunque fuimos rivales, estimamos que su balance, en conjunto, es muy positivo.
   Con actividad minera o sin ella, las aguas contaminadas de río Tinto, corrieron durante milenios por casi toda la provincia de Huelva. Ahora, al abogar por la conversión de un río Tinto, por otro “limpio y aprovechado”, hay que  enfrentarse a un conformismo y una inercia que tiene que tienen fuerte raíces en el pueblo, en la sociedad onubense, en la empresa minera y en las autoridades de todos los tiempos.
  Por eso insistimos que es precioso dar un fuerte golpe a la historia, de modo que la sociedad andaluza gane y la empresa no pierda. Esta última, como es natural, tiene sus planes y precisa concesiones de aguas limpias… que a nuestro juicio deben atenderse, pero no se pueden coger aguas  limpias por encimas del río Tinto y seguir contaminando la provincia de Ríotinto para abajo. ¡El río Tinto no entró en la venta a los ingleses! Es un río nuestro que estuvo condicionado por un ferrocarril, que la empresa abandonó para servirse de las carreteras del Estado.
     La obra de trasvase del Tinto, o de la transformación del Tinto, o de cómo quiera llamársele, tiene realmente ejecutados, con permiso de las autoridades pluviales o sin él, al menos dos túneles de la cuenca del Tinto al del Odiel, según se ven en el mencionado libro “Pirita en Huelva”. Creemos que con fines mineros se han realizado en estos últimos 30 años, obras costosísimas que se pueden adaptar a los fines que defendemos. Sea como fuere; el paso del río Tinto, al río limpio se encuentra en su momento oportuno, por el abandono del ferrocarril y por encontrarnos ya de cara al 92.
       Al político que pueda y quiera decidir su ejecución, corresponderá la gloria de la obra magna de Andalucía, tan sencilla y económica como productiva e insoñada.
   Es casi seguro que sobre el río Tinto se ha escrito más que sobre cualquier otro río de España, debido a:
A)   Su indudable relación con la civilización tartésica, considerada como la más antigua de Occidente.
B)    Porque hace  más de veinte siglo los fenicios partían de esta ría hasta Galicia y Asturias, donde compraban también oro y hasta la antigua Britania para adquirir estaño, regresando a la desembocadura del Tinto-Odiel. Reunida aquí la flota fenicia, reponía despensa y esperaba a que saltara viento favorable para cruzar el Estrecho y navegar por el Mediterráneo.
C)    Porque el río Tinto era el camino de salida de las minas más importantes del Imperio Romano.
D)   Porque igual que se reunían aquí la flotas fenicias, se reunió la flota de las tres carabelas, frente a Palos, con destino hacia lo desconocido, partiendo el 2 ó 3 de Agosto de 1492 para descubrir lo que después se llamó América.
        ¡Cuánta historia en un reducido espacio de metros cuadrados!
  Pero no son vientos de historia lo que ahora inspiran o hinchan las velas de mi pluma. Lo que ahora nos obsesiona es el trasvase de las aguas del río Tinto, de modo que las de este río  quede tan potables como la de la Fontanilla, de Palos, donde se llenaron los pellejos para dicha tres carabelas.
   Pero para mejor explicar el fin práctico del trasvase, intentaremos bajar el tono del escrito, diciendo llanamente que los ríos Tinto y Odiel son los dos ríos más largos y caudaloso de Huelva. Los dos nacen y van engordando su caudal dentro de esta provincia, desembocando al unirse cerca del mar. Frente a la Rábida. El río Odiel nace más al norte que el río Tinto, en la Sierra de Huelva, pasando en su descenso hacia el Sur muy cerca de las minas de Ríotinto. El río Tinto nace, precisamente en las minas de Ríotinto, y es en este punto donde se desea que las aguas contaminadas y contaminantes del Tinto pasen al Odiel.
   Por el tipo de sus aguas, el Odiel tiene tres tramos bien diferenciados; el más al norte es de agua puras y cristalinas hasta  que llega a la franja pirita. Al travesar esta última, recoge las aguas fuertemente contaminadas de casi todas las minas de pirita de la provincia. Varios Kilómetros antes de su llegada al mar, forma una ría, en la que mezcla con el agua de mar, ascendiendo y descendiendo el conjunto, según las mareas. El río Tinto no tiene tramo superior de agua dulce y pura, pues nace o nacía en las minas, con aguas ya contaminadas. Todo su curso hasta mezclarse con el agua del mar y formar la ría del Tinto, lleva aguas  contaminadas, pero atención a un detalle: El río Tinto que repetimos nace contaminado, no recibe después agua malas de ninguna otra mina, durante su largo curso hacia el sur, mientras que el Odiel recibe las aguas contaminadas de casi todas las otras grandes minas contaminadoras, como antes se dijo. Si las aguas malas que recibe el río Tinto al nacer, separan al Odiel, quedará limpio Todo el río Tinto y el Odiel seguirá con las aguas contaminadas. Ahora tenemos los dos ríos contaminados y espera tener uno limpio y el otro contaminado.
