viernes, 16 de octubre de 2020

Los primeros soldados de Bonares, que pisaron tierra africana.

                                                               


                                                                                          

 La Guerra de Margallo.

     Llamada así a la primera Guerra del Rif, que comenzó en el año de 1893 hasta el 1894, duró poco esa guerra española en Marrueco, ya que la primera ocurrida hacía más de treinta años atrás, se había quedado ya olvidada en casi toda España, pero  en este nuevo conflicto bélico se vuelve a derramar sangre española allende del Estrecho, dado que en breve tiempo de dos días, marcó parte de la historia de este pueblo en donde por desgracia murieron una quinta completa de 14 mozos y más 5 de la anterior, ya que podemos creer que este pueblo quedó metido en una profunda amargura y sufrimiento para las madres bonariegas; pero como los sentimientos con el tiempo suelen quedarse en el olvido, dado que luego llegó la Guerra de Cuba y las nuevas y continuas con el moro africano.

    Los 260 soldados de esta provincia, unos 160 se incorporan al Regimiento de Extremadura que se encontraban de guarnición en Jerez de la Frontera, en donde habían recibido órdenes de estar preparado para marchar para Málaga al primer aviso. Mientras el de Borbón, ya llevaba días en Melilla.

   Pero que es lo que produjo este enfrentamiento, llamado “Guerra de Margallo”. Puesto que este militar ejercía como gobernador de esta plaza, el señor Juan García Margallo.

   Y todo comenzó por una rutina de fortalecer un cuartel en las afueras de Melilla, donde el grupo de Ingenieros realizaban unas trincheras, cerca del cementerio y de la mezquita de Sidi Aguariach dieron con o sin conocimiento con la tumba de un moro llamado “Santón Puntilla” y la destruyeron. El saqueo de la fosa provocó que los moros que vivían y trabajaban para España, avisaron y calentaron la situación a los jefes de las tribus de los alrededores.

   Provocando que el 2 de octubre, fueran atacados los soldados que mantenían la vigilancia y la protección de sus compañeros de trabajos. De  hay es donde comenzaron los enfrentamientos que costó la vida en toda la campaña a más de 9.000 españoles.

                                                              


        Al amanecer del 27, 28 y 30 de octubre este batallón mandado por el capitán Parra junto al teniente don Miguel Primo Rivera con el sargento mayor Laureano fueron sorprendido por más de 6.000 bereberes, que portaban unos de los mejores y modernos fusiles aportados y vendidos por los ingleses para este fin como casi siempre ha ocurrido a lo largo de la historia. Entre el Regimiento Extremadura, el de Borbón y el de los Cazadores de Cuba dejaron en los barrancos y en las cimas enrojecida por sangre en la “Cabrerizas” y en “Rostro Gordo” a más de 500 soldados de Huelva y Provincia, entres fuertes combates de bayonetas cuerpo a cuerpo con los moros. Soldados que pensaban que para pasar de recluta a veterano no necesitaban nada más que una batalla, en las que tanto sobran las balas como faltan los garbanzos y las patatas.

  Son los siguientes soldados muertos del Regimiento de Extremadura en combate el amanecer del día 27 de octubre:

1º Francisco Domínguez Domínguez, de profesión del campo hijo de Juan Dominguez y de Manuela Domínguez de la calle Rosal.

2º Cristóbal Martín Caballero, del campo su madre Lucía Caballero y su padre Vicente Martín de la calla Santamaría.

3º José Martín Aguilar, del campo de la Fuente.

4º Pedro Rivas Ramos de la calle San José.

 5º Juan Antonio Carrasco Moro, del campo de la calle Esperanza su madre María del Rosario Moro y su padre Juan Antonio Carrasco.

 6º Antonio Martín García de la calle Ruiseñores, del campo su madre María Díaz Quintero y su padre José Martín.

7º Francisco Martín Díaz, albañil de calleja de la Iglesia.

8º Juan Molín Borrero, tabernero de la calle Hospital.

9º Manuel Martín Padilla, del campo de la calle Huerto.

  Los del Regimiento Borbón muertos en la misma noche de los anteriores:

10º José Vega Martín, herrero vivía en La Fuente.

11º José Vega Riquel del campo y primo hermano del anterior, vivían en la calle del Huerto en la misma casa.

12º Diego Carrasco Toro.

13º Ildefonso Barba Mora.

14º José Domínguez Rodríguez.

                                                      


                              Del Regimiento de Cuba.

15º Celedonio Bueno Carrasco, del campo de la calle Santamaría.

                 Del Regimiento Cazadores de Cataluña.

16º Agustín Velo Martínez.

17º Francisco Hilazo Martín.

18º Diego García Iglesia.

19º José Barriga Camacho.

   Se libraron los cinco mozos afortunados a los que sus padres pagaron a la Caja del Tesoro las mil quinientas pesetas del importe de la redención de cada uno de los que se quedaron en casa y buscaron un sustituto para su reemplazo

Están también redimido del servicio activo militar por la suma de 3.500 reales por Escritura Pública los siguientes quintos:

Manuel Carrasco Barriga de la calle Esperanza.

Juan Manuel Conejo García de la calle Larga.

