Ayer día 4, de
febrero de 1957, a las veinte horas en el salón del Centro Benéfico, quedó
constituida la Cooperativa del Campo, “Santa María Salomé” con dos grandes
secciones; Bodega y Almazara, lo compone unos 141 socios poseedores en viñas
unas 346.000 cepas y en olivos unos 15.000 pies.
En una sección
presidida por el Presidente Jefe de la Hermandad Sindical de Labradores y
Ganaderos de este pueblo, se hace constar la siguiente notificación:
Presidente: Don Antonio Conejo Guzmán.
Secretario: ““Pedro Pérez Vega.
Tesorero. ““José M. Gómez Feria García.
Vocal. ““Cristóbal
Carrasco Carrasco.
Vocal. ““Juan A.
Moro Martín.
Vocal. ““Ángel
Camacho Prieto.
Esta Cooperativa, es
una nueva obra, uno de los eslabones más a su cadena en el camino de la
justicia distributiva, que puede, y pretende extender su beneficio influjo en
la totalidad del mundo económico provincial, pero con unos procedimientos que
viene a invertir los términos clásicos de la empresa capitalista. El
Comparatismo dispone, en cierto modo, de los mismos elementos empleados en el
sistema capitalista, y el capital, en él, desempeña una importante misión, pero
ligado y único al esfuerzo personal, al trabajo, y como ordenado y supeditado
al mismo; en el orden contrario, los elementos se encuentran asociado en una
jerarquización incorrecta en relación con el orden de las cosas.
El capitalismo
supone la dictadura económica del elemento más artificial y, por ello, la pauta
para la distribución se beneficios queda señalada, únicamente, por proporción
de capital empleado; en cooperación, en cambio, el capital actúa generalmente en
concepto de préstamo, reducido al interés módico estipulado, y los beneficios
van íntegros a la actividad de los cooperativista, como reconocimiento de lucro
al trabajo y fijación del sueldo al capital, lo que supone una modificación
total de la escala de valores impuesta por el capitalismo.
De todo esto, se
deduce el sentido cristiano de las fórmulas cooperativista, concepto que no
implica, en modo alguno, consecuencias antieconómicas ni competencia desleal a
los legítimos intereses de la empresa privada, Si pretende, en cambio, la
cooperación de luchar contra los abusivos monopolios, que pueden dictar en
cualquier momento leyes económicas al margen de toda justicia, con perjuicio
evidente, tanto para el consumidor.
(La redacción del Odiel).
Confiadamente,
esperamos que nuestra rica zona del Condado, hasta hoy bastante perjudicada por
el problema de los monocultivos, logren transformar su economía distribuyendo
más repartidos los beneficios que produce el suelo.
A más de 60 años de
su fundación la Cooperativa Santa María Salomé, ha sabido sobrevivir, a pesar
de los avatares que conlleva la agricultura en la vida local y en su desarrollo.
Su última y valiente apuesta por una estación de servicio, ha llevado a satisfacer
a sus viejos socios, así cómo a sus familiares que se están beneficiando del
citado servicio.
José García Díaz.
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