  El trasvase de las aguas ácidas del río Tinto al Odiel es fácil, porque el río Tintillo, es afluente del Odiel y sube hasta la Corta Atalaya, de Ríotinto. Es más, al ensanchar y profundizar dicha corta en los últimos años, gran parte de las aguas del Ríotinto ya van al Odiel a través de dos túneles que la empresa  hizo en las tres últimas décadas para desagüe y, sobre todo, para evacuar estériles de dicha Corta, como puede apreciarse en la figura V-2, página 118 (túneles 2y 5), del libro Piritas de Huelva. El trasvase de las aguas del río Tinto se ha simplificado y casi eliminado.
   Resta, eso sí, un problema importante de vertidos de aguas o lejías residuales que en gran parte van al río Tinto, así como las pluviales después de acidificarse con resto pirítico. Las  recogidas de estas aguas fuertemente contaminadas pueden hacerse llevándolas a balsas de  estériles o al río Odiel, No es problema difícil ni de envergadura. No se hace así por dejadez y abandono de la empresa y de los poderes públicos, desde hace muchos años. Entendemos que los costos de esta obra, magna por los bienes materiales que puede reportar y por la gloria que representa, corresponde a la  Junta de Andalucía. Es un alto honor que no debe consentir que se lo  arrebate.
      Y se nos puede preguntar. ¡Si es obra productiva, magna y honorífica!..¿Por qué no se ha hecho antes? Y la repuesta es sencilla. Suponemos que otras personas, al igual que quien escribe, tendrían la misma idea y tropezarían con el mismo obstáculo; El ferrocarril minero de Ríotinto. Este ferrocarril discurre desde Ríotinto pegado al cauce del río del mismo nombre, por una u otra margen del mismo. El sentido común, quizá más desarrollado en los ingleses que en otros pueblos, les hizo pensar que los trenes “cargados” irían así mejor y más económicamente, bajando según el  curso del río, hacia su embarcadero en Huelva, dejando la cuesta arriba para los trenes vacios. El aprovechamiento del cauce del río Tinto era incompatible con esta vía; interrumpirla equivalía a cortar el cordón umbilical a un ser non nato. Equivalía a parar la mina. Pero representaba mucho para el país el valor de la producción diaria de Ríotinto y muchos eran también sus obreros y empleados. Sobre dicha vía férrea, ha existido una divisoria clara en el tiempo: Antes y después del ferrocarril. Con la reciente parada de esa vía, todo ha cambiado. Las ideas y conceptos del trasvases desde hace meses o años no son válidos y viceversa. Fue la propia empresa Explosivos Ríotinto quien decidió libremente parar su ferrocarril minero y hacer el transporte de minerales en camión por las carreteras del Estado.
  Hace relativamente poco tiempo que se ha levantado los carriles de la vía, al menos en los tramos, pues, en los tramos que hemos visto. Estamos, pues, en la fase “después del ferrocarril”, es decir, ya se puede rescatar no sólo un río, si no la cuenca de un río que ha estado contaminado al máximo, ya se puede y debe pasar de un río que mataba cualquier indicio de vida a otro que dará la vida vegetal, vida animal, Kilowatios, regadíos y que calmará la red física de los pueblos ribereños, algunos de los cuales vienen padeciendo severas restricciones veraniegas de agua potable.
    Tiene fundamento que el trasvase despierte recelos en los pueblos por donde pasa el Odiel. Dichos recelos proceden, al menos en parte, de los abusos que antes han cometido algunas minas que desaguaban en dicho río, ya que aprovechando las fechas de las grandes lluvias, que aumentan mucho el caudal y la turbiedad de las aguas, limpiaban el fango de los diques de aguas dulces, o las balsas de lodos…aumento de caudal y de fango que al unirse a los de la lluvia y erosión general de suelos, causaban perjuicios en las fincas y cultivos de “agua abajo”. Hoy esto ha cambiado mucho gracia a la nueva legislación sobre vertidos, a las severas sanciones y al mayor civismo en técnico y directivos mineros.


