miércoles, 8 de noviembre de 2017

La Falange en Bonares.

                                             
                                                                 

La señorita Luteria Carrasco "La Carlotita", de profesión sanitaria.
Jefa local de la Falange Femenina y de la J.O.N.S. Luego Jefa Provincial de la Sección Femenina y miembra del Consejo Nacional con voz y voto.


  Una nota de reclamación de varios viajantes comerciales y apoyada por la nueva corporación local de este pueblo al señor director de los autobuses Damas el 22 de Agosto de 1936.
     Informados varios viajeros muy asiduos a su Empresa de viajeros que desde el día 30 del actual será retirado el autobús que hace el servicio de Correo de Rociana a la Estación de Niebla, vemos con gran disgusto sea retirado dicho servicio, ya que esto, para los viajeros, resulta un perjuicio grande y para que el señor Damas puede darse perfecta cuenta de ello hacemos estas observaciones y exponemos nuestros deseos de modificación, por si aun llegásemos a tiempo.
       Como el señor Damas debe saber, durante treinta años el servicio de correo de Rociana a Niebla, ha sido imprescindible para recoger todos aquellos viajeros que salen en los trenes de correo de Huelva, por la estación más inmediata y más económica a los pueblos de Bonares y Rociana, y como quiera el señor Damas este servicio lo retira, no solamente que ya resulta más costoso, sino que también la llegada a estos pueblos es de unas horas más tarde, después que solo cuentan estos pueblos con dos servicios diarios.
   Actualmente, saliendo de Huelva en el tren correo de la siete y cincuenta minutos con dirección a los pueblos de Bonares y Rociana, tiene la llegada a dichos pueblos a las nueve de la mañana aproximadamente y, como ahora se trata de recoger a los viajeros en la estación de La Palma, en vez de Niebla, ya, no solo llega más tarde a su destino, sino que además de dar una vuelta por los pueblos intermedios, resulta el viaje más caro, y el señor Damas debe de comprender que un viajero, que tiene necesidad de venir Rociana a Bonares, donde hay un trayecto de diecisiete kilómetros, no va a hacer un recorrido de cincuenta kilómetros para ir a un pueblo tan cerca, saliendo el viaje en los coches correos a 2´50 pesetas, mientras que ahora, con la combinación nueva, además del recorrido que lo creemos innecesario, resulta el viaje por unas 3´25 o 3´50 pesetas, quedando además la estación de Niebla sin un servicio para cualquier reclamación o retirada de mercancía que tenga hacer los vecinos de estos pueblos.

                                        
   
   En la  foto de propiedad de Rocío Pérez Romero, es de Agosto de 1935, vemos a su padre José Antonio como cobrador de la camioneta del señor Cristóbal Cintado Coronel, el año antes de vendérsela a don Arturo Damas. Los servicios de Bonares con la estación de Niebla duraron hasta el año de 1972.
Pertenece al archivo de Pepe el Carnicero.


         Esperamos señor Damas hará un estudio minucioso de esta combinación, ya que siempre ha procurado dar felicidades a los viajeros y creemos que, dada las razones expuestas, volverá a dejar el antiguo servicio que venía haciendo, pues de hacer alguno modificación veríamos con gusto el enlace en Niebla con sus mismas camionetas, porque tampoco está muy aplaudible el salir de estos pueblos a la seis y media a la estación de  Niebla, cuando el tren  tiene la llegada a las ocho y cuarto. habiendo solamente unos nueve kilómetros como máximo.
    Deseamos, merecer del señor Damas esta petición, que la creemos muy justa para todos cuantos viajeros frecuentamos estos pueblos, y dar comodidades para los pueblos de Bonares y Rociana, que quedarían sin comunicaciones directas.

 En víspera de una  nueva fiesta local en este pueblo, motivado por la vuelta de los crucifijos a presidir todas las escuelas de este pueblo.

