martes, 16 de septiembre de 2025

El Dolmen de Soto y Jesús Fernández Jurado.

 

                                                     


          

        Corría el año de 1981, cuando en primero de octubre, el Arqueólogo den Jesús Fernández Jurado declara en un diario provincial que, a partir del día de hoy, se puede visitar sin problema el citado Dolmen, dado que dentro de poco tiempo la Dirección General de Bellas Artes emprenderá su restauración.

   El Servicio de Arqueología del Instituto Onubense, dependiente de la Diputación Provincial, que comenzó a funcionar en este año en el mes de junio. Siendo responsable de esta sección el citado Jesús Fernández Jurado, arqueólogo de Huelva, que ha empezado sus trabajos en varios de los puntos de interés de nuestra provincia, como son ya el citado Dolmen de Soto, Almonte y en la propia capital de Huelva, aunque los proyectos son muchos, para lo que, a todas luces, es necesario ampliar el servicio.

    “Llevamos muy poco tiempo funcionando- nos comenta a este diario el arqueólogo titular, Jesús Fernández Jurado- y nos queda mucho que hacer porque Huelva, es una de las provincias más rica de toda España en resto arqueológicos. El problema es que aquí no tenemos arqueólogos que permanezcan todo el año trabajando, puesto que tienen más obligaciones fuera de Huelva. Concretamente, sólo, hay dos profesionales de la arqueología aquí, Mariano del Amo, director del Museo Provincial, y yo. El resto sólo trabajan por temporada, aunque poco a poco vamos abriéndonos y preparando los equipos necesarios para acometer las obras”

   En el Dolmen de Soto, la Diputación Provincial subvencionas las diferentes excavaciones que en época estival se organizan, pero sólo mantiene a una persona en su Servicio de Arqueología, la cual se encarga de organizar sus propios equipos de trabajo, que normalmente no cobran por su actividad.

   Una de las primeras obras que cometió Jesús Fernández Jurado fue el adecentamiento del Dolmen de Soto, fue con motivo de la visita que hizo a nuestra provincia el capitán general de la II Región Militar, Manuel Saavedra Palmeiro.

                                                       


            

   El dolmen está situado en el término municipal de Triguero, junto a la altura del punto medio del kilómetro 619 de la vieja carretera a Sevilla, donde hay una desviación que, por un camino de tierra, conduce al monumento megalítico. La visita al dolmen durante este invierno se hace poco posible dada la calidad a las malas condiciones que se encuentran el camino, y la basura que allí se había acumulado. Además, la finca donde está ubicada en una propiedad que es privada.

     “El Dolmen de Soto” es un monumento funerario que se conserva extraordinariamente bien- nos dice Jesús Fernández- que a pesar de sus tres mil años de vida. Se trata de una construcción de piedras verticales sobre las que se han colocados horizontales. Posteriormente fue recubierto con un túmulo de arena por lo que, de lejos, no es más que una pequeña colina.

 Allí los moradores de esta zona enterraban su gente a modo de panteón familiar, a pesar de que aquí hemos encontrados hasta ahora pocos enterramientos.

   “El monumento tiene unas dimensiones-continua- por tres y medio de ancho y la piedra de cierre pesa nada más y nada menos que veinte y una tonelada. Según hemos podidos calcular, los granitos del dolmen debieron de traerlo del campo de Escacena, y otros materiales de Niebla, lo que viene a demostrar las perfectas vías de comunicación de aquellos onubenses y su equilibrada vida social, que les hizo crear esos monumentos, comparables a cualquier catedral.

   El dolmen recibe su nombre de uno de los propietarios de la finca donde está enclavado, llamado Soto, que excavó la zona en 1923. Este avisó al alemán Obermaier que terminó los trabajos de excavación, publicando una memoria que aún hasta el día de hoy es utilizada por los expertos. Según ha podido saber el diario Odiel, en el Ayuntamiento de Trigueros existe un acta del año de 1823, donde ya se cita al “Cabecillo del Zacarrón” como límite de división de parcela de tierras. El Cabecillo no era otro que el dolmen y allí, según dice la leyenda, está enterrado un matemático musulmán, creador de las ecuaciones de segundo grado.