José García Díaz.











jueves, 17 de septiembre de 2015

Notas 1ª sobre el río Tinto

                                                                   
                                                                  
                                                       


                                 Notas 1ª sobre el río   Tinto

          En la obra, conocida como La Descripción y cosmografía de España o el Itinerario de Hernando Colón (Córdova 1488-Sevilla, 1539)

P. 210; un río en dicho reino;

 Es ya mencionado en la Crónica del Moro Rázi como río Tinto, además de río de Laxer, y en la obra de Yàqút  como Tintus, derivando su nombre por el llamativo color rojo de sus aguas, abundante en minerales. Y es posiblemente en esta época árabe, se le llamasen también con el nombre de nahr  Labla  (Rio de Niebla) y nahr Lashsar.

    Pues en los años ochenta y noventa, del siglo pasado se encontraba pendiente de perder parte de su longeva identidad. Resaltamos varias crónicas de la prensa de aquellos momentos, que daban como primicia, de cómo se le declaraba una guerra sin cuartel al pobre y humilde río Tinto, sin que nadie dijera nada en poder defenderlo.

    De los archivos del periódico Huelva Información, extraemos las siguientes notas sobre el delicado y controvertido tema, una de ella del día del 2-11-1980. Las declaraciones por parte del senador socialista y antiguo trabajador de las Minas de Río Tinto, Antonio García Correa, “Lo primero que haré en el Senado será insistir en la moción sobre la descontaminación del río Tinto, y no parare hasta verlo conseguido.”  

   En ese mismo año y firmando el artículo por el periodista A. Peinazo: La descontaminación del Tinto sería posible con una inversión cercana a los 3.700 millones de pesetas.

    Las aguas “dulces” podrían embalarse para llevarlas al acuífero de Doñana. Este proyecto que defiende este senador socialista, teniendo como objetivo el separar la parte inicial del río, que es la que se encuentra más contaminada con otro aporte de agua dulce. El agua contaminada se embalsaría, pudiéndose tratar en parte, para llevarla después por tuberías río abajo hasta la zona de Niebla, donde se filtraría naturalmente con terreno de la piedras calizas.

     La contaminación que lleva este río puede calificarse de “natural”   todo lo que respectas al río Tinto. “Ya en la antigüedad, marcada por las primeras referencias que se disponen en la época tartésica  las primeras producciones  se realizaban construyendo “socavones” que se comunicaban con el terreno circulante mediante galerías, que además de servir para extraer el mineral se utilizaban como desagües” Asegura el senador Correa, añadiendo como en todas las labores antiguas, hoy abandonadas, han quedado pequeños montones, de material que se han enriquecido porcentualmente en metales después de la tostación natural producida por los agentes atmosféricos.”

