Foto; Jose Garcia Bellido 1920
El Domingo 18 de
Abril de 1920, fue todo una fiesta en la cercana villa de Niebla teniendo por
motivo la inauguración de una nueva central eléctrica, que ha instalado el
industrial de la Palma del Condado, don Scío Moreno.
Las autoridades
locales, presididas por el señor don Cristóbal Barrera, que tan buenamente ha
cooperado en la instalación de este servicio, que engrandecerá la vida
industrial de la provincia, habiendo participado en la construcción de la
misma, el perito electricista, don Luís Moreno, valiéndose de un motor y dinamo
alemana de una gran potencia y una luz clarísima se trasladaron a la central
eléctrica seguidas del pueblo en masas, a los alegres repiques de campanas y
entusiastas acordes de la conocida banda de música de Bonares.
Enseguida, nuestro
digno párroco don Cristóbal Jurado, auxiliado por un diácono y un seminarista, procedió
a la solemne bendición de la fábrica, a la que se le puso el nombre de Nuestra
Señora del Pino, por ser ésta la patrona del pueblo.
En el momento de la
bendición de fueron solemnísima, entonándose la Marcha real cuando el párroco,
llevando en sus manos la cruz parroquial de bruñida plata, hizo la señal de la
cruz sobre los motores mientras los músicos recibían una fuerte obación.
Con motivo de este
festival, la plaza mayor del pueblo, llamada de Alfonso XIII, lucía aquella
noche esplendorosa iluminación eléctrica, sirviéndose luego en la casa
consistorial un refresco a las autoridades e invitados; pronunciaron entusiastas
brindis el señor alcalde don Cristóbal Barrera, el señor juez municipal don
Casiano López, el señor secretario del Juzgado don Bibiano Roldán y por último,
don Cristóbal Jurado improvisó un breve discurso, en el cual explicó al pueblo,
con palabra clara y fácil, lo que es la luz natural y la eléctrica, su fuerza,
su velocidad y aplicación de la electricidad, cerrando con un poético saludo a
las señoras que asistían al acto y sobre todo a la madrina de bendición, doña
Dolores Laboza, que en unión de don Juan Rite Cruz, apadrinó el solemne acto.
Todo el personal
local se encontraban bastante animados, sin percatarse de un problema durante
una media hora, por motivo indispuesto no aparecía de ninguna manera el
mecánico montador de la maquinaria, don Juan Fernández, que por fin apareció
fue recibido con una fuerte ovación por la multitud allí concentrada.
Con digno remate
de la fiesta, en los altos del Casino conservador "La Aurora", se
celebró un espléndido banquete que fue presidido por el señor alcalde y don
Scío Moreno.
Por parte de toda
la redacción de este periódico, reciban las felicitaciones por la instalación
de un servicio tan útil para esta villa.
El Sábado
15 de Mayo de 1920. El amanecer de este pueblo hoy ha estallado la huelga general
de los obreros y merced a las acertadas disposiciones del señor alcalde don
Cristóbal Barrera, y a sus medidas de prudencia, no ha habido que lamentar
disturbios.
Los
obreros en su pleno derecho de pedir mejor calidad de vida, exigían como salario
unos treinta reales diarios en todo tiempo, y sobre todo la abolición de las
máquinas agrícolas y de los obreros forasteros, concediendo un jornal de seis
pesetas a los canteros y un salario prudencial a los niños, mujeres y ancianos.
Los patronos, por
su parte, reunidos en la Alcaldía, ha acordado las bases siguientes que se ha
comunicado al Gobernador civil y al jefe de la Benemérita: A los obreros de
siega y cava de tierra, una peseta por hora; sulfatadores, seis pesetas por
tarea; encastradores, podadores y azufradores; sesenta y cinco céntimos de
pesetas por horas; carreros y personal del arado, cinco pesetas por tarea en
nueve meses y seis pesetas en los tres meses de verano. Mientras las mujeres,
niños y ancianos se dejan a un convenio prudente.
Los patronos se
comprometen también a emplear las nuevas máquinas agrícolas solamente en la
mitad de sus faenas. Tratando de evitar lo sucedido en algunos pueblos vecinos,
donde se han quemado varias segadoras.
Don Buenaventuras
Rivas, ha solicitado un plazo de ocho días resolver sobre los trabajos de
cantería.
Exceptuando por
la mañana, en que las patrullas de obreros no dejaron de salir a los vehículos
que se dirigían al trabajo, mientras en la población reina la mayor
tranquilidad.
Es decir que en un
pueblo, que siempre ha reinado la calma laboral más completa, por los buenos
precios de los jornales y la corta duración de la jornadas de trabajo, aparezca
ahora en el desequilibrio social, merced a la obra de los agitadores de profesión.
Es de esperar que el
buen juicio de patronos y obreros se impondrá en las presentes circunstancias,
y volverá a traer la paz alteradas en este pacífico pueblo, cuya
responsabilidad de los vecinos no se roto por ahora, merced a las acertadas y
prudentes medidas del alcalde, don Cristóbal Barrera.
El Corresponsal.
José García Díaz.
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