   El dolmen-dice Fernández Jurado- está en muy buen estado de conservación, hasta hace poco tiempo se encontraba lleno de suciedad. Nosotros lo limpiamos de cara a la vista que haría el Capitán General citado anteriormente. Ahora está perfectamente pulcro, y tiene una cancela protegiendo la entrada. Por ello, es perfectamente visitable, gracia a las facilidades de los dueños de la finca. Ahora lo que falta es arreglar el camino hasta la carretera, y darle la publicidad que necesita”.

    Según ha sabido este diario, el proyecto por parte de la Dirección General de Bellas Artes, que ha tomado la iniciativa en las labores de recuperación del citado dolmen, para disfrutar de todos los interesados; ya que todas las formas, cabe decir que en Huelva hay catalogados actualmente más de ochenta dólmenes, repartidos por toda la zona de la Sierra y el Andévalo. Concretamente, el Ministerio de Cultura ha encargado a Fernando Rimó que catalogue y haga una muestra de todos los existente en la provincia.

   Don Jesús Fernández Jurado, falleció el 23 de mayo de 2019, siendo un referente del mundo de la Arqueología, desde los años setenta del siglo pasado como funcionario de la Diputación de Huelva.

 José   García Díaz.

sábado, 13 de septiembre de 2025

El Regimiento de Niebla N º 33.

 

                                                         


     

 

       Era el día 31 de enero de 1734, es cuando se publica la Real Orden de su Majestad Felipe V, siendo este el primer rey Borbón en España, hasta su muerte en 1746.

     Declarando las Ordenanzas sobre la formación de los 33 Regimientos de las Milicias Provinciales, disponiendo a Niebla dentro este número como uno de los más importante del Sur Occidental de España, dentro de una organización militar rural y urbana. Siendo su mayor defensor de este proyecto el ministro don José Patiño y Rosales. Estas unidades estaban formadas para ser reserva barata a el Estado dentro de la infantería y caballería, dado que en aquellos difíciles años Andalucía aportaba la mayoría de los soldados del Ejército Español.

   Su demarcación en el Condado de Niebla, estará a su vez compartida junto con el Regimiento de Sanlúcar de Barrameda, dentro del mismo presupuesto económico del Estado, quien les pagará el salario correspondiente de las tropas, según grado de escalafón que goce militarmente, mientras el vestuario y su mantenimiento correrán por cuentas de los Ayuntamientos.

     En la formación de los citados treinta y tres Regimientos, comprendido en las antiguas Compañías, cuyos Oficiales si fueran actos podrán continuar en el servicio activo.

     Cada Regimiento lo formará un Batallón, y cada uno de ello tendrá siete Compañía, y cada una de ella contará con cien hombres efectivos, con cuatro Cabos de Escuadra; enfrente de ellos un Capitán, un Teniente, Alférez, dos Sargentos y un tambor, que son los que formarán la Compañía de los cien hombres citados.

   La Plana Mayor, de cada Regimiento la formarán el Coronel, y el Teniente Coronel, un Sargento Mayor, y dos Ayudantes, no se contará con el Cirujano ni con el Capellán, dado que pueden ser de más de falta en los pueblos de los partidos.

   Los hidalgos, y nobles que formen este Regimiento serán considerados como militar cadetes, y con dicha distinción estarán siempre formado en las primeras filas, y en los puestos de ventajas.

   Las Compañías se formarán en los lugares de cada partido, a medida de su vecindad, y el repartimiento que les haga los Capitanes Generales, Intendente, Gobernadores o Corregidores entre la gente de más provecho, menos ocupadas en el cultivo de haciendas, los menos golfos, y estén dispuestos acudir donde les mande. El oficial tendrá el sueldo igual que el de las tropas profesionales, los sargentos, cadetes, soldados y tambores, más las comidas. Los mayores de plazas por la edad, o que estén inválidos dentro del Regimiento, gozarán de los mismos beneficios que los activos. Para los sargentos y cabos destinados en los Regimientos de Inválidos, (estos soldados que ya no pueden servir en el combate activo, debido a su edad o bien están mutilados, eran destinados a prestar solo servicio secundario, como hacer guardia, preparar municiones y custodiarlas entre otras actividades de pocas importancias y responsabilidad). y que dentro de su edad no se hallen ya en estado de mucha fatiga, cobraran la paga arreglado al servicio que presten, más su ración de pan.

    Siempre que algún soldado muriese, o enfermara por algún motivo de estas Compañías, mediante la aprobación del Capitán, ordenará al Sargento Mayor, informe al correspondiente Alcalde, e haga informar a la familia.