Juan de Vega Querido de la calle Esperanza.

Y aquellos tres que se encontraban en situación de penalidades en la familia. Se le otorgaban por las autoridades locales evitando la corporación a la fila.

       Mientras el amanecer del día 2 de noviembre desembarcan en el puerto de Melilla, la caballería de los lanceros del Regimiento de Dragones de Santiago, temido por los moros viejos, puesto que en la guerra africana anterior lancearos a miles de ellos en la batalla de Tetuán. Pero esta vez el enemigo no llevaba espada y gumía, si no fusiles máuser que en manos de experto tiradores mahometanos traían locos a los soldados españoles.

     El día siguiente prestaron servicio de vigilancia, donde lo primero que hicieron era cambiar los cascos por la gorra para evitar que los moros hagan blanco sobre el reflejo del metal; fueron tiroteados por la noche y de regreso a la compañía fueron alojados de mala manera en el cuartel de Mantelete.

                                                         


      Estaban cumpliendo el servicio militar con ellos dos bonariegos con más de tres años de servicio, el cabo primero Cristóbal Carrasco Romero y Francisco Becerra Martín. Donde fueron ascendidos en poco tiempo después.

  Tras el acuerdo del pleno de 15 de noviembre el Ayuntamiento junto con su alcalde don Pascual María Carrasco Guzmán acordaron lo siguiente, con gratificar con 50 pesetas a todo soldado vecino de esta población. Así con 150 pesetas a aquellos que sean herido y queden inútiles.

    Dar un socorro de 250 pesetas a las familias de los soldados de esta villa que fueron muertos en batalla o en los hospitales a causas de las heridas recibidas en combates.

   Podrán ocupar en los empleos municipales, con preferencia a otros, a los soldados que hayan jugado su suerte por esta villa, y sean heridos o inutilizados en Melilla.

 

 José García Díaz.

 

viernes, 9 de octubre de 2020

El bergantín inglés Affirws.

 

                                                       


 

   El Departamento de Marina de Cádiz.

   Siendo el jueves día 27 de agosto de 1880. Teniendo información de que el navío ingles Affaires, salió de Gibraltar días antes con un cargamento de tabaco de contrabando con destino la playa “Los Asperillos de Almonte”. Se le comunica al señor Capitán del cañonero guardacostas Arlanza don Francisco Castaño, que guarde medidas de seguridad y pase a la detención del citado bergantín.

   El navío inglés, al mando del Capitán Pittier Morgan era un gran conocedor de las costas de Doñana, cómo se demostró en el sumario instruidos antes el Tribunal Supremo por ser un implicado en más de una ocasión en el contrabando, y en donde se demuestra la complicidad de varios carabineros de la abandonada Playa de Castilla.

      El día 30 de agosto por la noche se observa el bergantín con rumbo para la descarga a la orilla  con el citado contrabando ; siendo observado por la marinería del Arlanza una señal de lumbre de aviso que partía de los montes cercanos. En la primera descarga por parte del cañonero Arlanza, se detiene por completo toda operación de trabajo por parte del navío inglés, que siendo detenido y conducido al puerto de Huelva. Donde le esperaba el segundo comandante de la Marina don Federico Aguilar para revisar el cargo que traía a órdenes, venía una partida de cincuenta bultos de losetas las cuales en su mayoría ha resultado ser rellenos de tabaco picado y prensado en libra y media de la famosa marca “Zorrilla”, haciendo un total de mil libras.

  La ventaja del contrabando del tabaco inglés, sobre los españoles dado las prestaciones se dan el precio inferior al español y de mayor calidad. Contando que el tabaco que se fabrica en Sevilla en la actualidad se expende en esta ciudad y la de Huelva, es de los más que pude darse por nefasto. La cajetilla de 35 céntimos, no es posible poderla fumar (ya que un jornalero de aquellos días, recibían un salario diario era de unos 10 a 12 reales), y no es sólo por el tabaco que henos dicho es malo, sino también por el papel, pudiéndose demostrar que de los 25 cigarrillos que tiene la cajetilla, sólo se pueden aprovecharse la mitad.

                                                        

              Media libra de tabaco de picadura de 1ª clase del año de 1888 propiedad de José García.


    En la Delegación de Hacienda, se dicen que en vista de las muchas quejas del público han llamado la atención a la superioridad que hasta ahora no se haya buscado una solución.

   Estos hechos produjeron que el señor don Miguel Barroso, Administrador de Aduanas abrieran expediente, sobre un carabinero  en la Comandancia  del Reyno destinado por la playa de Castilla fuera detenido y procesado en Consejo de Guerra por participar en complicidad de estos hechos y en caso anteriores.

  Dando a que este consejo ha existido el teniente auditor señor Tovar, llegado el día anterior de Sevilla.

                                                            


  Se da la paradoja que el mismo cañonero Arlanza, semanas después apresan un falucho en aguas de Ayamonte el 23 de septiembre cargado de contrabando, donde de los siete tripulantes, seis de ellos eran portugueses.

    La mercancía retenida se componía una carreta cargada de fosforo que fue trasladada para Huelva, acompañado el detenido supuesto propietario de la mercancía.

