martes, 12 de julio de 2022

La primera excursión.

 

                                                       


    

 

     Celebrada en Bonares tuvo como destino la sierra de Huelva. De hecho, algunas anteriores, fueron organizadas por los maestros locales para los niños junto con colaboración por parte del Ayuntamiento, como fue la del mes de junio de 1940, donde visitaron el Monasterio de la Rábida para trasladarse a Huelva, donde pudieron visitar la redacción del diario La Provincia.

     La segunda documentada fue la celebrada el domingo día 15 de agosto de 1968, por motivo de la festividad de la Asunción, la Congregación de Hijas de María de esta Villa organizó la excursión citada a los lugares más típicos y pintoresco de nuestra serranía. El motivo de la misma era entregar personalmente un precioso rosario al museo del Santo Rosario de Aroche, previamente solicitado por el director del mismo, don Paulino Díaz Alcalde   Para ello, y en un magnífico autocar de la empresa Damas, adornado con la bandera nacional y la blanca y celeste de la Congregación, donde cuarenta jóvenes locales dirigidas por el cura don Manuel Santos Román; haciendo la primera parada en Valverde del Camino; en el Kilómetro 10 de la carreta de Cortegana a Aracena, tal vez éste, sea el punto más curiosos de nuestra sierra, y desde la cumbre se contempla allá el fondo del valle, como un remanso de paz  gran belleza como la aldea de Calabazares o Corte de Almonaster la Real, con todo su encanto como si fuese un nacimiento o un Belén de Navidad al natural, con su castillo, con sus palacios, que no era otra cosa que las moradas de los señores de Baones, de los hermanos Vizcaíno y la de don Tomás de González Salcada, con su arroyos y montañas que circulan a la población etc. Allí pudimos contemplar y recrearnos en su espléndida parroquia toda de piedra y circundadas de columnas, la artística portada central de puro estilo “manuelino”  ;su plaza encantadora, su antiguo castillo y capilla de idénticas parecidas a la Mezquita de Córdoba y gloria para nuestra querida Diócesis de Huelva, porque fue el primer templo consagrado en España a la  Santísima Virgen en el misterio de su Inmaculada Concepción; su bonita plaza de toros adosada al Castillo, y en cual no se sabe que admirar más, si la belleza de sus líneas, o a la altura de su edificación o la solidez de sus materiales, toda construida en piedra, y desde donde, se ofrece una panorámica sorprendente gran parte de la serranía onubense.

        Para ello, y en un magnífico autocar de la empresa Damas, adornado con la bandera nacional y la blanca y celeste de la Congregación, donde cuarenta jóvenes locales dirigidas por el cura don Manuel Santos Román; haciendo la primera parada en Valverde del Camino; en el Kilómetro 10 de la carreta de Cortegana a Aracena, tal vez éste, sea el punto más curiosos de nuestra sierra, y desde la cumbre se contempla allá el fondo del valle, como un remanso de paz  gran belleza como la aldea de Calabazares o Corte de Almonaster la Real, con todo su encanto como si fuese un nacimiento o un Belén de Navidad al natural, con su castillo, con sus palacios, que no era otra cosa que las moradas de los señores de Baones, de los hermanos Vizcaíno y la de don Tomás de González Salcada, con su arroyos y montañas que circulan a la población etc. Allí pudimos contemplar y recrearnos en su espléndida parroquia toda de piedra y circundadas de columnas, la artística portada central de puro estilo “manuelino”  ;su plaza encantadora, su antiguo castillo y capilla de idénticas parecidas a la Mezquita de Córdoba y gloria para nuestra querida Diócesis de Huelva, porque fue el primer templo consagrado en España a la  Santísima Virgen en el misterio de su Inmaculada Concepción; su bonita plaza de toros adosada al Castillo, y en cual no se sabe que admirar más, si la belleza de sus líneas, o a la altura de su edificación o la solidez de sus materiales, toda construida en piedra, y desde donde, se ofrece una panorámica sorprendente gran parte de la serranía onubense.

 Después, Cortegana; donde pudimos contemplar el magnífico templo parroquial, su castillo y la ermita de la Patrona y nos recreamos con su hermoso órgano que nos ofreció don Joaquín Sánchez, organista titular de dicha parroquia.

     Y como final de esta primera etapa de la excursión, Aroche. Allí, en el museo del Santo Rosario, fuimos recibidos por el cura don Francisco Turrillo González, párroco de dicho pueblo y por don Paulino Díaz alcalde, director del museo, quienes nos fueron mostrando y haciendo historia de la magnífica y rica colección de rosarios donados al mismo, desde el regalado por el Santo Padre Pablo VI y el Patriarca Athenágoras, hasta el de nuestro jefe del Estado don Francisco Franco y de la Reyna Fabiola de Bélgica.

  Después de firmar todas las excursionistas en el libro de honor del museo, pasamos a la iglesia del pueblo, de estilo gótico, y el más bello, sin duda alguna de todos los templos de nuestra provincia. Allí después de bendecir el cura de Aroche el rosario que donaban las hijas de María de Bonares, se expuso de manifestó a Su Divina Majestad, rezándose el santo rosario por todas las visitadoras.

                                                             


  En la reserva del Santísimo Sacramento las excursionistas cantaron el himno compuesto para el Congreso Eucarístico de Moguer con letra del actual párroco de Aroche y música el cura don Manuel Castillo, director del Conservatorio de música de Sevilla.

   Después de admirar las bellezas y riquezas encerradas en el tesoro parroquial de este pueblo, damos por terminada nuestra estancia en Aroche, iniciando la segunda etapa de la excursión con la visita a El Repilado, Allí nos recibe nos recibe don Jesús Sánchez Martín, quien honor a su señorío y delicadeza.

  Como final de nuestra visita, don Jesús Sánchez, obsequió a todas las excursionistas con un espléndido y suculento almuerzo.

  Con celeridad y prudencia al mismo tiempo con que es posible transitar por aquella carretera general de Portugal a Sevilla, pasamos por Galaroza y Los Marines, arribando en Aracena sobre las cinco de la tarde. Lo primero fue visitar la nombrada “Gruta de las Maravillas”, quedando las excursionistas atónitas y perpleja ante aquella obra prodigiosa de la Naturaleza, que sirviendo tan sólo del triple elemento agua, cal y tiempo había una tan grande belleza y hermosura.

   Después, y siguiendo el plan trazado, hemos recorrido el centro de la ciudad admirando su plaza, su ayuntamiento, su parque de flores, sus templos y sus preciosas imágenes etc. En una palabra, todo cuanto de singular relieve e interés encierra la que es la capital de la serranía.

  Por último y como final de nuestra excursión, la visita al Santuario de la Reina de los Ángeles. Allí en aquellas alturas en aquel oasis de paz y de ventura, a los pies de la Santa Virgen y más cerca del cielo que de la tierra. Allí las excursionistas obsequiaron a la es consuelo y esperanza de la pobre Humanidad con el canto de la salve.

   A las once en punto de la noche entraban las componentes de la excursión por las calles de Bonares, sin que hubiese habido que lamentar el más pequeño contratiempo por el día tan bonito y agradable que habían vivido.

 El corresponsal.

  José García Díaz.

 

       

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