         Del 26 de Abril de 1989. Del escrito de una autoridad como lo es el Ingeniero de Minas don Isidro Pinedo Vara.

    Este artículo es uno más de los escritos a favor de la ejecución de unas modestas obras para que, sin arte de magia, el río Tinto se convierta en un río limpio, pasando de un río que mata y esteriliza a río que dará vida, Kilowatios y regadíos a la extensa fértil campiña que se extiende desde Gibraleón y zona norte de los términos municipales de Huelva y San Juan hasta el Condado. El río maldito pasará a ser, en compensación a los milenios que lo han sufrido, germen de su desarrollo y bienestar.

       Algunos lectores saben que el tema tartéssico no es nuevo para nosotros. Por espacio de varios años estuvimos reuniendo información formando toda ella un difícil rompecabezas. Y tras su laboriosa solución, llegamos a las siguientes conclusiones, que publicadas, creemos fueron aceptadas por la mayoría de los especialistas tartéssicos, ante muy dividido.

1.    —La minería tartésica fue la de Huelva.

2.    –El río Tartesso, era el río Tinto.

3.    –La capital de Tartesso, aún no descubierta, se sitúa en la provincia de Huelva, probablemente en las proximidades a esta capital.

Y ahora nos preguntamos ¿tenemos base razonable para admitir la continuidad física del río Tartesso hasta la denominación de río Tinto y como conjeturar cómo era sus aguas? La  repuesta puede ser polémica, pero no la base en que nos apoyamos y es que los 25 ó 28 siglos que separan nuestros días de los Tartéssicos son “una insignificancia” comparada con el tiempo que nos separa de los últimos fenómenos geológicos que hayan afectado a la epidermis de la corteza terrestre en este punto y un infinitésimo del tiempo que no separan de la formación, por la naturaleza, de las masas de minerales de Huelva.

     En lo que se refiere a las aguas del río Tartesso, creemos que inicialmente, antes de la minería, sus manantiales serían de agua potable o, a lo sumo, algo ferruginosas, pero no dañinas, puesto que si las masas de mineral afloraban, tal afloramiento  sería una “montera de Hierro” como las que aún se encuentran en la provincia de Huelva.

  Al iniciarse la minería de los Tartessos, es de suponer que éstos trabajarían por encimas del nivel de las aguas y que extraerían por encimas del nivel de las aguas y que extraerían sólo los óxidos y carbonatos, que son minerales más fáciles de arrancar y de fundir. Las aguas del río Tartesso aumentarían de volumen y serían muy probablemente ferruginosa, pero no ácidas.

   La invasión de los Cartagineses hacia el año 500 a C. destruyó todo lo tartéssico. Tras la obligada inactividad, llegó la gran explotación romana, que duró desde el año 42 a C. hasta el 405 de nuestra era. Los romanos reabrieron las explotaciones tartéssicas y  descubrieron e iniciaron el arranque en todas las otras masas de mineral de Ríotinto que no se encontraban muy profundas. Igualmente extendieron su actividad a la mayoría de los yacimientos de la cuenca de Huelva. Creemos que sus arranques se hicieron en la llamada zona de enriquecimiento secundario en la cual abundaban los ricos sulfuros de cobre covelina y calcosina, así como los metales preciosos. Las aguas del río de las minas, el Urium de los romanos fueron aumentando de caudal, formado este último a expensas del azufre de los sulfuros.

      Como tras la explotación romana, transcurrió más de un milenio de inactividad, tiene un valor excepcional el informe que emitió el clérico Delgado en 1556, por encargo de Felipe II. Copiamos la página 48 del libro “Piritas de Huelva” parte de este informe, no sin antes reiterar que el clérico veía y describía las minas tal y como la dejaron los romanos en el año 405.

