En el documento que exponemos es extraídos de los Archivos Estatales,
donde se puede observar cómo se va cambiando poco a poco el nombre de las
Playas de Castillas, por la de Mazagón después de aparecer documentada su
singular nombre desde el año de 1433 para quedar reducido su vocablo a la playa
junto al Arroyo del Gato, frecuentados por los pescadores de los pueblos vecinos
como algunos portugueses.
Ya en este año de
1964 es cuando a partir del mes de Julio, las autoridades toma medidas con los
conocidos "ranchos" esparcidos por toda la playa, para agruparlos en
la conocida "Redonda" cuya bajada se hacía a través del Arroyo
Julianejo.
En Julio de 1935, en el Diario de Huelva.
Con las noticias
publicadas en este diario, por medio de su corresponsal de Palos de la Frontera
y de otros señores. hablando de esta extraordinaria playa, y en honor a la
verdad, y como réplica a lo publicado el día 6 del mes de Julio de este año, me
permito por creer un deber de justicia, hacer las siguientes e importantes
aclaraciones:
Me parecen muy
bien que aboguen los aludidos articulista por
la construcción de un magnífico puente que atraviese-- nada menos-- que
el profundo y prolongado caño de "Domingo Rubio"; que el Ayuntamiento
del referido pueblo en sesión plenaria haya acordado pedir a los Poderes
públicos todo lo que crea factible de conseguir, aun que, en realidad, no sea
más que una hipótesis a todas luces, pero también me parece lógico que debe
decirse que a las susodicha playa de Castilla se puede ir muy fácil, e incluso
cómodamente, sin la necesidad de la formidable construcción fantástica de un
gran coste económico, ya que tendría que ser elevadísimo para no interceptar la
navegación marítima que por aquel lugar circula, diariamente, que si no es muy
intensa, por lo menos, es muy necesaria e importante.
Las playas de
Castilla no están tan desamparadas de comunicación terrestre, como afirman los
que tal escriben, pues existe camino cuya reparación está a cargo de la
Jefatura de Obras Públicas de la Provincia, aunque bien es verdad que la
consignación que recibe para las atenciones de tal servicio es excesivamente pequeña.
Entre los medios de
comunicación para ir desde este pueblo de Palos de la Frontera a las playas de
Castilla no es nada complicado ya que de este pueblo al faro de la barra de
Huelva, que dista unos 13 kilómetros, se pude ir cómodamente en automóvil.
Puesto desde dicho pueblo hay 11 kilómetros en donde pasan los Forestales, y en
donde se encuentran enclavadas las repetidas playas.
En el trayecto nos
encontramos con un hermoso puente, distante 3 kilómetros en donde piden
precisamente, que se construya uno nuevo. Por este puente pasan camiones de 12
toneladas de peso. Su conservación, igual que se el ya citado camino, está a
cargo de la Jefatura de Obras del Puerto y Guarderías Forestal de la Provincia
contribuyen también en sus medios económicos a dicha conservación.
En tiempo de
verano hay un servicio diario de camionetas del vecino pueblo de Bonares, para
llevar a los bañista a dicha playa.
La carretera de que
hablan los Forestales no es tal carretera; solo existe un camino hecho por
medio de las arenas, de matas y barro, que no permite el transito a persona
alguna, pues solo lo utiliza el personal forestal para efectuar más
económicamente el arreglo y saneamiento de los terrenos que tiene bajo
custodia.
Caso de hacerse el
puente pretendido, obra que de momento lo creo casi imposible debido a su
elevado coste, habrá que hacer más de tres kilómetros de carreta para poder
llegar enlazar el citado camino de los forestales, y para llegar a la misma
boca de la barra de Huelva, la verdadera playa de Castilla, habrá que recorrer
uno 20 kilómetros. Loa señores Ingenieros de la Junta de Obras Públicas que inspeccionan
sus servicios del faro y barra de Huelva con mucha frecuencia en automóvil,
pueden confirmar la verdad de mis manifestaciones.