   El cañonero guardacostas Arlanza prestaba servicios costeros desde hacía años entre las costas de Ayamonte hasta Sanlúcar. Pertenecía la denominada de doble hélice de 3º clase, esta embarcación tenía una eslora de 24 metros, con poco calado, desplazando unas 86 toneladas con un armamento de dos cañones rayados de 120 mm. Mientras mantenía una velocidad de 9 nudos y disponiendo de una carga de 10 toneladas para los 80 Cv. Efectivos de potencia. Su tripulación la componía 23 hombres.

    Su capitán Francisco Castaño, que con el tiempo fue Ayudante de Marina y Capitán del Puerto de Huelva.

   José García Díaz.

 

 

 

martes, 6 de octubre de 2020

El lince ibérico.

                                                                         

                                                                               


 Podemos leer en el “Defensor de Granada” del día 20 de agosto de 1893.

    “Dos sujetos que antes de ayer sobre las tres de la tarde estaban cazando codornices en el término municipal de Pino Puente, se vieron sorprendido por la desagradable presencia de una fiera, que puso en grave riesgo sus vidas.

   José Molina Jaén, guarda del cortijo de “Chozuela”, y el vecino del pueblo de Lachar, Manuel Navarro, que era cazadores, venían alegremente ocupado en la caza, cuando advirtieron que cuatro hermosos perros que traían como acompañantes parándose asustados y ladrando horriblemente a respetuosa distancia de un zarzal, en el extenso coto conocido como por la “Isla de Guindo”, cerca del referido cortijo de “Chozuela”.

    Manuel Navarro se acercó a ver qué motivada el terror de los perros, y quedó petrificado por el espanto al observar que entre las zarzas había una fiera en actitud de acometerle.

   Era un animal de unos setenta centímetros de altura, de la longitud de un perro grande, su espalda y miembros de color bermejo claro con manchas negruzcas, orejas largas, puntiagudas y con un mechón de pelos negros por remate, ojos muy brillantes, cuyo alrededor, así como la garganta y el vientre, eran blancuzco, y la cola corta, leonada y con manchas oscuras.

   Retrocedió el cazador, refiriéndole a su compañero la novedad; pero el guarda José Molina, acostumbrado a encontrarse por aquel terreno gatos garduños, zorras y turones, únicas especies que allí suelen verse, creyó que se trataría de alguno de esos animales, y se acercó al zarzal sin temor alguno, aunque apercibido con la escopeta para tirarle.

    El animal dio un entonces un salto hacia atrás para ponerse a la defensiva, y observando el guarda que no era lo que se había figurado, si no se trataba al parecer, de una fiera temible, no vista jamás por aquellos contornos, se apresuró a dispararle un tiro, que recibió en un brazo.

   El animal se sintió herido, se lanzó con furioso ímpetu sobre su agresor, que casi milagrosamente logró salvar su vida.

   En efecto, viéndose desarmado el José Molina y ante la inminencia del peligro, cogió rápidamente la chaqueta que llevaba terciada al brazo, y cubriéndose con ella, le presentó al animal, que no tardó en hacer presa en la misma, destrozándola por completo en un momento con sus fuertes garras.

      Fue obra de un instante, ya que a tardar un segundo más en burlar de ese modo a la fiera, ésta hubiese destrozado al guarda con sus uñas. Mientras el animal se ocupaba en rasgar la chaqueta del cazador, su compañero hizo puntería con una escopeta de dos cañones y disparó a aquellos dos tiros, teniendo suerte de herirle mortalmente, por lo que, amedrantado, salió huyendo a grandes saltos de seis u ocho varas cada uno, y así continuó perseguido por los perros, que hasta entonces no se habían atrevido a hacerle frente. Medio kilómetro más allá le faltó fuerzas y cayó moribundo en medio de un sembrado de remolachas, del sitio llamado “Vega de Chozuela”.

   Los perros, que a pesar de su rápida carrera se habían quedado atrás, llegando jadeantes a dicho punto cuando ya había muerto el animal, y sin embargo no se atrevieron a acercase a él, contentándole con ladrarle.

   Los dos cazadores recogieron el cadáver, llevándolo al pueblo, donde lo presentaron al alcalde, el cual, teniendo en cuenta el buen servicio que han prestado matando una fiera que pudo haberse introducido en alguno de los pueblos inmediatos y hacer grandes destrozos en las personas y en los ganados, les dio una gratificación de 25 pesetas.

 Después vinieron los cazadores a esta capital de Granada, donde se presentó de noche en casa del sabio naturalista señor García Álvarez, Catedrático y Director del Instituto, el cual, al ver el cadáver, les dijo que era un lince pardo, animal carnívoro, del género de los felinos, muy común en los Pirineos, en los Alpes y en el Cáucaso.  Es un animal sanguinario, que aulla de una manera parecida a la del lobo, y ataca con preferencia a los cervatillos, a los que sujeta con sus fuertes uñas y los estrangula rompiéndoles la primera vértebra del cuello; después les hace un agujero detrás del cráneo y le chupa los sesos, guardando las carnes para comérselas cuando tiene hambre.