   “Asimismo, fuimos a ver otra cueva, la cual estaba llena de agua y salía debajo de ella un río, el cual se dice Rio-Tinto, la causa por qué nace por veneros de caparrosa, que por otra partes se dice aceche, de lo sirve para tinta, y así toda las  orillas, y así toda las  orillas de este río están llenas de aceche, principalmente el mes de Agosto, y así todos los lugares donde pasa este río o cercanos son obligados cada consejo a enviar sus cuadrillas de mujeres y mozos e mozas, en todo el mes de Agosto, a coger éste aceche y con éste pagan al Arzobispo de Sevilla ciertos tributos, de los cuales ellos están obligados: los consejos y otras personas no lo pueden coger en ningún tiempo,  porque es suyo, del Arzobispo, so pena de graves penas….”

  ....”En este río no se cría ningún género de pescado, ni cosa viva, ni las gentes las beben ni las alimañas, ni se sirve de esta agua en ninguna cosa. Tiene una propiedad esta agua, que cualquiera persona que tenga en el cuerpo cosa viva como las lombrices como beba de ella se les mata y le echan del cuerpo, otra propiedad les dije que tiene, de lo cual ellos se holgaron de saber, y es que ninguna persona que tuviese mal de ojo, que como se lavase con aquella agua, que luego sanaría; y esto les di por medicina en aquellas tierras, de lo cual ellos quedaron muy contentos, porque  lo vieron luego por experiencia. Tiene otra propiedad, que si le echan un hierro en el agua, en pocos días se consume; esto yo lo probé y tomé una rana viva y la eché en el río, que luego murió sin poder salir del agua”

   “Visto todo lo dicho, e informándome en todo lo que pude, nos volvimos para la villa de Aracena, tres días antes de Nuestra Señora de Agosto del año del Señor de 1.556.”

      El anterior informe del clérico Delgado se presta a muchos comentarios y deducciones. Pruebas, en efecto, que el río de las minas, el Urium romano, era el río Tinto, sin cambios en 16 siglos. Lo que allí ha variado se debe a la mano del hombre; a la formidable minería llevada a cabo primero por los nativos tártesico, para comerciar libremente con los fenicios y a los romanos que trabajaron generalmente con esclavos e imponías extraordinarios tributos.

   El clérico Delgado habla del “aceche”, esos polvos que sigue dejando en sus orillas el río Tinto cuando aprietan las calores y se evaporan el agua. Estos polvos son redisueltos al llegar las primeras aguas otoñales y hace variar la acidez de agua abajo, produciendo mortandad de los peces que subieron ría arriba, al secarse el Tinto en verano, y ascender sólo agua de mar pura, subida por las mareas. El efecto mortífero será mayor o menor, según cojan  las aguas de lluvias a las saladas de la ría, en plea o bajamar, por razones de concentración. Yo he presenciado en dos ocasiones, estas mortandades de peces, cuando por falta de coche íbamos en barca de vela desde un caño que hay en el polvorín hasta Palos de la Frontera. Sería lógico que tantas personas como escribieron hace poco achacando todas las muertes a las fábricas, escribieran a los periódicos ahora adhiriéndose al proyecto de un río Tinto limpio, que terminará, al menos, con las mortandades periódicas debidas al aceche.

José García Díaz.


       




  


lunes, 14 de septiembre de 2015

La descontaminación del río Tinto.

                                                                                   


                                                                