   Se le confiere a este Regimiento de Milicia, 23,000 fusiles con sus bayonetas, más la pólvora que necesitan, para sus prácticas de tiros estas armas se guardarán en las casas de los Ayuntamiento, si no tuviese pararían al cuartel de Niebla, a cargo de sus Mayordomos, o por personas puesta por cuenta del Ayuntamiento que mantegan sus vigilancias bajo su responsabilidad.

   Para su formación, y practicar los ejercicios de fuego, se Ordena, que cada por tres meses se junten todos los miembros que la forman esta fuerza en el Regimiento de Niebla, donde se alojarán durante tres días señalados por las Mandos Superiores, Sargento Mayor y Ayudante, haciéndoles entregar las armas guardadas en el Depósito, para adiestrar a los soldados en las disciplinas, y en el manejo de las armas, así como la forma de cargarla a las órdenes del cabo y del sargento, donde desde el primer día a “mangas”, de cuatro en cuatro, el segundo por pelotones, y el tercero por hileras, haciendo cada día tres descargas, para lo que hará dar el Comandante General. Intendente, o Corregidor de esta Provincia de Sevilla, la pólvora necesaria y suficiente; donde los referidos Oficiales citados, tendrá que vigilar los disparos y que las piedras pedernal sean de buena calidad.

                                                           


        Estas dos littografías,  cargadas de historia  donde la primera que exponemos es la presentación del Regimiento de Niebla en el año de 1755, mientras en la segunda presentamos un Alféres de dicho citado Regimiento, donde la villa de Bonares, fue un gran surtidor de soldados. Desde el año de 1539, en el Consejo de Justicia de este Regimiento, ya aparece documentado un Capitán de Guerra, Sargentos, Cabos, ballesteros, piqueros, arcabuceros, hasta un manco mutilado ejerciendo de mozo de cuadra.
 Cedidas del Archivo de Pelayo Castillo.

   Los sargentos, contarán bajo su mando cincuenta soldados cada mes para ser revisados, y no podrán faltar a ningún ejercicio, ni podrán recibir ninguna gratificación, en caso de no presentarse serán puesto en mano de la Justicia. Los soldados cobrarán íntegramente los ocho cuartos de pan en especie, junto con el salario diario de doce maravedíes por equivalente de ella, por los tres días de las citadas maniobras, desarrollada en cada tres meses. Todo el Regimiento se juntarán cuando se le ordena para su Revista General, y ejercicio empezando por la Compañía Coronela, teniendo presente la lista de cada una, para ir llamando por ella a cada individuo; para cuyo acto destinará el Intendente un Cuestionario de Guerra, que intervenga en él, y certifique haberle hecho la entrega, con expresión de los soldados que se hayan presentado de cada Compañía.

  Además, deberán de estar preparados este Regimiento, para que tengan vestidos uniformes cuando se junten los tres días, que en cada tres meses que han de recurrir para la revista; quedando siempre un retén para cuando haya que marchar, por motivo de avisos a las costas y frontera. Quedando obligado todos los lugares del Condado de Niebla, el deber de comprar los uniformes del citado Regimiento, que lo componen de la casaca, chupa, medias, zapatos, sombrero, cartuchera, correa, y el saco de cuero para la pólvora.

  Serán exceptuados de prestar servicio de armas, los ministros de la Iglesia, de la Inquisición y de la Cruzada, los anulados por Consejos de Guerra, y por los Tribunales; los notarios de Audiencia, Juzgado, Obispos y profesores, pero sus hijos tienen obligación de servir, igual que a los oficiales de la Casa de la Moneda.

  Los Mayordomos de las villas, los sacristanes, y sirvientes de la Iglesia. También queda exceptuados los labradores de arados de mulas, o bueyes; los maestros de escuelas y gramática.

  De la fuente del Archivo Municipal de Niebla.

  José García Díaz.

 

                                                           

 

 

 

 

 

                                         

martes, 9 de septiembre de 2025

La guerra de Portugal en el Condado de Niebla en 1640.