  Lo que no tiene fácil explicación es la presencia del lince en nuestra provincia. Es posible que proceda de una colección de fieras que, según hemos leídos en la prensa madrileña, que cuando se encontraba rodeadas hace pocos días por un fuego, una feria de un pueblo del Mediodía de Francia, por lo que muchas de ellas se escaparon, huyendo a la desbandada.

  El ejemplar, cuyo cadáver hemos visto, es hermoso y merece figurar en cualquier buen gabinete de Historia natural.

        José García Díaz.

 

 

jueves, 1 de octubre de 2020

Camino del Villar.

 

                                                                


 

    Según el diario Odiel en mayo de 1977, los campesinos del pueblo de Villanueva de los Castillejos, son los primeros que se rebelan bajo grandes protestas sobre las plantaciones de los eucaliptos; en donde una finca de explotación privada se encontraba secando sus huertos porque estaban sembrados cerca de ello.

   Daba comienzo, la declaración de odio al eucalipto por ser declarado responsable del agotamiento de los acuíferos, del empobrecimiento del suelo, y ser unos de los provocadores de los muchos incendios que padecemos en nuestra provincia. Pero que hasta estos momentos no haya constancia científica que lo demuestre y que lo avalen.

    Sin embargo, era muy querido y apreciado por la economía local de este pueblo, en donde cada día, unos treinta camiones acompañados de unos 120 trabajadores, vivían de la corta y transporte de esta madera para abastecer la empresa de la Celulosa S. A. de San Juan del Puerto, durante cerca de cuarenta años; ya que esta era la que mantenía el monopolio de la madera y marcaban los precios en la provincia.

    Estos arboles de crecimiento rápido y de gran valor económico, por adaptarse a los suelos pocos fértiles, tras de contar con una rápida reproducción tras su corta que lo hacía bastante rentable. Su madera una vez seca, proporcionaban una gran resistencia para su utilización en las obras de construcción y en soporte para las empresas mineras; de sus hojas se extraían a través de unas calderas industriales al vapor la conocida y medicinal esencia del eucalipto, ya que este pueblo llegó a contar hasta con nueve de estas calderas, de donde necesitaban de tres a cuatro operarios.

                                                        

                                                           


                                                                  

  Y de como una variedad determinada, sus hojas aportaban alimento para el ganado cabrío, en momento de escases de pastos en la campiña ya que habitaban en esta villa una media de 300 cabezas de estos animales citados.

   En este pueblo las mejores tierras para el cultivo de las fresas, son las que han estado sembrada de eucaliptus, como han quedado demostrado por los agricultores lugareños.

     Pero para poner a prueba estos árboles en las antiguas explotaciones, y para saber dónde podían sembrarse las diferentes especies para mejor rentabilidad en su uso, se crearon en la Comarca de Doñana diferentes campos de experimentación conocidos con los nombres de arboretos.

   Donde ha quedado como fiel testigo de esta historia en el término de nuestro pueblo el arboreto del Villar, de propiedad de la Junta de Andalucía, ubicado actualmente el monte del “Coto de la Matilla”. Donde este singular arboreto, se considere de los más importante de España y de Europa.

                                                              


  Una auténtica joya campestre de gran valor ecológico que sigue siendo un lugar desconocido para muchos vecinos de este pueblo.

  Y en donde la gran labor desarrollada en su día por el grupo ecologista local “Madroño”, cuando estos eran considerados como unos de los más activista en toda la provincia, pusieron en marcha incansablemente la recuperación y como no su salvación del abandono que sufría este citado arboreto por parte de las autoridades responsable de su mantenimiento.

     El grupo “Madroño” incentivó a la Consejería del Medio Ambiente, a través de la Delegación Provincial de Huelva se vieran obligados a invertir cerca de cuarenta millones de pesetas en prepararlo y dotarlos de grandes prestaciones para disfrute de sus visitantes.

   Desde aquí pido de nuevo a mis amigos y conocidos miembros del “Madroño” que retomen de nuevo su labor de protección y conservación de tal importante paisaje, y lo que representa para las nuevas generaciones tan generoso regalo de la naturaleza.

                                           José García Díaz.

 

 

 

miércoles, 30 de septiembre de 2020

La repoblación forestal en la Provincia.

 

    

                                                          


Poblado del Abalario, durante la repoblación forestal, donde los jornaleros cogían el azadón para la siembra del eucalipto, mientras los curas rezaban para mantener su moral católica.





   En Huelva el miércoles día 17 de febrero de 1940. En la circular número 39. De la Secretaría del Movimiento de fecha del 10 de octubre, del III Año Triunfal bajo los postulados de F.E.T. de las J.O.N. S.

   Nuestra Revolución Nacional, que abarca a todas las múltiples facetas de la Economía Nacional, encaminada a dirigir y fomentar las fuentes de producción y consumo de riqueza y a busca mayor rendimiento en la capacidad y fuerza productiva del suelo.

   El servicio de la Repoblación Forestal creado para realizar una tarea que tiene el calificativo de histórica en esta provincia. Urge acabar con los páramos y determinados paisajes esteparios, que no tienen razón de ser en nuestra Patria y que esclavizan a algunos pueblos a vivir en la miseria, cuando en otro tiempo tuvieron mejor destino y las tierras les fueron fértiles y en algunos casos productivas.