          Una inversión extremadamente necesaria. Este curioso texto extraído del libro Huelva en su Historia, 4, pgna.328.
       Nos cuenta la importancia que tendría su descontaminación en sus 93 kilómetros de recorrido. Ya que  desde su más remota antigüedad, se ha caracterizado por no tener vida debida a la contaminación que recoge al pasar por los yacimientos mineros; el color rojo de las aguas contaminadas le ha atribuido el nombre que recibe.
      En su nacimiento tanto el Tinto como el Odiel, son ríos con agua limpia  y cristalina. Sin embargo, es en su recorrido donde recibe los efectos naturales  contaminantes. El Tinto en concreto es en el mismo término de las minas, donde recibe las aguas de todos sus afluentes como la del río Agrio, cuyas aguas ya  vienen contaminadas con sustancias como son: los sulfatos de cobre, de cinc, de cobalto, y de metales pesados.
        Todas las referencias históricas nos reflejan que el río Tinto nunca ha tenido peces, ni vida y que sus  aguas jamás han podido ser utilizadas por el ser humano para el uso ni para el riego de los campos.
      Sin embargo, las aguas cristalinas de los ríos podrían ser utilizadas por el ser humano. El rescate de las aguas del río Tinto hace que sea posible convertir en zonas de regadíos partes de los términos municipales de Niebla, Bollullos, Bonares, Lucena, Villarrasa, Triguero, Beas, Moguer, Palos y Huelva.
    Tres han sido las formas propuestas para poder utilizar las aguas  del Tinto.
a)    El desvío del cauce del río Tinto al del Odiel.

b)    El trasvase del río en su nacimiento. Esta solución es la defendida por el prestigioso  ingeniero de minas D. Isidro Pinedo. Ya que el nos dice que el estudios de los transvase fueron realizados en la década de los años cincuenta, por los ingenieros de caminos Sres. Villarino y Zapico por encargo del INI.

c)     El entubamiento de las aguas desde el mismo nacimiento del río llevando sus aguas a las presa del río Blanco.

     Nosotros propugnamos que, bien se ejerciten estas obras para aprovechar el caudal de los ríos la opción de elegir entre las diferentes formas de ejercitar estas obras debería ser la técnica más idóneas.
   Un trabajo que se está realizando por parte de la Junta de Andalucía es el estudio de las diferentes emanaciones de las aguas ácidas, y de las explotaciones mineras abandonadas, para que no viertan estas aguas al río Odiel.
   El ingeniero don Manuel Bolaño sugería en el año de 1930, que el riego con las aguas del río Tinto y Odiel en la campiñas de Huelva y pueblos alrededores, podían utilizarse en los regadíos siempre que se evite sus contactos con las Plantas. Puesto que en dicho caso la proporción de roca caliza que el suelo contiene en su capa vegetal basta para neutralizar los elementos ácidos del agua.
     Los baños con las aguas del río Tinto, como tratamiento y limpieza de la piel, era de sobra conocido por los árabes dentro de su tratados de medicina natural. Costumbre muy motivada en la cultura popular de Bonares, que tras pasar el invierno y antes del primero de Julio, consistía en la de llevar a los niños a bañarlos al río antes de marcharse a la playa de Mazagón.
     No había más peligro que tener la mala fortuna de tropezar con los llamados calderones, (nombre con que los parroquianos de mi pueblo les daban a los agujeros o so bacones producidos en el mismo río, debido a las fuertes corrientes que durante las grandes riadas del mal tiempo y  al tener el suelo de roca caliza fuerte han perdurado durante años). Estos calderones eran muy solicitados antiguamente  como poza de fermentación y limpieza de las granas del cáñamo y del  lino.
    Añadiendo a el mal concepto que había sobre los calderones, era la costumbre que había de antaño, en este pueblo que en tiempo de pandemia de la gripe que asolo este pueblo por los años veinte del siglo pasado, era la de tirar las ropas de los pobres difuntos a dentro de ellos, mientras en los pueblos de los alrededores, se les prendías fuego.
   Ya en siglo XVI, el erudito Rodrigo Caro lo recoge, como  costumbre una buena receta y eficaz para expulsar las lombrices de los bueyes, así como combatir las mataduras de los equinos, mezclándose con una parte de cal viva y poniéndose en forma de empaste las corregían.

 

José García Díaz.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

sábado, 12 de septiembre de 2015

Recordando al río Tinto.

                                                             
                                                                        
                                


       De la revista Quercus de Septiembre de 1994, cuaderno, 103.

Página: 19, 20 y 21.