 

                                                                            


 

      Ya que esta fue conocida como la guerra de Restauración de Portugal, entre los años de 1640-1668, por donde Huelva y el Condado de Niebla, sufrieron daños como territorio fronterizo; los ejércitos de los vecinos portugueses, se dedicaron en más de una ocasión hacer incursiones en muchos pueblos vecinos, para saquear a sus habitantes encimas destruyendo y quemando sus bienes, que en un momento dado llegaron hasta las mismas puertas de las murallas de Niebla, en una simple escaramuza.

   Todo este conflicto, fue motivado por la revuelta y alzamiento portugués en contra el dominio español mantenido desde el año 1580 unidos bajo la misma corona, formando la conocida Unión Ibérica, pero los portugueses quedaron hartos de prestar personal para las levas, y de pagar impuestos a la corona española.

      Es en el año citado anteriormente de 1640, el día 1 diciembre fue el día del alzamiento civil, haciendo motivar a que el Duque de Medina Sidonia, junto con su primo el señor de Ayamonte, se encargara de organizar una repuesta militar desde esta ciudad que era el puerto principal del Condado de Niebla, iniciándose así una dura guerra de baja densidad entra ambos países hermanos que perduró durante 27 años, y que fuertemente quedó en el más grande de los olvidos históricos españoles.

  Al quedar Niebla en el camino que conducía hasta la Plaza de Arma de Ayamonte, tuvo que soportar la recepción de las numerosas compañías de soldados españoles para ponerlos al servicio del Duque, destinados para atacar a los rebeldes portugueses. Dentro de un periodo de tiempo que padecía en decadencia la actual provincia de Huelva, afectado por un descenso de las poblaciones motivados entre otras cosas, por las enfermedades contagiosas como fue la Peste Mediterránea, y seguido que, en cada poco tiempo se producía cambios políticos y sociales, donde los vecinos se debían obligados pagar más tributos, junto con las frecuentes malas cosechas provocadas por las sequías y los temporales, marcaban las vidas locales entre la vida o la muerte.

   Además, el Duque Medina Sidonia se encontraban con la obligación de reclutar más soldados en sus dominios, aplicando aquello de uno por cada 100 vecinos, a pesar que en muchos lugares apenas contaban en aquellos días con habitantes. (Domínguez Ortiz). Dado que en tiempo de la morería Niebla tenía mil alquería o aldeas, (Al-Drisi), y de eso quedó solo para el recuerdo de la historia. En esta ocasión se le ordena a la citada Niebla y a sus lugares, a realizar un padrón de varones mayores de 14 años, y que valgan para participar en esta guerra y que, puedan ser alistado; mientras se concentrará los soldados en ella, contando además que, estos mozos deberán ser atendidos por los Ayuntamientos en sus vituallas, alojamiento y equipamientos, evitando por todo los medios que huyan de sus mandos, quejándose por las muchas veces que han prestado servicio de armas, además de ver la corrupción que mantenían sus oficiales. Seguidamente, se recurre de nuevo a esta Alcaldía, requiriendo sal y vino mucho vino para las tropas, además cebadas y paja para los caballos, mulos y jumentos, para dejarlo completamente en la ruina.

   Igualmente, se le ordena por parte de Vicente Sánchez de la Calle, de la Junta de Guerra de Madrid, que se abonen dos reales diarios a las mujeres casadas con hijos, mientras sus maridos presten servicio en su Regimiento. (A.M.N.) En el mismo Archivo en el apartado de correspondencia de la Alcaldía, ya en el año de 1593, se hace nombrar el Consejo de Justicia del Regimiento de Niebla, como una institución militar con su cuartel.

                                                       


         

  Desde agosto el año de 1637, ya se estaba calentando el conflicto, que provocó en un intento de rebelión en toda la zona del Algarbe, siendo sofocada de inmediato. por el Duque de Medina Sidonia, con las ayudas de la milicia de Niebla, y las demás que se encontraban en su territorio feudad, pero no tardó más de tres después años cuando de nuevo comenzó el estallido en toda la zona portuguesa, provocando unos gastos al Duque, de 350,000 ducados.

    Para encontrar y recurrir información sobre este conflicto, debemos recurrir principalmente a los documentos, que se encuentra alojado en el Archivo Municipal de Niebla, para conocer algunos detalles militares, económicos y sociales ocurridos por aquellos días.

     Con fecha del año de 1646, es donde encontramos un cuaderno que contiene la Orden de Don Francisco Hereda y Alvarado, para que se prepare la caballería y la infantería de la ciudad de Moguer, y de las villas de Lepe, Cartaya, Gibraleón, Trigueros, Beas y Niebla, ante una posible invasión del ejército portugués.

