miércoles, 24 de agosto de 2022

Maniobras militares en el Rocío.

 

                                                                    


   Corría el año de 1969, cuando el jueves día 12, el diario Odiel, recogía la siguiente noticia: Se han dado por terminado con éxito las maniobras de la

“Operación Rocina”.

   Donde unos cinco mil hombres, quinientos vehículos, artillería y cuarenta tanques participaron en el ejercicio.

  Asistieron a las maniobras y a un acto mariano en la Basílica, todas las autoridades provinciales. El Capitán General de la Segunda Región y la División “Guzmán el Bueno” y los Hermanos Mayores Honorarios de la Hermandad Matriz del Rocío.

     Porque la “Operación Rocina” llevada a cabo por la División Infantería Mecanizada “Guzmán el Bueno” número 2, dentro del Plan General de Instrucción, ha servido para poner a prueba el grado de preparación- a pesar de que los soldados se van renovando cada varios meses del ejército español, y en especial en esta ocasión de la División “Guzmán el Bueno” que manda el general don Julio Coloma Gallego. Y fue presenciada por bastantes periodistas, entre humo, polvo y órdenes de combate.

    Desde Sevilla y Badajoz se inició el día seis de este mes de octubre una marcha motorizada. En ella, salvando los diferentes obstáculos previstos y imprevistos, caminando a horas de menor tráfico cuando había que utilizar la carretera, se intentaba probar la resistencia del material móvil, pericia de los conductores, la disciplina de marcha de las Fuerzas y, sobre todo, la capacidad de supervivencia de la unidad fuera de su acuartelamiento y sin recurrir más que a sus propios medios.

   Cinco mil hombres hicieron más de un centenar de Kilómetros, a veces por el asfalto, veces por los arenales marismeños, hasta llegar a la aldea del Rocío, alegre y bulliciosa en otras fechas, donde se instaló el campamento divisionario con funcionamiento de los más diversos servicios: panificadoras, enfermería, mando, cocina, duchas. Para llegar allí fue preciso construir un puente “bayle” sobre el río Quema y dos puentes tijeras—sobre carros de combate—en el Ajolí.

  Y desde este centro neurálgico de la División desplazada, dos días de ejercicios con fuego real sobre blanco situados a dos mil metros en el mar de Matalascaña, con la participación de carros de combate, artillería y armas pesadas. Toda la tropa iba equipada con los más modernos materiales, incluidos sacos de dormir individuales para que el soldado, en campaña, pueda pernotar sin necesidad de tiendas.

    En el día D. ayer por la mañana, el alto mando había preparado un supuesto táctico para el gran despliegue de las unidades de defensa, con doble acción para pasar a la ofensiva. Se supone que el enemigo había desembarcado en la desembocadura del tajo, avanzando merced a la sorpresa hacia el interior de la Península. Para contener este avance fue designado el ejército del Centro, y el del Sur para iniciar el intento de rechazar a los invasores. Otra cabeza de puente había sido establecida en Torrelahiguera, con un pontón improvisado que permitía el desembarco del material pesado.

                                                             


   Contra ese cuerpo marchaba la División Guzmán el Bueno, entre dos ejes; uno que formaban la carretera de Almonte, el Rocío y Torrelahiguera, y otro por el camino del Abalario, el Acebuche y la playa de Matalascaña. El puesto de mando estaba instalado en la finca “La Rocina” cedida para estos ejercicios y desde donde el Capitán General y las autoridades presenciaron el despliegue.

   A las once horas comenzó éste y 200 vehículos ligeros, 300 camiones pesados, 40 carros de combate, una batería del 203, armas pesadas de los distintos Regimientos participantes, tractores, grúas, cañones sin retroceso, y cinco mil hombres, que empezaron a moverse para dar casa al supuesto enemigo que trataba de contener a las fuerzas de la División reembarcar en Torrelahiguera. A la una de la tarde fue tomada la última posición y se suponía que entonces el enemigo había sido desalojado y desecho.

   El objetivo estaba cumplido; la operación “Rocina” había constituido un rotundo éxito, porque tanto la disciplina de los soldados como la pericia del mando y la rapidez de las comunicaciones de órdenes, habían hecho honor a la confianza en ellos se había depositado.