  En el Martes día 4 de Septiembre, cuando me despiertan las campanas de a vuelo de nuestra iglesia parroquial. Pregunto y me informan de que se trata de celebrar una fiesta patriótica religiosa, en la cual la chiquillería de ambos sexos han de jugar un papel muy importante.
    Efectivamente, serían las siete de la mañana cuando veo desfilar en continuo sin cesar a los chicos y chicas escolares de esta localidad, llenos todos de alegría santa en sus rostros y corazones, ataviados en su mayoría con lancos babis y luciendo en ellos las medallas religiosas aprendidas de los colores nacionales.
       Van encaminándose cada cual a su escuela, de donde ha de partir la formación hacia el templo, en cuyo sagrado recinto serán bendecidos los crucifijos que poco a poco han de volver a sus respectivas hornacinas escolares.
     Ya era hora que nuestra querida España, la España del Cid y Gonzalo de Córdoba, la de Pizarro y Hernán Cortes y de todos los grandes de esta gran Nación, que se ha desligado de las garras de los socialistas y volviese a ser católica, después de este lapso de tiempo que ha parecido siglos y que nosotros, los buenos católicos y españoles, hemos llevados con santa resignación no convencido nunca, a pesar de las predicaciones rojas de que España de nuestros abuelos pudiera haber renunciados de sus santas tradiciones religiosas.
       Antes el cuartel en la calle Larga de Falange, con su banderín izado, se van congregando todo el vecindario; la alegría reina en todos, la población se encuentra engalanada como si fuera los días grandes de solemnidad fiestera, y una nota de simpatía dan los pequeños "falangistas" uniformados que aparecen enfrente de esta sede.

                                                              

La foto es del año de 1936, son de dos hermanos con las blusas insertadas los escudos de la Falange,se les conocía a los niños así vestidos como "Balillas".
La Fotografía fue rescatadas de los basureros "del río", en los años que se tiraron los doblaos, fueron miles, las que no se pudieron salvar de los escombros y de los fuegos intencionados por parte de los transportistas.


    Los ecos de nuestra banda municipal nos dejan esperar; el himno de Falange es tocado y cantado por todos los congregados. Desfila hacia la iglesia una escuadra de la citada Falange con bandera y música: tras de ellos van las autoridades cívica--militar y lo chicos en completa formación con sus profesores a la cabeza.
    Después de la misa, oficiada por nuestro párroco, salen por todo el pueblo en procesión con toda la agrupación citada anteriormente. A la cabeza de cada grupo escolar, con sus profesores con nuestra bandera bicolor y el crucifijo bendecido en manos del más pequeño de cada grupo. Van cantando el himno nacional a la bandera y otras composiciones patrióticas y religiosas.
   El espectáculo conmueve: las madres, con lagrimas en los ojos, se asoman al paso de sus pequeños, pequeños, que son llamados a formar una España grande y fuerte que nosotros, los mayores, se la dejaremos encauzadas.
    El desfile duró dos horas. Las banderas roja y gualda ondean ya en los edificios escuelas; el símbolo de la Redención posa en sus hornacinas, después de unas preces de muestro párroco; los chicos van quedándose en sus colegios respectivos inaugurando el profesorado el nuevo curso escolar.
    Bonares, nuestra patria chica, ha vivido unas horas emocionado ante las manifestaciones patrióticas religiosas de sus hijos, y gritan todos a una, sirviendo de portavoz esta crónica que dirigimos a la prensa.
     De esta manera anoche, la Empresa del Cine Colón de esta localidad, como estreno de la temporada ofreció desinteresadamente el salón a beneficio del Ejército y de Falange, estando el salón concurrido al extremo.
      Esta empresa de cine, atenta siempre al sentir del pueblo y como terminación de los festejos del día, puso en la pantalla la monumental película sonora llena de patriotismo dedicada el general Franco, titulada "La Bandera", cuyo argumento es la vida intima de nuestra Legión en tierras de Marruecos.
       El salón fue ocupado totalmente con un público selecto, que de esta manera rendía culto y veneración a nuestro glorioso Ejercito y de ver de nuevo los crucifijos colgados en la pared de las clases escolares.

   En la calle Esperanza Septiembre de 1936.

                                                                           José García Díaz.

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