      Sobre 1652.- Cuaderno para formar lista de hombres con armas en prevención de un enfrentamiento contra Portugal, que es donde el Duque estableció su cuartel general para preparar la reconquista portuguesa, contando con un ejército de diez mil hombres desde toda Andalucía. Pero esta operación quedó muy retrasada por su lentitud para concentrar las tropas, ya que no contaban con los suministros que le prometieron desde Madrid.

     Quedando Niebla, y sus aldeas más cerca receptoras de tropas, enviadas desde Sevilla por el asistente García Sarmiento de Sotomayor, como era uno de ellos el Regimiento de Caballería de Andalucía; a parte de los dos mil napolitanos desembarcados en Sevilla, dejando toda clase de incidencias y atropellos por donde marchaban y acampaban.

     Encontramos que se cita que en este lugar de Bonares, teniendo por aquellos años 404 habitantes, cuentan con 43 viudas producidas por las diferentes guerras, y la marchan provocadas por parte de sus vecinos jóvenes para encontrar algún sitio mejor para vivir sus ya difíciles vidas. Es así, cuando el Corregidor don Pedro Plaza Bocanegra, se dirige al Consejo de Justicia y Regimiento de Niebla en marzo de 1642, donde se les pide que recauden más dineros dentro de sus lugares de su jurisdicción, aportando la suma de 11,200 maravedíes, a los ya sufridos moradores como tributo para la guerra.

  José García Díaz.

viernes, 5 de septiembre de 2025

Cuando el mundo quiso hacer llover en España.

 


                                                                     

   Esto se hizo hace 45 años, en unos experimentos que se proyecto en un hangar de la Base Aérea de Villanubla en Valladolid, y recogido por un diario de Huelva.

    Todo un experimento mundial realizado en la Cuenca del Duero. Sobre la “Maquina para hacer llover”, haciendo bombardean las nubes con ioduro de plata.

   Donde un periodista de Huelva, participa cubriendo la noticia durante una semana en agosto de 1981, informando de esta manera: El hombre no sólo está empeñado en dominar a la máquina, sino también controlar los fenómenos naturales. La regulación del clima sería uno de ellos. Por el momento, producir lluvia artificialmente. En España y, concretamente en la Cuenca del Duero, se investiga esta posibilidad. El estudio realizado servirá de pauta para el resto del mundo. Por ello, científicos norteamericanos, canadienses, soviéticos y franceses. Colaboran con las autoridades meteorológica españolas, entre ellos dos técnicos del Centro de Experimentación del Arenosillo, en  Mazagón, de Moguer (Huelva).

   Todo esto dentro del “Proyecto de Intensificación de la Precipitación”, que surgió a consecuencia de un acuerdo internacional, durante el séptimo congreso de la Organización Meteorológica Mundial en el año de 1975. Allí, se estableció cuando y en que, condiciones se podía conseguir un incremento artificial de lluvia, en una región determinada de nuestro planeta.

   Dieciséis países solicitaron que el experimento se realizarse en sus territorios. Después de una segunda criba, que estudiaron las condiciones de los Estados. Por último, fue escogido España en la provincia de Valladolid y, concretamente en la Cuenca del Duero, el lugar elegido está dentro de una extensión de diez mil kilómetros cuadrados sufrirá las consecuencias, positivas o negativas de la ventura.

  Primero habría que profundizar en la posibilidad del hombre para controlar el clima. Hasta el momento es muy poco capaz. Si el clima pudiera cambiarse artificialmente los países poderosos, hubieran jugado ya esa baza. Sería un elemento más en la discordia mundial.

                                                         


      

   Este escéptico comentario proviene del director general de Meteorología, Amadeo Modesto Hernández, es quien profundiza en los métodos y objetivos del “PIP”. El estudio que se realiza en la provincia de Valladolid ha levantado polémica, sobre todo por parte de los grupos ecologista; objetan… entre otras cosas, que la experimentación influirá negativamente sobre la fauna y flora de la zona investigada y de sus proximidades.