 Tras el almuerzo, se celebró un juicio crítico en el campamento con discusión de los ejercicios realizados. De allí acabaron de salir los posibles fallos de menor importancia que se había producido y que a la observación del espectador profano había escapado naturalmente. Luego, un almuerzo que presidió el Capitán General de la II Región Militar don Manuel Chamorro Martínez, fue ofrecido a todos los invitados. Allí estaba ek Gobernador civil de Huelva, don Julio Gutiérrez Rubio; el Comandante Militar coronel don Alfonso Morón; el Comandante de la Marina, don Carlos Martínez Valverde; el presidente de la Diputación don Francisco Zorrero Bolaños; el presidente de la Audiencia don Antero Rodríguez, alcalde accidental de Huelva don Joaquin Muñiz San Román, el teniente coronel jefe de la 238 Comandancia de la Guardia Civil don Manuel Cervantes Collantes, coronel jefe del Regimiento de Infantería Granada, general gobernador militar de Badajoz, don Alfonso Merry; y todos los jefes y oficiales de los Regimientos en campaña.

                                                              


  Una vez finalizado el almuerzo el Capitán General repasó a las Fuerzas, acompañado del Gobernador civil. Y por la tarde, en la Basílica de Nuestra Señora del Rocío, en donde el capellán pronunció unas palabras de salutación. El coro de Almonte entonó luego un motete y a continuación, tomó la palabra de agradecimiento por parte del Capitán General.

  Se entonó la Salve Regina y la Hermandad Matriz de Almonte, y en su presidente don Antonio Millán Pérez. Después llegó la salve rociera, actuando los soldados antes del altar y por último la Banda de música interpretó la “Marcha del Rocío”, la de los “Campanilleros” y el “Toque de Oración”.

   Gracia a estas maniobras, los jóvenes bonariegos pudimos ver por primera vez el desfile de ocho carros de combate, que venían de marcha del paraje del Avispero para atravesar el pueblo camino de Niebla.

  Por donde el señor alcalde don Juan Antonio Beltrán, la noche anterior y de la mano del pregonero Manuel el “Pitraque”, puso en alerta a todos los vecinos para que pudieran participar en el curioso recorrido.

  José García Díaz.

 

lunes, 22 de agosto de 2022

Cuando en la España de Franco, se coló un disco pornográfico.

 

                                                   


          

  Y los beatos y beatas gritaron al Cielo, pidiendo clemencia terrenal.

   Corría el año de 1969, y a mediado de septiembre metido en el “verano del membrillo” fue cuando saltó la noticia. Mientras el Ministerio de Información y Turismo del señor Fraga, abrieron un expediente para determinar las responsabilidades, ordenando su inmediata retirada y dando cuenta al Ministerio Fiscal, sobre este atentado contra la moral católica, que encimas subía en las listas radiofónicas.

   Las responsabilidades cayeron sobre al sello fonográfico “Fontana” y a la empresa “Fonogram, S.A.” según el texto siguiente: Por incumplimiento de las disposiciones vigentes en materia de publicación de discos en España, con motivo de la distribución en nuestro país del disco “Je t´aime, moi non plus” (Yo te amo… yo tampoco”. Al mismo tiempo se ha prohibido su difusión por completo, y se ha ordenado la retirada de todos los discos que quedan para su venta.

  Queda pendiente el resultado penal, que dará cuenta el Ministerio Fiscal por los efectos que pudieran proceder por la difusión de este disco de contenido pornográfico.

  El disco ha sido prohibido también, en las radios de Italia y sobre todo en Francia, lugar de su grabación y de sus intérpretes. Además en Argentina, Brasil, Polonia, Portugal, Reino Unido, en uno de los países más abierto en temas sexuales como era en aquellos días Suecia, etc. En España, siguió subiendo en las listas de éxitos, y que tuve la suerte de escucharla en un medio día, (en hora laboral artesanal) en una curiosa emisora de los curas, cómo era la cadena de Radio Popular de Sevilla, dirigida por el progresista y liberal locutor como era Paco Herrera.

   Esta canción después de la censura franquista, fue todo un gran éxito por toda Europa, como la canción más erótica jamás cantada, llegando a ser número 1 en ventas en muchos países. En Huelva, se pudo comprar algunos bajo cuerda, a un precio tres veces superior al suyo.

