martes, 7 de mayo de 2019

Las nodrizas, en la vida local.


                                                          
                                                             


  Las nodrizas o bien llamada dama de leche junto a lo de ama de cría han estado desde siempre compartiendo las necesidades en la vida maternal de este pueblo, así como en toda clase de casa dentro los pudientes como en los hogares de los más humildes jornaleros que eran los necesitados de tan grandiosa labor de criar hijos ajenos a cambio de dinero. Se encuentra en  casi toda  la historia de la humanidad, por aquellas generosas mujeres que mantenían sus pechos con  abundantes leches y en donde le acompañada en ocasiones del Sambenito de la Lactancia Mercenaria. Como así lo recogía en versos el ilustre poeta Federico García Lorca agradecido a tan noble trabajo, que estas mujeres dejaron en su infancia vida
          El 27 de mayo  de 1876 en el BOP. Previo examen, se aprobaron las cuentas de haberes suministrados a las nodrizas de los pueblos de Bonares y los otros. Entre ellos motivado por la pobreza en que se encuentran el vecino José Ramos Cintado, para atender a la lactancia de su hijo huérfano de madre, se acordó fuese incluido en nómina de desamparados.
  Se encontraban sujeto a las cuentas de expósitos y desamparados mediante abono de la Comisión Provincial. Y al mismo tiempo se determinado pedir informe al alcalde de esta villa, para que manifieste si dos niños acogidos interinamente en el Hospicio de Cádiz tienen padre o abuelos, expresando en su caso los medios de subsistencias con que cuentan. Se recoge en las actas locales la siguiente información: Dícese el pago diario de 25 céntimos a la nodriza María de la Blanca mientras dure la crianza puesta por el Médico Cirujano titular de esta villa al pequeño Alejandro  Pérez Martin, hasta que su pobre madre pueda disponer de los medios de amamantarle sin riesgo para su  salud.
      Existía unas ordenanzas adaptadas a las circunstancia de los tiempos, en donde estas mujeres  las que se hallaban en situación controlada y  además subvencionadas por las autoridades eran las más fiables, sobre todo las destinadas  a escoger una nodriza que reuniese las condiciones necesaria y sanitaria para poder ejercer el trabajo citado.
   Se aconsejaba entre otras actividades que fuesen campesinas, por creer de poseer y de gozar mejor salud de las que viviese en la ciudad y se suponían que eran las más necesitadas económicamente, puesto que la pobreza les obligaba en ocasiones abandonar a su hijo, para poder atender al ajeno.
   Desde la prensa de Huelva de los años de 1896, se resalta la gran labor de la Cubana María de Dios la Mulata, y de cómo las mujeres de origen gitanos, les tenían prohibido ejercer esta profesión bajo penosa sanción, ya que según los payos eran autentica profesionales en aprovecharse del cariño que les tenían los padres a sus hijos, y de como la marginación que sufrían ellos, eran repudiada por la sociedad de aquellos tiempos.
   Las normas establecidas por las autoridades sanitarias locales, eran las mismas o parecidas en toda la nación española, con recomendaciones curiosas cómo, las candidatas a nodrizas debían de encontrarse recién parida, del segundo hijo, para demostrar que sabían cómo criarlos sin pasar de los treinta años de edad, por considerarlas en ese estado que su leche, ya habían perdido calidad alimentaria.

      El 27 de mayo en el BOP. del año de 1876 Previo examen, se aprobaron las cuentas de haberes suministrados a las nodrizas de los pueblos de Bonares y los otros. Entre ellos motivado por la pobreza en que se encuentran el vecino José Ramos Cintado, para atender a la lactancia de su hijo huérfano de madre, se acordó fuese incluido en nómina de desamparados.
   Junto  a la crianza infantil por parte de las nodrizas, no se puede olvidar la aportada por los biberones en toda la historia de la vida local. En este pueblo la mayor parte de la leche era la tomada de las cabras, ya que se suponía era la más parecida a la maternal y la más digestiva para los críos, hasta que le empezaron a temerles por las aparecidas fiebres de Malta (Brucelosis).
                                                        
                                                           

  No fue hasta el 20 de enero de 1877, cuando se presenta una solicitud por parte del ilustre y culto vecino don Lázaro de Soto Bautista licenciado en Farmacia que presentando la titular de la citada Botica, el Ayuntamiento habiendo deliberado detenidamente sobre esta cuestión, mediante el reglamento legal de años anteriores y visto igualmente el presupuesto aprobado por la Junta Municipal en el que está consignado esta plaza, atendiéndose a que el pueblo debe estar surtido de medicamentos para las necesidades públicas y que es conveniente por lo tanto que se establezca legalmente una oficina de Farmacia. Al mismo tiempo se acordó nombrar el farmacéutico titular municipal contando con una dotación de seiscientas veintes y cinco pesetas anuales, contando con la obligación de despachar las medicinas gratis a los enfermos de la localidad que se califique como pobres, siempre que las ventas no exceda de la cantidades consignada con arreglo a la tarifa oficial. Teniendo obligación de tener justificado los precios de todos los medicamento que marca para ellos la Ley Sanitaria al referido don Lázaro de Soto y Bautista, que habiendo comparecido con el nombramiento y el citado contrato que acordó el Ayuntamiento se lleve a debido efecto y recogido certificado dentro de este acta municipal.
   Este ilustrado licenciado, era además maestro de la Enseñanza, de gran nivel cultural que hizo que su Botica, fuese una de las más progresista y puntera de toda la Comarca. Tenía la Farmacia en la calle Esperanza, se encontraba en donde actualmente se halla el "Cristalero".
        Las ordenanzas locales de aquellos años, resalta la labor sanitaria desarrollada por parte de esta farmacia, como centro logístico veterinario y médico, en donde encontramos medidas introducidas por las autoridades sobre las matanzas del cerdo caseros tan común en aquellos días, puesto que cada corral de vecino, albergaban uno o dos individuos formando junto con las gallinas el complemento alimenticio de la vida de los vecinos.
  Extraemos notas de las citadas ordenanzas. Cómo primero tenemos, que todo individuó que trate de degollar un cerdo, deberá dar parte a la Alcaldía, con seis horas de anticipación, del sitio y hora en que hará la matanza; segundo, la Secretaría del Ayuntamiento, tomando razón, trasladará el aviso al facultativo encargado del servicio; de tercero, este, acompañado de un agente de la Corporación o de algún ayudante, destinado hacer el corte del trocito de carne, para someterlo al microscopio en el sitio de la matanza por cada uno de los cerdos que se degüellen.
                                                              
                                                            


    ·En la cuarta medida, si no se encontrara algún parásito, ni viera enfermedad alguna de la piel o infecciosa, dispondrá que se proceda por el carnicero al destrozo de los cerdo.
    En la quinta medida, si por parte del reconocimiento se encontrase la "triquina", cuidará que desde luego se aisle el cerdo, continuando la obligación de informar de inmediato a las autoridades.
                             José García Día.






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