    Este espíritu no es otro que el de hacer realidad para un futuro inmediato a dicha consigna, ganándola para España con el esfuerzo de sus hijos y la ayuda de Dios por medio de su Revolución Nacional.

   Lo que representa una importante mejora económica en muchos pueblos de nuestra provincia, e igual que en todo el resto de la Patria, abandonada en una gran parte de su superficie a la acción devastadora de los elementos; empobrecida y en calcinadas por la usencia reguladora y fertilizante de los árboles, se emprenderá una campaña poderosa con la Repoblación Forestal.

   Se movilizarán por parte de todos los pueblos que se exige para este Servicio tendrá efectividad porque así lo quiere y lo necesita la Patria. El fin de ella será identificar a todos los españoles sin distensión de clases, en la magna tarea de establecer lazos de unión por medio del trabajo, realizado en común y en hermandad; para intensificar el poder colectivo de suelo, para sacarlo de la miseria y abandono que yace en gran parte, mejorarlo y garantizarlo por medio de la Repoblación Forestal. Se iniciará la reconstrucción, principalmente de nuestras haciendas municipales, defendiendo las cosechas de nuestras vegas de los aterramientos producidos por los más terribles que descienden de nuestras montañas desnudas; se estimará el respeto al arbolado fermentando por la práctica la incorporación a nuestro esfuerzo de buenos capataces de repoblación que acometan decididamente la reconstrucción de nuestra gran riqueza forestal; se inculcará además con el ejercicio de mando. La obediencia y disciplina a los principales de jerarquía entre los militantes.

                                                                       


   En la foto tenemos al señor don Gaspar de la Lamas, el Ingeniero Jefe de la Brigada del Patrimonio de Huelva. en el poblado del Abalario, en agosto de 1941.


  Respecto a la dirección y organización de los trabajos al Jefe Provincial del Movimiento con su inspiración, ayudado por el restante personal técnico y del Servicio será quién lleve a efecto este grandioso proyecto. Las plantas y semillas necesaria, serán escogidas para el mayor éxito de los trabajos.

   Se fijará el rendimiento mínimo de trabajo. Se inspeccionará el desarrollo de los trabajos citados, debiendo cada pueblo presentar memoria de los realizados de la presente campaña.

  El Jefe Provincial dispondrá la movilización del número de afiliados de otros pueblos en los que no realicen, o realizándose hubiera excedentes de aquellos, para que acudan en auxilio del necesitado, porque así es el espíritu de la Falange y así lo exige el interés de La Patria.

    Los Jefes Locales de acuerdo con los Representantes  del Distrito Forestal organizaron los trabajos con cuadrillas de doce a veinte, nombrados lo necesario para el traslado del personal y transportes y materiales si fuera preciso señalar, además las jornadas de trabajo organizarán las conferencias que haya de darse y cuidaran, de modo especial de la disciplina de todo lo referente a la asistencia, puntualidad y rendimiento del trabajo será también el Jefe Local de cada pueblo quien señale la fecha de comienzo de los trabajos y de interrupción de los mismos, sea por las faenas agrícolas, quien en ningún caso deben ser entorpecidas, o bien las malas condiciones climatológicas o de cualquier otra naturaleza.

   Cuando presten los servicios que se han expresado ya sean afiliados, voluntarios o asalariados, quedará sometidos durante la realización de los trabajos a la disciplina de la organización.

   Ante la urgencia e importancia de este Servicio no habrá distinción de terreno, siempre que en el exija la economía de la Patria emprender en el la dicha repoblación forestal, así lo mismo dará que sean terreno de propiedad particular como que pertenezca a los pueblos, porque la riqueza de nuestra Revolución tiene un solo sentido que responde al bienestar y prosperidad de la Patria.

                                                            

         
 Comienzo el desmonte, conocido por los bonariegos como "la selva" cuando se marchaban para tomar los baños del verano montado en las bestias y llevando de camino las piaras de vacas junto el ganado cabrío para el servicio de leche y carne. En la foto "El Camuña· y en el fondo, la carreta de un par de bueyes del conocido "El Colilla".


   Si los terrenos fueran del pueblo la labor realizada quedará en beneficio del mismo. Si los terrenos fueran de particulares se podrá utilizar también el Servicio Obligatorio de la Repoblación Forestal para plantarlos. En este caso será preciso que el propietario lo solicite del Jefe Provincial del Movimiento, ofreciendo los terrenos y comprometiéndose abonar en metálico una cantidad que sea por lo menos el treinta por ciento del importe en que fueran varios los propietarios en igualdad de condiciones se aceptara la proposición que ofrezca abonar el mayor tanto por ciento si bien reduciendo la superficie ofrecida a la que puede plantarse teniendo en cuenta los medios que existan en la localidad.

   Tiene el deber de trabajar en este Servicio los afiliados de 17 a 50 años. Los comprendidos entre los cuarenta y los cincuenta años podrán elegir entre trabajos para aportar los medios necesarios para el transporte o satisfacer el importe de jornales correspondientes en la localidad por día de trabajo sustituido.