  Pero en mi pueblo, en donde las gentes son más listas que el hambre, al mes siguiente apareció en la fiesta local de su Patrona La Santa María Salomé, en donde en una caseta privada como era la del Centro Benéfico, y de la mano de la orquesta de los “Bombines”, tuvimos la suerte de escucharla de nuevo, y en repetidas veces sin alterar el orden público establecido.

  José García Díaz.

 

martes, 16 de agosto de 2022

Las costas de Huelva,

                                                                               




Las costas de  Huelva, según el dramaturgo y periodista don Agustin González Ruano,

         Estamos en la extensa playa formada por el Océano que al Sudoeste de España ciñe la provincia de Huelva. desde la desembocadura del Guadalquivir en el puerto de Bonanza hasta la del Guadiana más abajo de Ayamonte. Rodea el mar, y lo festonea con su manto de espumas, el Coto de Doña Ana o de 0ñana, como dicen otros; entra por la ría de Huelva, recibiendo el Odiel ya reunido con Rio-Tínto, forma profundos caños y esteros que cercan la isla de Saltes, se envuelve en las marismas a Poniente en la capital, deja las barras de Huelva y Torre-Umbría a la diestra mano, y como para descansar de su larga peregrinacion, se extiende ledo en tranquila playa que se pierde de vista hasta .el “rompido” de Cartaya y la barra de Ayamonte.

            Dentro deja barra de Huelva, en la confluencia del Tinto y del Odiel, Torre arenillas, gigante que defiende y vigila a Huelva, á Moguer y a Palos.                           Más afuera, sobre las dunas que sirven de valladar al Océano, Torre-Umbría, que forma pareja con la anterior, y ambas muy útiles en el día a los puestos de carabineros encargados de defender los intereses de la Hacienda.

  A la vertiente de esas mismas dunas, plagadas de conchas y caracoles, detritus y despojos del mar, el Océano en toda su inmensidad, la olas hasta el "límite del horizonte, primero ledas, trasparentes y espumosas, más adentro, crecidas y de gran empuje; luego el suelo desciende, las olas se amontonan, es la rompiente de arenas en que chocan unas con otras, en que riñen grandes asaltos; después, siempre hacia el mar, el abismo, más

tranquilo seguramente, pero más pérfido para el incauto que se aventure en él.

       En lontananza los buques que van en demanda del Estrecho, o se inclinan a tierra para el seno o la bahía de Cádiz, o los que toman la vuelta para penetrar por la barra de Sanlúcar hasta Sevilla. Algo a Poniente las parejas de lanchas pescadoras con su vela latina, semejante al ala de un pájaro descomunal, qua vienen en busca del puerto que las vio salir a su penosa faena.

     Algunas bellas construcciones, confortables en sumo grado, como destinadas y dirigidas por los ingleses, a quienes la explotación de Rio-Tinto y otros centros mineros retienen entre nosotros, sobre la vertiente de las dunas que da al mar.

  En un pequeño cerro, formado por las arenas, un precioso pabellón abierto a todos los aires, y desde donde se goza de un espectáculo magnífico. Fonda o restaurant bien servido, casetas portátiles para los bañistas y una temperatura deliciosa.

      Una playa limpia, de finísima arena, sin guijarros ni rocas, sin 'depresiones violentas del terreno, donde cada cual puede detenerse a recibir las olas - en el punto que le dicten su prudencia y sus facultados para la natación; pero donde los que nada absolutamente saben de éstos pueden alejarse sin peligro un gran espacio y para el peligro diestros buzos  sueldo do la empresa o compañía de los baños: todo esto hace de Torre Umbría un lugar poco conocido aún, pero muy digno de llamar la atención de naturales y extranjeros quo buscan solaz en otros lugares y otras playas del Océano, ni tan tranquilas, ni tan seguras, ni tan extensas y bien acondicionadas como las de Torro Umbría.