   El río Tinto se ha citado siempre como ejemplo de cauce contaminado por residuos procedente de una actividad minera cuyos inicios se remontan a la Edad del Cobre.
   Sin embargo. Las aguas de este curioso río han tenido siempre una elevada acidez y notables concentraciones de varios metales, producto de las peculiares características geológicas de su tramo alto. Pero, sobre todo, las aguas del río Tinto en apariencia muertas, albergan una nutrida comunidad de organismo perfectamente adaptados a un medio poco propicio para la vida.
     El río Tinto, que debe su nombre al color rojo intenso que caracteriza a sus aguas, nace al pies de la sierra de San Cristóbal, al noroeste de la provincia de Huelva, y recorre ochenta kilómetro hasta la desembocadura donde, junto al Odiel, forma la ría de Hueva. La sierra en la que se origina forma parte de la llamada franja pirítica  peninsular, formación geológica de origen volcánico marítimo, compuesta básicamente  por piritas, calcopiritas y minerales con elevadas cantidades de sulfuros complejos. Los afloramientos de estos materiales han dado origen a una de las zonas de más antigua explotación minera que se conoce.
      Hay vestigios de este tipo de actividad que datan de la Edad del Cobre (3.000 años a. C.), aunque en la época de la dominación romana (siglo primero I y mitad del siglo II d.C.) cuando se inicia una explotación masiva, principalmente de minerales de hierro. La actividad minera decae durante la Edad Media y deja de tener importancia hasta que, en 1873, un consorcio inglés compra gran parte de este territorio y funda la Río Tinto Company  Limeted, con el propósito de extraer fundamentalmente cobre, dando  origen así a una de las explotaciones más importante a escala mundial.
   En 1954 la compañía pasa a manos de españoles con el nombre de Río Tinto Minera, S.A. En la actualidad  la extracción del cobre ha dejado de ser rentable y la actividad se reduce a la extracción y procesado de gossan, un mineral rojizo del que se obtiene oro y plata.
  Las características geológicas de la zona donde se asienta la mina no solo han influido decisivamente en el modelado del paisaje por el hombre desde la prehistoria, si no que resultan esenciales a la hora de explicar la naturaleza del río. Las aguas del Tinto que nacen dentro de la explotación minera tienen un pH (grado de acidez) muy ácido, en torno a 2.5 acompañado de una alta concentración de metales, principalmente hierro, cobre u zinc. Estas características,  consideradas muy extremas para el desarrollo de cualquier organismo han hecho pensar que el Tinto era un río muerto carente de vida. Sin embargo sus aguas albergan una gran variedad de seres vivos que son, en realidad, los responsables directos de sus  peculiaridades.
    Las características fisicoquímicas de las aguas del Tinto son constantes incluso fuera de la mina, por lo que nosotros creemos que este río no es producto en exclusiva de la actividad minera, si no que sus propiedades han sido generadas por multitud de factores que en algunos casos son ajenos a dicha actividad.
      Desde 1.670, la extracción de metales en las minas de Ríotinto se realiza mediante el proceso llamado lixiviación que, tal y como explicaron Taylor y Whelan en 1943, consiste en las solubilización de los metales contenidos en los minerales gracias a ciertos ácidos. El primer dato sobre esta actividad microbiana (biolixiviación)  data de 1.947 cuando ColmerHinkle describieron un microorganismo aislado del río Tinto que era capaz de obtener toda la energía necesaria para vivir oxidando determinadas sustancias inorgánicas, como el azufre elemental (S), y cationes metálicos, como el hierro ferroso (Fe 2  -I-). Este microorganismo, denominado más tarde  Thiobacillus ferroxiadans   (una de las bacterias más utilizadas en la solubilización de metales).
     Los seres vivos capaces de obtener energía de esta forma ( usando compuestos inorgánicos), normalmente utilizan dióxido de carbono (C02) como única fuente de carbono, por lo que son denominados litoautótrofos (del griego litros: piedra y autotropho: alimentarse a sí mismo). Las bacterias litróficas son muy abundantes en el río, no sólo en el origen, sino a lo largo de todo su recorrido. Sin embargo, no son estas bacterias los únicos habitantes de las aguas del Tinto, puesto que  en él existen multitud  de organismos  eucariotas (con células cuyo material genético se encuentra en un núcleo separado del citoplasma por una membrana). Ya que en su nacimiento, el río registra una alta productividad biológica al estar su  lecho literalmente tapizado por algas y filamentos de hongos. En estas mismas condiciones viven los hongos y levaduras que se puede encontrar a lo largo del  río.
     La variedad de estos organismos es asombrosa: se han aislado 274 hongos filamentosos durante los muestreos estacionales realizados entre el invierno de 1.992 y el de 1.993. Es habitual encontrar levaduras que son capaces de crecer en condiciones ácidas y no es sorprendente hallarlas también en el río. El género aislado con mayor frecuencia en las  aguas del Tinto es la Rhodotorula, aunque también están presentes de manera  notable los géneros Cándida y Criptococcus.
   En el río Tinto, son las  bacterias litotróficas de las que hablamos antes las principales responsables de las características del río, al degradar los minerales produciendo ácidos y liberando los metales. Estas propiedades, muy valoradas por las industrias.
                                                                              