                                                           

              
 En la  foto del año de 1950, tenemos de frente a Josefa la Machucha, en la fábrica de Juan Antonio Beltrán en el paraje "Horno del Barrero", en el campo de Niebla. Están fabricando las masetas para la siembra de los eucaliptos y pinos del Patrimonio, que supuso años de trabajo en momentos complicados de la posguerra, se fabricaron millones de estas citadas masetas, que contaban con un peso de un kilo. 

                                                                    

   Se procurará dar ocupación a los afiliados según sus aptitudes físicas, en los cargos de obreros y capataces, y en el caso de ser necesario todos los afiliados menores de 17 años prodigarán en la época oportuna de las plantaciones, los cuidados y riego convenientes para la vida y desarrollo favorable de los árboles.

   A la Ficha Nacional de cada afiliado se adosará otra ficha del Servicio Obligatorio del Trabajo Forestal, en la que se marcarán los días que han trabajado, anotando en la Ficha Nacional las faltas o méritos especiales de cada afiliado. En tiempo máximo que trabajará cada persona será el de cinco días, respetándose el descanso de los domingos y días festivos.

   Para la ejecución de los trabajos se utilizarán las herramientas que existen disponible en los Centros Forestales del Estado, completándose con las que presenta los afiliados.

  La inversión de los recursos económicos se hará de forma racional, de manera que las cantidades recaudadas por sustitución de la prestación se invertirán en pagar los gastos de los jornales y obreros que sean preciso emplear para completar los trabajos. Las cantidades que estén obligados a abonar los dueños de finca particulares que hayan sido repobladas por el Servicio serán destinadas a la repoblación hecho a jornal en terrenos propios del pueblo o bien en Auxilio Social, pudiéndose invertir cualquier otra clase de recurso económico que se pudiera habilitar o percibir en el pueblo para tal fin, siempre que se tratasen de plantaciones efectuadas en terreno de los mismos pueblos.

                                 

   Fuentes del A.H.P.H.   José García Díaz.

 

 

sábado, 26 de septiembre de 2020

Las marismas de Huelva.

 

                                                              


 

   El viernes 22 de Enero de 1932 en el periódico independiente: El Liberal.

   Destacamos las bases que se elevaron al Gobierno, como primero el Estado debería ceder a la Diputación de Huelva derechos que tiene en las duras marismas, y lagunas existentes en dicha provincia.

   De segundo; estos terrenos son los que hoy pertenecen al Estado, y todos aquellos comprendidos en las concesiones hechas a particulares, cuyos concesionarios no hubiesen cumplido sus obligaciones legales, dando por consiguiente origen al derecho de caducidad.

  En la tercera; toda la solicitud de terreno de marisma, dunas etc.. que se hallase en tramitación, a petición de entidades o particulares, que darían en suspenso por tiempo indefinido y se considerarían nulas las que se presentasen con posterioridad a la publicación de estas bases en la Gaceta.

  Cuarta; para dichos efectos la Jefatura de Obras Públicas, y las demás oficinas del Estado a las que competen estos asuntos, procederían en el plazo de seis meses y revisar las respectivas concesiones, y hacer los deslinde que hubieran sido necesario para saber que las marismas que pertenecen a los municipios, y los que pertenecen al Estado, y las que son de propiedad de particulares.

    Quinta ; una vez hechos los deslindes preciso, y formado el plano de las demarcaciones, según el artículo anterior, la Diputación provincial procedería a hacer un proyecto de desecación, saneamiento, y explotación agrícola de dichas marismas, para lo cual se pedirá informe a la Jefatura del servicio agronómico, y a la de montes, para tener las debidas orientaciones científicas en lo que respecta a cultivos, y a plantaciones de árboles, entre cuyas plantaciones se debería tener en cuenta especialmente el algodón, y otras plantas industriales-

                                                     


   En la sexta tenemos; que la Diputación de Huelva podría, por si misma, o bien asociándose a los Municipios, en cuyos términos radican las marismas, o a los concesionarios particulares, que lo desearan, realizar el proyecto de desecación, saneamiento, y aprovechamiento de los referidos terrenos, en la forma más conveniente a los fines propuestos, ya por medio de la colonización obrera, o utilizando a los penitenciarios que quisieran realizar estos trabajos con ofrecimientos de mejoras en sus condenas, y ventajas de otras clases.

   Séptima; el Estado se reservaría el derecho de inspeccionar los trabajos que se llevaran a cabo, para obligar al cumplimiento de lo convenido, y con el objeto de que no quedara en idea, lo que habría de ser una efectividad, por la trascendencias y beneficios que la ejecución de este proyecto hubiera reportado a la provincia, y a España, puesto que se trata de una extensión de muchos miles de hectáreas, hoy terrenos incultos y palúdicos.

   Octava; como la ley de puertos del 7 de mayo de 1880; la Instrucción del 20 del mismo mes; y el Reglamento del 11 de Julio de 1912, se autorizan al Gobierno para conceder, gratuitamente y a perpetuidad las marismas y además terrenos incultos, y a cualquier  entidad que la solicite; y por la ley del 24 de Julio de 1918, concede el Estado un auxilio a los que efectúen el saneamiento de dichas marismas y lagunas, este auxilio lo recibirían la Diputación en el caso de que por si misma realizara el proyecto, o la sociedad que se formara para estos ; si a juicio de los hubieran ejercido la alta inspección del Estado, lo merecía por la importancia de los trabajos verificados.