A don Manuel Siurot
y a cuantos señores han intervenido con su mejor fe, pero que tengo la plena
seguridad de que desconocen cuanto dejo transcrito, y yo le invito a que se den
un paseo por el camino del pueblo de Palos al "faro de la barra de
Huelva" y casa de los forestales, y verán sobre el terreno que no hay que "atravesar
tantas leguas de arenas para llegar directamente a las tan mentadas playas de
Castillas".
Con muy poco dinero
podría transformarse este camino en una carretera de tercer orden suficiente, a
mi juicio, para cubrir las mayores exigencias de la locomoción actual, entrando
a formar parte del plan general de conservación ordinaria por la administración
con las demás carreteras de esta provincia.
Esto es la más
viable y menos costosa comunicación terrestre para llegar perfectamente bien a
las Playa de referencia, y que yo me creo con en el deber cumplido por escribir
estas columnas para este diario y para el conocimiento de los expresados
articulistas como a las gentes que le
interese, estoy dispuestos a dar cuantos detalles se me pidan respecto del
particular en cuestión.
Por Luís Maresca.
Jefe de Negociado del Cuerpo de Faros.
En la foto de Pepe Gómez refleja lo que la playa, representaba para los vecinos de Bonares.
Convertir un día normal en festivo.
Mientras la primera misa; en
las playas de Castilla se celebró el año siguiente en Agosto del 36 en plena
campaña de la Guerra Civil, el último Domingo del mes citado, cuando
actualmente se puede hacer el viaje cómodamente y fácil dado que años atrás
sería una compleja aventura.
Al llegar a la
playa nos encontramos en un verdadero en un verdadero campamento chiquito, con
sus cantineras y guardias-- barreras para alojamiento de las fuerzas curtidas
por el levante de estos días, con sus correspondientes enfrentamientos con los
enemigos--ir de venir de soldado, órdenes, llamadas del teléfono y las clases
de los oficiales que se encuentran observando los movimientos de barcos
republicanos.
El capitán, jefe de
estas fuerzas y sus oficiales, atienden a todos los invitados de la prensa, a
lo que es lo más parecido a una cantina del campamento.
La gente se
encuentran esperando la llegada de Fray Genaro, hermano superior de la Rábida,
a quien tienen invitado para celebrar la misa, que han querido oír estas
fuerzas en día de precepto. A la llegada del padre Genaro se toca por el
corneta el primer toque de misa, mientras se hacen los preparativos para
celebrarla. Todo un acontecimiento por ser la primera misa que se dice en estas
playas. Verdadera misa de campaña en una época de guerra y lejos del poblado.
Se ha improvisado el
altar en un carro artillero. Presiden un cristo y la Virgen de la Inmaculada.
La adornan granadas rompedoras, lirios blancos silvestres, faroles de campaña.
De fondo el cielo y la mar, velitas blancas de pequeños barcos, gaviotas, y, en
último momento para completar vemos a un submarino de la escuadra roja en un ir
y venir constantemente, fuera de los alcances de nuestros cañones.
La foto es de Agosto de 1936, era un puesto de observación situado en el puente del Vigía.
Dando frente el
altar, las fuerzas, con sus jefes, el comandante de Marina, señor Pérez de
Guzmán, con otros oficiales, el alcalde y jefe de Falange de Moguer, el alférez
de carabineros señor Solís, el sargento de la Guardia civil de Moguer,
distinguidas señoras y señoritas, falangistas, carabineros. Mientras nos
encontramos rodeados por cañones, proyectiles, arenas, mucha arena.
Al levantar el
oficiante la Sagrada Forma, se rinden las armas, siendo un momento de gran
emotividad, formando una escena inolvidable, dentro de un gran silencio, sólo
interrumpido por los puntos de del cornetín y el ruido del oleaje.
La misa fue ayudada
por falangistas de Palos, rindieron honores cinco artilleros. Terminada la
misa, nuevas atenciones, saludos y despedidas, dejando las playas aquellas
fuerzas de la batería, en donde, desde su jefe hasta el último soldado, tiene
afanes de lucha, respirándose valor y patriotismo en aquel campamento chiquito
rodeado de arena, cielo y mar.
Por Eustaquio Jiménez
en Moguer del año 1936.
José García Díaz.
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