     Quisiéramos que los que salen de su habitual  domicilio, en cuanto el sol de Julio lanza sus rayos, ardientes sobro nuestro hemisferio boreal, vinieran  visitar la playa de Torre-Umbría, y al cabo de la temporada nos dijeran si viviendo en el Hotel Colon de Huelva, saliendo da mañana en el vapor para Torre-Umbría, pasando allí algunas horas, regresando del mismo modo hasta Huelva, para hacer la vida sibarítica quo en el hotel puede hacerse, donde no extrema el calor, donde el verano se prolonga, donde la existencia se pasa entre comodidades y hasta refinamientos desconocidos en los otros hoteles de España y los más del extranjero, ¿so puede pedir más?

     Dada la costumbre, la necesidad o la moda de veranear; dada también la práctica de visitarlas más hermosas playas del Océano, pocas, en toda su inmensa extensión, podrán disputarlo la preferencia a la de Torre Umbría. Los representantes de la 'prensa de Madrid, y aún do otras de las principales capitales do Europa, que vinieron a Huelva con ocasión do asistir a la fiesta inaugural del Hotel-Colon, hicieron su excursión correspondiente a la playa de Torre Umbría, y quedaron admirados de su belleza y de las grandes condiciones quo tiene para ser una de las primeras estaciones balneario-marítimas que se pueden fundar.  

     A la parte de Levanté y Norte de la playa en cuestión, y una vez cruzadas las arenas, el terreno está poblado de bosques y matorrales, donde abunda la caza menor y una lujosa vegetación presta sombra y solaz al expedicionario quo trata do penetrar en ellos.

Demos él casó de que algunos de nuestros  convecinos se persuadieran de lo susceptible que este balneario es de mejoras; que hubiese algunos industriales que en la playa y sus inmediaciones se decidieran a construir, hoteles, casas ligeras, sencillas, cómodas que alquilaran después a los ba- ñistas; que en vez de un restaurant hubiera, por !o menos, una fonda y varios de aquéllos; que con la concurrencia afluyera el surtido; que se pusiera todo en condiciones de poder servir do refugio a las familias que van a buscar el fresco en otros puntos, ya tendríamos una colonia brillante,  que durante .el estío, a menos gasto, con mayor comodidad y sin salir de España, derramaría sus beneficios sobre este hospitalario país en bien, al fin y al cabo, de la riqueza pública; dando patriótica muestra así de que sabemos estimar en lo que valen los dones con que la naturaleza nos ha favorecido.

     Nosotros creemos que así sucederá, y de ello nos da indicio la iniciativa inglesa, que más conocedora que nosotros mismos de las ventajas que tiene Torre-Umbría que ha empezado a formar población allí, la vista del Océano Atlántico, que besa con sus blandas olas aquella menuda arena que le sirva de valladar.

      Para el buen español tiene el sitio un interés histórico de la mayor importancia.

    A Levante. y sobre enhiesto promontorio, después de salvar la ría que se forma con el Odiel y Rio-Tinto, está “La Rábida” el célebre convento qué, regido por fray Juan Pérez de Marchena, dio albergue á Cristóbal Colon. ', -Logró allí el gran cosmógrafo hacerse comprender, y de allí también partió para conquistar a la civilización y al cristianismo un Nuevo Mundo. Dejando el estero de Domingo Rubio y sabiondo la orilla izquierda de Rio-Tinto se halla Palos, que dio a Colon su contingente do intrépidos navegantes para la más maravillosa de las expediciones marítimas. Allí está la patria de esos héroes legendarios que se llaman los Pinzones, y allí se meció la cuna del capitán de mar Martin Alonso Pinzón que llena con sus hazañas y su indomable valor muchas páginas de la historia de nuestros descubrimientos.

      Cercada por las aguas de la ría, luciendo su rico penacho de magníficas arboledas, la isla de Saltes límite non-plus-ultra de los descubrimientos fenicios de los primitivos tiempos históricos de España, isla de los sacrificios de aquellos mercaderes gentiles y extremo del- mando que para ellos comenzaba en Tiro y terminaba en el mar quo abarca desde las rocas donde se asienta Cádiz hasta las dunas que contiene la invasión del Océano en Torre Umbría.

    Vean nuestros lectores si no es digno el sitio que hemos procurado describir de más detenido estudio, como también de mayor preferencia por parto de nuestros bañistas, nuestros expedicionarios y nuestro viajero. 

Agustín González  Ruano .

José García Díaz.