   Novena; la concesión de estos terrenos a la Diputación de la Provincia de Huelva, podría servir de base a dicha Corporación, para hacer operaciones de créditos que la permitiera obtener recursos con que efectuar, las obras de saneamiento, cultivo, y además labores necesarias a la producción, cuyos fondos no podrían destinarse a otros fines, y serían objeto de una contabilidad especial.

                                                              


  Es seguro que las marismas de esta provincia contienen en potencia una enorme riqueza, puesto que solamente la zona comprendida entre la Rábida y Bonanza constituye una extensión de quinientos kilometros cuadrados, aproximadamente, y que el Estado concediera a la Diputación los referidos derechos preinsertos, quizá se pudiera resolver en nuestra provincia el problema agrícola, sin grave quebranto para la propiedad actual.

   Las experimentaciones hechas por el servicio agronómico de la provincia, hace ya algunos años, en las tierras de estas marismas, respecto al cultivo del algodón. Hacen tener la esperanza de que Huelva podría ser, en su día, el centro de la producción más importante de esta materia prima, base de una de las principales industrias de nuestro país.

     Y por lo que respecta a la fijación de las dunas para aprovechamiento forestales, en una Memoria escrita por el distinguido ingenieros de Montes, don Luís Heraso, se pueden conocer los diferentes aspectos de este problema, los cuales presentan un interés, digno de positiva consideración, en cuanto a su posible riqueza.

  El propósito de este artículo se limita a señalar una orientación que podría producir grandes beneficios para esta provincia, mas que en el presente, en el porvenir lo cual no debe ser motivo de indiferencia, que es la enfermedad crónica que padecemos, originaria de nuestro quietismo en muchas cosas.

   Felix Andolz

   Jose García Díaz.

jueves, 6 de agosto de 2020

El vapor "Admiral Rooke"

                                                       

   Se menciona en el Lloyd Español del 20 de Marzo de 1890 el naufragio del día antes de ayer Sábado sobre las 7 de la mañana embarrancó en la salida de la  barra el vapor inglés de 1.000 toneladas, “Admiral RooKe”, que cargado con mineral salía para Inglaterra. Se sospecha que con el vendabal de estos días se ha perdido por completo .El capitán del barco no pudo conducir con precisión a causa de la fuerte niebla reinante en aquellos momentos acompañados de tormentas, lo que pidió al oficial del practico esperar a la nueva marea, con la esperanza de que ésta los pusiese a flote; pero fue todo lo contrario con entrada de mar gruesa, que empezó a empujar cada vez más al Admiral Rooke hasta la costa de Castilla, que iba poco a poco enterrándole en la arena.

 Se da la paradoja que hace cuatro años y medio poco o más en el mismo sitio embarrancó otro vapor francés llamado el “Marmora” cargado con pipas de vinos que dejó con su hundimiento centenares en la playa de Torre Arenilla hasta la de Oro  numerosas barricas, que fueron arrojada por el mar hacia la orilla

   Iba a bordo del navío Admiral RooKe además de los tripulantes, un matrimonio con cinco niños el mayor de ocho años a nueve años, además de encontrarse la señora embarazada de ocho meses, y dos pasajeros, don Luís Claus y otro cuyo nombre no conocemos hasta ahora.                   

  Durante este día los tripulantes hicieron el gran esfuerzo para llevar un cabo a tierra, pero todo fue inútiles por la violencia del temporal que puso en inminente peligro la vida de los marinos ocupados en esta faena.

   El día siguiente Domingo fueron algunas personas a la playa del “Picacho” pero la falta de medios hizo imposible que le prestaran los socorros necesarios para su salvamento que su apurada situación pedía. En tan duros momentos, nuestro amigo el señor don Gabiso Spier, agente comercial de la Compañía de Río Tinto, citó a todas las tripulaciones de los buques ingleses surto en la bahía, que eran cinco, y les expuso la situación de los náufragos; por fortuna uno de los capitanes del navío “Pierremont” tenía dos cohetes lanzas cables y por fortuna también bastó para llevar al vapor naufragado un cable que por él, en una especie de saco o bolsa de lona fuesen  bien atados por su seguridad descendiendo a la playa los pasajeros. Estando el cable bien sujeto en tierra y el otro extremo en la cofa del palo mayor, Esta operación se verifiçó el lunes por la mañana en donde se produjo el desembarco de la señora embarazada citada anteriormente, demostrando hasta donde es capaz de llegar el espíritu humano cuando se apodera de él instinto de conservación de como en medio de una lluvia torrencial que enviabas las nubes, de las fuertes rompientes  de las olas embravecidas, y de los chasquido y latigazos producido por el fuerte viento huracanado, cuando el mar amenazaba de un momento a otro tragarse el buque, esa señora, en el estado que ya se indicó, sube por la movible escala de alambres hasta lo más alto del palo mayor para convertirse en un punto de partida de un viaje aéreo. Allí, con los ojos vendados y atada a un sillón, dejándola descender por el cable suspendida sobre el abismo.