  Concretamente en Valladolid, no se ha producido a experimentarse todavía. Estamos estudiando la física de las nubes y las condiciones necesarias para lograr las precipitaciones. Cuando haya terminado la investigación, lógicamente habrá que analizar la gestión con los sectores directamente afectados. Supongo que el Instituto de Meteorología del Gobierno español actualmente sin tener en cuenta a las personas a quienes se le pudiera beneficiar o perjudicar, unas precipitaciones provocadas en el lugar en que en vez de tener resultados positivos se obtuviera todo lo contrario.

   Provocar la lluvia, consiguiendo la precipitación artificial cosiste en regar con induro de plata la nube previsiblemente adecuado. Se produce un fenómeno de condensación y cae la lluvia de forma controlada. Precisamente la acción del induro de plata y la imposibilidad de regular la lluvia son dos temas conflictivos.

   En cuanto el induro de plata, lo básico es que se insemina en cantidades muy pequeñas. Por otra parte, es un compuesto químico inactivo. Un elemento extraño en la composición natural del aire. Un símil sería acusar que el alquitrán de los cigarrillos va a la atmósfera en el humo y, cuando llueve, cae sobre la gente y puede provocarle cáncer o matarla. En cuanto a la regulación de las precipitaciones, lo primero que tenemos que definir es si podemos conseguir lluvia artificial de forma rentable. Si lo que nos hemos gastados en induro de plata se corresponde económicamente con la que haya llovido.

  Aunque el estudio está a mitad del camino, una empresa privada norteamericana actúa por su cuenta en la lucha antigranizo, también en España.

   Efectivamente. La empresa tiene unos objetivos. Dice que vende un artículo.  Hace un trabajo y el señor que paga recibe el servicio que ha pedido. En estos momentos no hay, control oficial. Es más, yo he planteado ya el tema. Los técnicos agrícolas conocen los daños que determinados fenómenos meteorológico producen y son ellos los que nos marcan las directrices. Casi al final, solicitan un funcionario al Instituto de Meteorología para que vaya a asesorar.

                                                       


            

   Desde luego, nuestra intervención tendría que ser mayor. Mi opinión personal es que estos ensayos que se hacen, con un control claro del programa, no son negativos. También es cierto que no tiene grandes repercusiones económica a nivel de rentabilidad.

    Llega el momento, el citado conocido como “PIP” no parece haber, conseguido los objetivos que, en principio se propuso. En estas fechas finaliza la recogida de datos. Científicos de distintos países se dedicarán a investigarlos y, a final de año, se formarán nuevas decisiones sobre el proyecto.

    De momento, el objetivo previsto inicialmente no ha demostrado que se pueda producir precipitaciones. Esto no es llegar y empezar a inseminar para producir lluvias. Por donde hay un plazo de 6 años para continuar la investigación, dado que este el tiempo que se requiere para que de fruto el citado experimento. Personalmente, dudo de que, hoy por hoy, sea rentable el elemento de precipitaciones artificiales, a nivel general. Pero ello no requiere decir que concretando y estudiando la física de las nubes, no se pueda actuar sobre determinadas, facetas y lograr un provecho.

   Los ecologistas, acusan cualquier intento de dominar a la naturaleza. Según ellos, en Estados Unidos se produjo una catástrofe en la que murieron “más de doscientas personas” por hacer un intento similar al que se desarrolla en la Cuenca del Duero. Provocaron una precipitación artificial con induro de plata, y el resultado fue una gran tormenta de agua que provocó crecidas e inundaciones de la zona en que se llevaron los citados experimentos. Actualmente, hay un proceso entablado contra el gobierno americano.

   Desconozco ese hecho, pero si sabemos que se realizaron diferentes tipos de experimentos en todo el mundo. Por ejemplo, los rusos han inseminado grandes bloques de hielo, en Siberia, con polvo de carbón y han tenido bastante éxito. Los franceses han disipado nieblas en los aeropuertos utilizando una fila de motores a reacción y poniéndolos a funcionar todos a la vez. Pero todos estos experimentos son muy locales. También un experto español opina que es factible actuar en la ladera de un monte sobre un frente nuboso de manera rentable. Se podría provocar una precipitación de nieve, regulándola y transportándola, y de esta forma contribuir apoyar determinadas estaciones de montaña. En principio parece asequible.

  Mil estudios diferentes, se realizan por todo el mundo en busca de dominar a la naturaleza y evitar que la sequía asole a grandes zonas que sufren las más terribles condiciones climatológica.

 José García Díaz.