  Han permitido el desarrollo de métodos de desulfuración de carbones, ya que ciertas bacterias como Thiobacillus ferroxiadans son capaces de utilizar el azufre que se encuentra como impureza en los carbones. Este azufre es la principal causa de la contaminación, durante la combustión de los carbones. Este azufre es la principal causa de contaminación durante la combustión de los carbones y el responsable de la lluvia ácida.
         Por otro lado las algas y los hongos son objeto de estudio al ser capaces de retener y acumular, bien de forma extracelular, cantidades apreciables de metales como oro, cobre, aluminio y uranio, lo que puede ser muy importante en la descontaminación de metales encontrados en las aguas residuales procedentes de industrias pesadas.
    La gran capacidad metabólica de los hongos para generar multitud de enzimas y otras sustancias especialmente útiles para el hombre nos ha hecho pensar en la posibilidad de estudiar las especies aisladas del río Tinto, ya que por su particular hábitat podrían producir sustancias desconocidas ahora y de potenciar utilidad.
     Tenemos que considerar el río Tinto no como un río muerto, producto de la contaminación industrial, si no como  a un ecosistema que existe tal y como hoy lo conocemos desde hace mucho tiempo. La selección natural a lo largo de sus historia ha dado lugar a una serie de organismos adaptados a estas condiciones todo  ello hace que el río Tinto sea un hábitat único en el mundo, con  una biodiversidad y un altísimo interés científico y, aunque resulte paradójico también ambiental debido a sus características extremas.
   En la actualidad el Gobierno autónomo de Andalucía, en colaboración  con el Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, (MOPTMA). Proyectan embalsar las aguas del río Tinto y desviarlas al mar como medida de descontaminación del río. Sin embargo, como hemos visto, la verdadera naturaleza del río es producto de las características geológicas y biológicas de la comarca en el cual está situado.
   Por lo tanto, pensamos que la construcción de embalses haría desaparecer un paraje natural singular y supondrían la extinción de muchos de los organismos que habitan en el río, de manera que se perdería la posibilidad de encontrar nuevas e interesantes formas de vida y conocer en profundidad un hábitat tan complejo como único.
   Los autores del trabajo:
  D. Ricardo Amils es catedrático de Microbiología de la Universidad  Autónoma de Madrid (UAM); Irma Marín es doctora en Biología Molecular y profesora ayudante en la (UAM); David Moreira es licenciado en Biología  ha centrado su doctorado en el genoma de las bacterias quimiolitótrofas; Anabel López es licenciada en Biología Ambiental y ha dedicado su doctorado al estudio de la ecología microbiana del río Tinto.
José García Díaz.