                                           

           

    Cuando descendió a la arena, estaba esta mujer desmallada. Cinco hijos de esta descendieron después por el cable metido en dos cajones, haciéndolo por fin el padre, cuyo sufrimiento moral durante tres días que se vio en inminente peligro junto con toda su familia.

   Desembarcado todos los pasajeros, toda vía quedaba alguna     horas más la tripulación a bordo, dudando en abandonar el buque, hasta que el fin resolvieron hacerlo.

   Los náufragos se mostraron muy agradecidos con los carabineros de la costa, que les proporcionaron alimento y toda clase de ayuda ya que se encontraban sin abrigos y castigados por la lluvia y el viento a quienes de nuevo tienen mucho que agradecerle teniendo que  regresar a Huelva en unas lanchas que tomaron en el estero de la Rábida.

  Tenemos que citar por otra parte la actitud tomada por el valiente y arrojado patrón Manuel Rodriguez y los marineros Francisco Arroyo, Manuel Gomez, Bautista García, José Mesa, José Pacheco, que por gestión de la Sociedad de salvamento de náufrago, salieron de este puerto la tarde del domingo, para socorrer a los náufragos, llegaron hasta las inmediaciones del Admiral Rooke, y botando una lancha, trataron de llegar a su costado, pero las bravas olas no permitió el atraque, estando a punto varias veces de zozobrar. La Sociedad de salvamento de náufrago, encontró hombres de temple que se atrevieron con peligro de sus vidas a salvar a sus semejantes, pero el valor, aunque temerario, es inútil en muchas ocasiones, y a llenar su deficiencia vienen la mecánica y la ciencia de sus aparatos. Lo que no pudieron hacer estos valerosos marinos. Lo hicieron los carabineros y cuatro amigos particulares de los náufragos, lanzado desde la playa un cable impulsado por un cohete que la ciencia ha hecho expresamente para estos casos.

                                                            

   De desear es que con la ayuda de todos la Sociedad de salvamento de náufrago de Huelva, pueda hacerse de estos aparatos tan precisos para ejercer la misión a ella encomendada.

      El señor don Luís Claus y el otro acompañante que disponemos aun de su nombre, fueron trasladados de la playa del “Picacho” en caballería hasta Moguer tomando después un coche, que los trajo de nuevo a Huelva.

   Mientras tanto el buque se hallaba esa mañana del Domingo enterrado más de diez pies la bodega de proa desfundada y empezando a entrar el agua en la máquina y las olas barrían su cubierta, haciéndole crujir  cada empuje de la mar, en extremo brava. Desde entonces, la situación de los de a bordo, empezó a ser en extremo grave. Saltar a la próxima playa en botes, unas cuantas horas antes hubiera sido cosa fácil, era en estos momentos imposible sin exponerse a una muerte casi segura.

     En el diario La Provincia este día por la mañana sobre las 10 hora venía entrando el vapor “Norte” que se encontró de frente con la situación, donde anunciaron sus tripulantes que el barco Admiral Rooke se encontraba en situación de perdido, no habiendo permitido la mar prestar socorro a sus tripulantes, viendo el esfuerzo que hacían para salvarse y salvar el pasaje, y como tres bravos marineros junto con el piloto, se lanzaron a las olas en un bote, llevando un cabo desde el vapor para afirmar en tierra un cable por medio de una estaca para que sirviese de guía y seguridad para poder desembarcar todos. Después de una lucha titánica con las olas por espacio de muchas horas, pudiendo ganar tierra, pero perdiendo en la lucha el cabo y el bote que se los llevó la resaca. Los esfuerzos de estos valientes resultaron inútiles para los que quedaban a bordo.

                                                                


      Ayer fueron a la playa de Mazagón con objeto de reconocer el estado del buque y llevarle víveres a los veintes tripulantes que se encuentran toda vía en la caseta de los carabineros, los señores Hayne, Spier y otros  responsable de la casa fletadora y propietario del buque con sede en Cádiz, acompañados desde Moguer, donde le proporcionaron caballerías, por el capitán de carabineros, nuestro querido amigo señor Goñi. El buque está completamente perdido y destrozado; en la baja mar se llega a él a pie enjuto, encontrándose hundido en la arena diez y siete pies. Respeto al material de carga de unas mil toneladas, lo ha abierto, entrando el agua en la bodega y demás comportamientos que están al nivel de las mareas. El buque “Admiral RooKe” no tenía más que ocho años de construido. El capitán Yhon Fister que lo mandaba en este momento era interino; lo hacia en reemplazo de su hermano, que era el efectivo. Este fue el segundo viaje que hizo mandado el buque.

  La citada compañía desde Cádiz a enviado tres vapores con el material necesario para el salvamento de lo que se pueda realizar. Pendiente que de mejores el tiempo,  porque aunque con grandes averías es preciso proceder a descargarle por completo. De todas las maneras es preciso retirarlo porque es el punto donde se halla encallado puede ofrecer perjuicios para la navegación.

  Por este motivo la prensa se ha hecho eco de la importancia que tendría una caseta cerca de la barra una o dos botes salvavidas, algunos aparatos lanza—cable, junto con aparato telegráfico, en fin, un material con personal, aunque fueran pocos podrían corregir algunos de estos naufragios.

   José García Díaz.