No fue hasta el verano del año de 1889, cuando
encontramos las primeras referencias de los vecinos de Bonares y Rociana tomando
los baños de playas del Loro, las de los Asperillos y las Atarazanas.
Las extraemos
de la siguiente información:
Sr. Director del
diario La Provincia.
Muy Sr.mío: Valla
allá, por lo que valga, una idea que se me ha ocurrido leyendo los sus
artículos sobre los baños. Si cree usted que no vale la pena ocuparse de este
asunto. Eche usted mi carta al cesto de los papeles viejos y si opina usted que
vale, publíquela o por lo menos sírvase usted de ellas para apuntar una idea
sobre la cuestión de los baños.
Estoy convencido de
que este año vendrán a Huelva muchos bañistas de la Sierra alta y Extremadura,
que no querrán ir a los baños flotantes, por causas que ya usted expuso. Pero que
tampoco querrán bañarse con el fango a la rodilla y en malas condiciones que
podría evitarse con una playa artificial establecidas en los parajes que usted
ha mencionado.
Es posible, señor Director,
que haya en Huelva gente que se rían de mi consejo. Pero aprovecho para decirle
que en la playa de Castilla término
de Almonte, en sitio de ordinario
mucho más despoblado que Punta Umbría, se establece todos los años una estación
balnearia que tiene siempre más de dos mil personas, y ha llegado a tener más de tres
mil.
Familias del Condado
y de muchos pueblos de la provincia de Sevilla, acuden a ella y se establecen
en barracas o chozas, construida de tablas y ramas de árboles, formando colonia
veraniega donde no falta alimentación buena y barata además de agradables
distracciones, que hacen que se pueda vivir con más libertad y holguras que en
los grandes centros concurridos.
He oído decir, pero
esto no lo he visto en las playas de Cartaya y Lepe pasa casi lo mismo. Por lo
tanto, aconsejaría a los bañistas serranos y extremeño que no se encuentren en
condiciones económicas para asistir a los flotantes, adoptasen un modus vivendi semejante. En Punta Umbría
se puede poner chozas de igual manera que en el término de Almonte, y si allí
no se encuentran las distracciones de una capital, puede tener una vida cómoda
y barata y uso de baños excelente.
Es muy posibles que
para algunos onubenses le parezca esta idea extraña e imposible; pero la verdad
es que lo que se puede hacerse en el término de Almonte, no sabemos porqué no
puede ser imposible en el de Aljaraque.
Usted señor Director
puede hacer el uso que le parezca conveniente sobre esta carta que, después de
todo, no tiene más objeto que el de suministrar una idea, que amí me parece práctica,
y de fácil realización para provecho común.
Atentamente. Don
Rafael María Prieto Carrasco, Alcalde de la villa de Bonares.
José García Díaz.